Restart

________Capítulo 1________

Raven esperaba alguna señal que le indicara que Damian estaba devuelta pero solo la brisa fría era quién la acompañaba sobre aquella ventana en su habitación.

Los tiernos besos, las inespertas caricias, las sorpresas inesperadas y todos aquellos momentos que compartían juntos de un momento a otro se estaban yendo por la borda. El petirrojo que antes se deleitaba con su sonrisa ahora ni siquiera la determinaba, se había vuelto frío e insensible igual que cuando lo vio por primera vez.

El chico había optado por pasar más tiempo en la mansión de su padre o al menos esa era la excusa que siempre le daba.

"Las misiones en Gotham me mantienen ocupado Raven"

Era lo único que escuchaba salir de sus labios cuando le preguntaba si podían pasar tiempo juntos.
Se había vuelto incómodo preguntarle sobre cualquier tema por temor a que se enojara por el simple hecho de cuestionarlo.
No sabía exactamente como hablar con él, su comportamiento actual dejaba mucho en que pensar pero aún así no perdía la esperanza de que Damian volviera a ser el mismo chico que con mucho esfuerzo le costó descubrir.

El reloj marcaba las doce media noche cuando escuchó el sonido de una motocicleta llegar a la Torre y la curiosidad no se hizo esperar, Raven miró por la ventana para saber si era Damian que por fin había regresado y efectivamente era él pero la silueta de alguien más la desconcertó.
Entre risas y manoseos vio como Damian besaba a la chica que venía junto con él.

Un par de lágrimas bajaban por sus mejillas, el dolor que sintió en aquel momento la dejó estática.

¿Porqué Damian le estaba haciendo ésto?

Jamás pensó que él la traicionaría de esa manera. Damian no es de los chicos que tienen varios amores pero lo que ahora veía a través del cristal le decía todo lo contrario.

Por supuesto que Damian tenía que darle una explicación; él no podía llegar con otra y pasarla en sus narices como si nada.

Raven estaba muy molesta y solo esperaba el momento en que el petirrojo entrara a su habitación para reclamarle por su osadía.

Espero unos minutos y allí estaba el sonido de la puerta del chico cerrándose, se apresuró a llegar a su habitación pero los sonidos que escuchó al otro lado de la puerta la hizo desistir de querer reclamarle algo.

Se escuchaban algunas risillas traviesas por parte de la chica que acompañaba a Damian mientras él le decía que su desnudez era lo mejor que había visto.

La hechicera no necesitaba escuchar más aquella conversación era evidente lo que pasaría entre ellos y quedarse a escuchar más sería como clavar aún más el puñal en la herida.

Como pudo se encaminó devuelta a su habitación y antes de entrar a ella escuchó un intenso quejido de placer que desde luego provenía de la alcoba que alguna vez le trajo tanta felicidad.

Cerrando de golpe la puerta, corrió a su cama en donde le aguardaba aquel libro que se había convertido en su preferido, aquel libro que él le había obsequiado y que leían juntos cada noche.

Inmersa en lágrimas sostenía con fuerza aquel libro que le traía tantos recuerdos, cada segundo que pasaba eran una tortura al imaginar lo que a pocos pasos de ella estaba sucediendo y cada minuto que transcurría se hundía más en el dolor.

Finalmente cayó rendida ante su tristeza, sus ojos mostraban firmemente las lágrimas que habían recorrido su pálido rostro y su cuerpo temblaba aunque no hubiese frío.

Una amarga madrugada vio llegar el amanecer....

Eran las diez de la mañana y Raven recién se levantaba, tomó asiento sobre su cama pero después de unos segundos volvió a caer en ella, realmente no tenía ganas de nada ni siquiera tenía ánimos de prepararse una de sus preciadas infusiones, sinceramente no tenía ganas de hablar con nadie; optaría por quedarse en su habitación a fin de cuentas nadie lo notaría.

Raven estaba apunto de quedar dormida otra vez pero el toque a su puerta la hizo reaccionar.

-¿Rae estás ahí?

La voz al otro lado era la de Nightwing.

-Hay un anuncio importante que hacer, por favor ven a las instalaciones de entrenamiento.

¿Es necesario que yo esté Richard?

-Sí Rae todos los miembros tienen que estar.

Dame unos minutos enseguida bajo.

-Te espero allá.

De mala gana tomó una rápida ducha y vistió su uniforme de costumbre y bajó con todos los demás sin embargo lo que vio la agarró por sorpresa.

Richard y Kori estaban al frente junto con Damian y una nueva chica.

-Atención chicos, ahora que estamos todos podemos hacer oficial la adición de nuestra nueva integrante.

Ella es Maya Ducard y a partir de hoy pasará a formar parte de los Titanes.

Todos corrieron a saludar a la nueva menos Raven que desde lejos observaba las miradas entre Damian y Maya; tenía sospechas de que ella era la chica que entró con el petirrojo a media noche más unas simples miradas no le confirmaban nada pero lo que escuchó después dejó todo en claro.

Chico Bestia fue el primero en saludar, claro él y su obsesión con las chicas.

-Hola nena, me llamo Garfield pero tu puedes decirme tu bestia.
¿Por cierto estás soltera?
¿Quieres un novio?
Yo estoy disponible 😏

Acercándose a la chica el verde se disponía a besar la mano de Maya pero el filo de la espada de Damian se lo impidió.

Aléjate idiota ella jamás se fijaría en alguien como tú.

-Tranquilo viejo que te pasa, ella es la que tiene que decidir no tú.
¿Qué eres acaparador del mercado de chicas o qué?

Aléjate te dije, además no te elegiría a ti teniéndome a mi.

*Maya*
Lo siento bestia ya tengo dueño y es Damian.

Todos quedaron boquiabiertos con la noticia en especial cuando el propio Damian tomó a Maya en sus brazos dándole un placentero beso.

Es mía y no quiero a ninguno de ustedes detrás de ella.

¿Les quedó claro?
Damian observaba de manera desafiante a Logan, Reyes y Grayson.

Más claro que el Agua había quedado para Raven, el chico ni siquiera contempló que ella estaba ahí, no le importó romperle el corazón en frente de todos.

Aprovechando que todos tenían puestos los ojos en Damian y Maya abrió unos de sus portales y desapareció.