One shots lutteo

•|No vi nada|•

Los chicos de la roller band ya llevaban varios días viviendo en la mansión, los mismos días que Luna y Matteo llevaban dándole la vuelta a su relación.

Se querían mucho, pero les daba miedo aceptarlo. Alguno tenia que dar el paso o podrían terminar perdiéndose.

Desde hace dos días, Luna había notado que Matteo traía un perfume nuevo y la ropa más ajustada... ¿O acaso era sólo su imaginación?. No importaba, había decidido que hoy entraría a la habitación que ocupaba el chico para oler su perfume y bueno, ser un poco chismosa. La verdad le daba mucha curiosidad saber como estaban ordenadas sus cosas.

[...]

Temprano por la mañana, antes de que todos bajaran a desayunar, Luna se infiltró en el cuarto de Matteo.

Supuso que él ya estaría abajo con los demás, así que al entrar lo primero que hizo fue correr a buscar su perfume.

Lo encontró sobre la mesa de noche, junto a un gran espejo. Lo tomó entre sus manos, cerro los ojos y aspiró su aroma, casi podía sentir la presencia de Matteo al hacerlo.

Mientras ella estaba embobada con el perfume, Matteo salía de bañarse con únicamente una toalla enredada en su cintura. Hoy se había levantado más tarde, pues la noche anterior se había desvelado. Cuando llegó al umbral que separaba al baño de la habitación, se detuvo sonriendo al ver a Luna de espaldas, mirando en sus cosas.

Dudó un momento en hablarle, pero finalmente decidió que sería divertido.

- Hey, Chica delivery

La mencionada abrió de golpe los ojos, ¿acaso esa era la voz de Matteo?. Se volteó lentamente a mirar de donde provenía el llamado y si, efectivamente vio a un Chico fresa sin camisa, con los rulos mojados y únicamente una toalla en su cuerpo.

- Chi-chico fresa... Y-yo... Eh... .- Cuando reaccionó se tapó los ojos con sus manos. Seguro estaba totalmente enrojecida. - No vi nada eh .- volvió a decir bastante apenada.

El italiano sólo se reía. ¿Como podía ser tan tierna e inocente?. Rápidamente se puso una remera, se sacó la toalla quedando en bóxer para luego enfundarse en unos jeans.

- Listo chica delivery, ya puedes ver .- dijo riendo mientras caminaba hacia ella.

La mexicana lo miraba demasiado roja. Él se acercó lo más que pudo y miró con detenimiento su cara.

- Matteo... .- susurró ella casi rozando sus labios.

- Shhh, no digas nada. Tus acciones lo dicen todo.- murmuró él para después tomar sus sonrosadas mejillas y unir sus labios en un tierno y apasionado beso.

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AMO AMO AMO.

Ahre, me tiene harta ese michel :)

Al menos me queda esto UwU

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Diganme qué les gustaría ver 💕

Lxs amoooooo

Fer 🍓❤