Uno

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Había varias cosas que odiaba Park Jimin

1. No poder comprar algo que le gustara.

2. Que su tarjeta a veces se quedara sin crédito.

3. Que le regalaran algo que no fuera de marca.

4. Que sus padres lo obligaran a algo que el no quería.

Justo como en esos momentos.

Jimin se hallaba parado frente a un gran espejo de cuerpo completo, mirando aquel traje de bodas que cargaba puesto.

–No me gusta. —dijo con sequedad haciendo que la chica que le estaba mostrando los trajes suspirara irritada.

–Van 11 trajes que te pruebas y ninguno te gusta. —regañó su madre molesta.

Él se encogió de hombros.

–Entonces vámonos.

–No, nos quedaremos todo el día si es necesario, pero tu sales de aquí con un traje. —dijo decidida.

Park miró a su madre que estaba sentada en un sofá y después miró a su mejor amigo Jeon con cara de suplica, recibiendo la cara de resignación de este.

–Me gusto el tercero que te probaste —dijo Jeon, Jimin suspiró y miró a su madre molesto antes de dirigirse de nuevo al vestidor.

Se hallaba acostado en su suave cama mirando el techo, después de haber estado  todo el día de compras simplemente se saltó la cena y fue directamente a su habitación.

Estaba molesto con sus padres por la cruda realidad que estaba viviendo.

Se casaría en dos días.

Y no, no estaba feliz, ni siquiera satisfecho estaba irritado, frustrado y enojado. Sus padres lo estaban obligando a casarse como "castigo" por su comportamiento mimado.

Sabía que en parte tenía la culpa, se la pasaba comprando ropa de las mejores marcas a si como accesorios y perfumes.

Cualquier cosa que le llamara la atención por mas mínimo que le gustara lo compraba, el dinero no era un limitante para él, ya que sus padres tenían una gran compañía que dejaba grandes ganancias. Además de sus compras innecesarias, se la pasaba viajando a cualquier parte del mundo, despilfarraba su dinero que obtenía por sus padres por que él no trabajaba.

La paciencia de sus padres se acabó cuando Park hizo un viaje a Japón, su tarjeta de crédito estaba sobregirada, a si que hizo una fuerte transacción de la cuenta de banco de sus padres a su tarjeta, acabándose ese dinero en un solo día.

Cuando llegó del viaje pensaba que solo recibiría un sermón de parte de sus padres por lo que había hecho, pero nunca imaginó la decisión que tomaría su padre.

"Te casarás, a si aprenderás a ser más maduro"

Al principio creyó que era una broma pero recordó a su hermano, en ese momento su piel se puso pálida.

Su hermano Park Namjoon había tenido un problema similar a Jimin; estaba obsesionado con los juegos y las apuestas, tirando su dinero en ellas, sus padres habían hecho lo posible para alejarlo de eso pero no había resultado, y como última esperanza le presentaron un chico.

Su nombre era Seokjin.

Cuando el mayor de los Park se reunió con Seokjin este cayó completamente  enamorado. Seokjin era un chico realmente apuesto, mas de una persona estaba de tras de él, chicas y chicos. además de su belleza, era inteligente, paciente, maduro y administraba bien su dinero además de que el se lo ganaba. Seokjin a regaños enseñó a el mayor de los Park a dejar su vicio y a usar el dinero de manera coherente, tiempo después se casaron.

Consentido • ʰᵒᵖᵉᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora