Capítulo 33

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-Oye...¿Cómo has podido hacer eso? Si el quería volver tal vez...

-Por favor Miwa deja de ser tan inocente, creo que dejé claro la última vez que no quería volverle a ver ni a escuchar su nombre. Para mi ese ser nunca ha existido.

-¡"Ese ser" o como le quieras llamar es tu hermano! Ha venido después de casi un año. Quizá no ha podido escapar de los kraangs en ese tiempo o ha tratado de venir hasta aquí....

-O quizás todo es otra trampa para acabar con nosotros y todo rastro de nuestra existencia. Miwa entiendelo, se llevaron a Raph y Mikey por su culpa.

-Yo lo entiendo. Pero alguien que está arrepentido no volvería después de todo. Y encima solo a decirte todo lo que te dijo. Yo no sé que está rondando ahora por su mente, pero él puede ayudarnos a encontrarlos.
¿Lo entiendes Leo?  Eso si quieres volver a verlos claro.

         Sus miradas estaban fijas y atentas la una de la otra. Sin bajar la vista o apartarla. Miwa se había levantado al escuchar a Leo. Pero cuando llegó ya era demasido tarde para deternelo, Donnie ya se había ido. Había escuchado todo lo que decían pero era incapaz de salir de su habitación, se había sentido traicionada y engañada por quien consideró también un hermano más como Leo. Y al escuchar todo lo que este le estaba hechando en cara no podía dejar de pensar que también era verdad. Pero cuando escuchó el interruptor, que tenía incrustado, salió de inmediato pero ya se había ido.

-Si aún puede transformarse en aquél monstruo con tentáculos deberías ir a buscarle. Es muy peligroso que esté por ahí en ese estado, lo sabes muy bien.

-Tsk...- apartó la mirada- Solo lo hago por que no quiero más problemas.- se acerca a la puerta de la terraza- Pero si no se controla...-pone la katana en su funda de atrás- No me importaría que muriese-

   Sus últimas palabras. Esas fueron las palabras que con el tiempo terminarían doliendole más que nada en este mundo, solo que aún cegado por la rabia no podía medir el dolor que podía causar eso.

     Pero en ese momento no quería saber nada. Incluso pensó que nunca podría volver a ver a sus hermanos. Si la tierra aún no había sido atacada por ninguna raza de las que provenían, eso significaba que tanto Raph como Mikey habían decidido dar sus almas a ellos. Dar sus vidas a todos los caprichos que querían sus "padres". O eso pensó Leo, si ese era el caso no podía ya hacer nada tan solo recordar hasta el fin de sus días que tenía hermanos por ahí perdidos en algún lugar de la inmensa galaxia.

       Y aunque sus teorías les parecían descabelladas no se equivocaba del todo. Aquella noche no encontró a Donnie, recorrió cada centímetro de la ciudad cada callejón, cada alcantarillado... Pero nada. Se había evaporado o como si la tierra se lo hubiese tragado. Leo dedujo que los Kraangs se lo habrían llevado.
  
     Y así era. Tal y como pensó sobre sus otros dos hermanos uno de ellos estaba sufriendo aquello. El alma más joven, más bonadadosa y más amable se había vendido para que su padre, Mozar, no invadiese ese planeta que una vez llamó hogar. Un alma... por millones. A él le parecía un precio justo. ¿Ahora quién pagaría por su libertad? Nadie, el mismo lo pensó antes de tomar esa decisión.

      Mikey o de nuevo como se le conocía, Zog, se había vendido para convertirse en aquello que su padre una vez estuvo forgando poco a poco y que nunca logró hacer. Un sanguinario y asesino que no tuviera escrúpulos a la hora de la batalla. Ya no existía compasión en su corazón. Y su mente lo guiaba a una sola cosa...Su misión.
   
     Si Mozar le ordenaba algo, él debía hacerlo. Al principio no podía, su alma amable y comprensiva no se lo permitía. Pero poco a poco fue aprendiendo por si solo que cuando tenía una víctima delante no debía mirarle a los ojos antes de matarle. Su corazón sabía que si lo hacía aquella mirada de pánico y terror de sus víctimas le perseguirán toda la vida. Fue por eso que cuando su corazón dejó de doler y arrepentirse, aún seguía matando sin ver a los ojos, por puro instinto.

     Su padre, Mozar, tuvo que tomar esta medida tan extrema. Cuando se llevaron a Mikey de la tierra se enteró de que su hijo sabía toda la verdad. Sabía quién era y de dónde había venido. Que toda esa historia de su madre y hermano y mutación eran mentira. Asi que no le quedaba otra que hacer eso. No por él, sino por su bien. Si el consejo se enteraba podían planear matarlo y él no podía quejarse pues era por un bien mayor.
Por eso le dio a elegir entre eso o la aniquilación del planeta tierra.

     A pesar de todo él le había criado como su hijo querido. Por eso prefirió ver como lloraba en la batalla y que le odiase toda su vida a verlo tirado en el suelo sin vida en ella. Después de ese año que pasó había logrado cambiarlo un poco. Y estaba orgulloso de él, de lo poderoso que podía llegar a ser. Pero en un año no se podía cambiar tanto. No hasta ese punto.

    Y es por eso que después de que Kraang15 pidera que se le fuesen arrebatados todos sus sentimientos, y de su visita a la tierra, pasaron alrededor de siete años.
Siete años llenos de frialdad y torturas día tras día son suficientes para cambiar a alguien.  Dos de ellos sufrieron en carne propia que es sentir que vas cambiando poco a poco hasta ser alguien que ya no se preocupa por nadie ni nada. Sentir como vas desapareciendo día tras día, semana tras semana y año tras año.
Mikey y Donnie lo sintieron.

     Raph en cambio... Su caso era muy distinto. Los Salamandrianos no eran ese tipo de seres. Ya no. Ahora valoraban a Raphael, su Padre lo hacía. Se sentía orgulloso de su hijo, hablaba de él, de lo arriesgada que fue su mision y de cómo había regresado a casa después de todo. Después de saber la verdad.
Raph en cambio seguía pensando en sus hermanos cada día desde que regresó. Pero siete años... Eran siete años. Aunque siguió haciendose fuerte también, se convirtió en un gran soldado, en un gran capitán de primera división de la élite. 

    Sus compañeros eran sus nuevos hermanos. Debían respertarse y cuidarse, confiarse sus vidas los unos a los otros y su hermana estaba entre esos compañeros de élite para misones especiales. Ella conocía la verdad y aunque Raph trataba de ocultar sus sentimientos sabía que en cada uno de sus compañeros veía a sus hermanos de sangre por ciertas características que los definían. Ella sabía que era como una banda que tapaba sus ojos para no poder ver la realidad. Pero no duraría para siempre...Y no se equivocó.

    Sus compañeros muerieron a excepción de ellos dos en una batalla contra unos alienígenas invasores que llegaron sin previo aviso. Su alma se rompió en mil pedazos al verlos. Era como ver a sus propios hermanos de sangre ahí tirados en el suelo sin poder moverse ya nunca más.

   Pero eran siete años... Siete años viendo como tus compañeros mueren y son sustituidos cambian a cualquiera. ¿No?

     
















~Continuará...

Hermosuras regresé del infierno\*-*/ ok no. Se me borraron partes aleatorias de este fic y las tuve que reahacer teniendo que leerme de nuevo tooodo:,v// casi me da un chungo y lo peor es que cuando las reescribí algunas partes volvieron y no sabía si quedarme con la original o la otra con otros cambios de historia. Pero bueno....ya está solucionado así que nos vemos este viernes 🙌✌ bye!!
Gracias por su paciencia :,)

~Besos: leslychoco15 💛💜

Y Si...Where stories live. Discover now