El Alba del Edén 🥀(SooKai/KaiSoo)

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Pero hay un grito dentro nuestro que todos intentamos esconder
Lo contenemos tan intensamente
No lo podemos negar
Nos come vivos, lo contenemos tanto pero no quiero morir
Y no me importa si canto fuera de tono
Me encuentro a mí mismo en las melodías
Canto por el amor, canto por mí
Lo grito como un pájaro liberado.

Bird Set Free, Sia

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Si había algo que le disgustaba además de no poder detestar la mirada del baboso y mayor Do KyungSoo, eran los sermones de su madre. Las palabras de ella, sonando como los reproches de una adolescente quisquillosa y celosa, lo agobiaban; pero su madre no era una, aunque a veces pareciese que sí y perdiese inconscientemente su imagen de autoridad.

Su habitación era el único lugar donde ella se aparecía a conversar de temas privados con él, porque la realidad era que en el resto de la casa mientras EunHa daba vueltas por todas partes, hablar era un pequeño peligro, la menor escuchaba atentamente todo y luego iba con los chismes a cualquiera con tal de iniciar una conversación.

—¡Ya basta, no quiero escucharte más, ya entendí todo lo que dices, ya se lo que hice mal también! —se quejaba cansado y sentado en el centro de su cama, mirando hacia afuera por la ventana. Era molesto, pero también inevitable no ponerse a reflexionar, e incluso intentar salirse con la suya, con tal de sentirse más aliviado—. Y tú sabes que eres culpable en gran parte, no finjas que te importa la familia de JaeUn, ¡me defendiste porque a ti también te divertía mi estado! —la acusó—. Los dos somos igual de poco serios, ¿por qué te empeñas en que yo lo sea más que tú?

—Está bien, sí, tienes razón hijo, pero también tienes que entender que ya no estamos solos, y que yo estoy intentando cambiar un poco —suavizaba su voz desde la puerta y mirándole acongojada.

—Yo no quiero cambiar, ya te lo dije antes. ¿Por qué quieres hacerlo? ¿Te avergüenza que vean a la madre que se embriagaba junto a su hijo y sus amigos, que es divertida y se une a las charlas estúpidas de los más jóvenes? —hizo una pregunta tras otra sin darle tiempo a responder, quedándose casi sin aire cuando al final sus ojos se aguaron—. ¿Te avergüenzo yo?

—¡Claro que no! Nunca podrías avergonzarme JongIn. Eres todo lo que más amo en este mundo, pero ahora hay más personas en mi mundo, en mi corazón, por una vez en la vida, hay más gente dándonos también su amor. No se trata de vergüenza, se trata de que quiero una familia, con mi esposo, con mis hijos —acabó yendo hacia la cama y sentándose junto a él, para tomarle las mejillas y acariciarlas ahora que ya estaban húmedas—. ¿Comprendes? Sé que no, que no es fácil comprenderlo. Pero JongInnie, estuve muchos años sola, sin ningún hombre que me tome en serio, y ahora que lo tengo, no quiero perderlo. Y tú lo sabes. JaeUn es un buen hombre. Lo mínimo que podemos hacer, es aprender a convivir todos juntos. Al menos, hasta que tú también hagas felizmente tu vida con quien ames.

—¿Y amarnos igual de afectuosamente que tú y él lo hacen? No podré hacerlo si él y su familia no lo toleran. Ellos no se están adaptando a nosotros.

—Lo harán, verás que lo harán. Te lo prometo. Ellos son más personas. Nosotros, sólo somos los dos. Y JaeUn sabe que tarde o temprano también tendrá que enfrentar a mi inteligente hijo. Pero comprende, el recién está iniciando en sus primeros años de paternidad, míralo con EunHa, es un completo desastre. Parece que ella cuida más de él... —susurró el final, y JongIn notó que los ojos de su madre también brillaron—. Quizá tú lo hiciste conmigo también...

Y claro que JongIn amaba a su madre tanto como ella demostraba que lo amaba a él, pero no iba a aceptar algo así delante de ella y herirle su orgullo, no iba a decirle en ese momento que tal vez sí sintió varias veces que él era quien más se preocupaba entre los dos; pero en esas épocas cuando todavía era un niño, no podía hacer más que lo que ella le entregaba y tomarlo agradecidamente aún si nada fuese nunca suficiente para llenar lo que él necesitaba.