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Mari

Estaba en la sala de mi departamento esperando que Jimin pasará por mi pero este nada que llegaba. Así que tomé mi cosas y bajé para esperarlo afuera ya que me estaba impacientando

Al llegar al ascensor para mi mala suerte me encontré con Wung. Traté de ignorarlo pero este me habló

—¿Vas a la fiesta de Mitzy? —preguntó viéndome, yo no podía creer que Mitzy lo había invitado.

—¿Tú también estas invitado?— apesar de todo me daba gusto saber que íbamos estar juntos.

No Mari, no pienses eso

—Si— respondió feliz. Vaya él también estaba feliz de ir, tonto.

—Entonces nos veremos ahí— sonreí para luego salir del ascensor.

—¿Nos vamos juntos? —preguntó deteniendo mi paso y obvio que me quería ir con él pero tampoco podía dejar a Jimin.

—Es solo que... — vi hacía todos lados a ver si Jimin aparecía pero nada—Vamos, iré contigo

Subí a su auto y esté se puso en marcha hacia la casa de Mitzy. En el camino le envíe un mensaje a Jimin con la dirección de Mitzy por si se decidía a ir pero igual ni respondió a mi mensaje

Yo solo iba viendo atravez de la ventada y Wung solo mantenía su mirada fija en la carretera. El silencio reinaba en el auto hasta que decidí romperlo de la peor forma posible

—¿Y tu novia? — pregunté confirmando que me gustaba castigarme sola.

—Ya no tengo novia

—Pobre chica— reí negando con mi cabeza.

—¿Por que lo dices?

—Porque la estas negando

—¿Y como sabes que la estoy negando?—fijó su vista en mi unos segundos para luego sonreír.

—Porque te conozco— rodé mis ojos apartando mi vida de él.

—Olvidemos eso mejor hay que disfrutar la noche

—Ok— me encogi de hombros restándole importancia.

Después de varios minutos al fin llegamos a la casa de Mitzy, habían muchas luces, música fuerte y la gente entraba y salía de la gran casa. Si sus papás se enteraban de esto seguro la mandaban a un convento

Entramos para buscar a Mitzy, y no tardamos mucho en encontrarla ya que estaba en la barra de tragos donde pasa la mayor parte del tiempo

—Hola— dije abrazándola y de inmediato le sentí el olor a alcohol, ya estaba ebria y apenas estaba empezando la fiesta.

—Oye, vinieron juntos— sonrió malvadamente dándonos un guiño. Su plan había salido mejor de lo que planeo.

—No sabía que vendría tanta gente— dije viendo todo el lugar, habían hasta personas que ni conocía, seguro eran de la universidad de Mit.

—Hay que aprovechar ahorita que mis padres no están— dijo moviéndose de un lado para otro al ritmo de la música.

—Bueno, ¿no piensan cambiarse? — preguntó viendo que aún no traíamos el traje de baño puesto.

—Me iré a cambiar— dijo Wung yéndose hacía los vestidores.

—Esto fue un plan tuyo ¿verdad? — la vi amenazante. Ya sabía pero necesitaba que me lo confirmara para matarla después.

—Ya, ya, disfruta de la fiesta— habló bebiendo de su trago.

—¡Hola!— saludó Lili acercándose a nosotras de lo más feliz.

𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙖𝙢𝙞𝙜𝙤𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora