"me encanta estar con vos"

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El reloj marcó las 23:47 hs cuándo Junior apagó la play suspirando frustrado por haber perdido ese partido.

El silenció rondaba en su casa, según tenía entendido solo estaban Javiera y Lucre por ahí o quizá durmiendo.

Un bostezó surgió de sus labios y se encaminó a su habitación, hoy se había levantado temprano para acompañar a Romeo a hacer unos trámites.

Era sábado, tenía 17 años y ya estaba por ir a dormír, si, porque todos sus amigos le habían cancelado la juntada que tenían y enojado había decidido quedarse encerrado.

Abrió la puerta de su habitación y vio a un chico sentado en su cama. Blas, el mejor amigo de Dante lo observaba con una sonrisa.

- Hey, Blas, que onda, no sabia que estabas acá! -Lo saludó mientras se acercaba.

- Hola Ju, recién llegué, tu hermano me invitó un rato, me dijo que él estaba viniendo -Explicó mientras le daba lugar para que se sentara junto a él. - me abrió Lucre, me dijo que espere acá y nada, acá estoy -Volvió a sonreír y a Junior le cosquilleo el estómago por un momento.

Con Blas eran muy amigos, pero Junior siempre habia sentido algo raro cuando estaba con él. Algo "raro" que él sabia muy bien que era pero no quería admitir.

- Genial -le devolvió la sonrisa mientras se acomodaba a su lado.- entonces Dante estaba viniendo? -preguntó el menor.

- Así me dijo -se encogió de hombros.- espero que llegue rápido.

-Asi te deshaces de mí? esta bien esta bien, entiendo que te caigo mal pero disimula Blas -Bromeo.

-Bueno si, era hora que lo sepas, me caes muy mal, sos muy pesado siempre che -terminó de decir seriamente intentando aguantar la risa.

-Soy pesado? Si te encanta estar conmigo -siguió jodiendo.

"La verdad que si" -pensó.

-me parece que es al revés eh, vos viniste y te sentaste a hablar conmigo -intentó seguir, pero ambos sabian que la broma estaba tomando otro rumbo.

-Am, no sos el centro del mundo Blas -Sonrió burlonamente Junior.

-No del mundo pero quizá si del tuyo -Sonrió acercandose peligrosamente al menor.

Junior observaba atentamente los ojos de Blas, un color indescifrable y hermoso. Esos ojos que cada vez veía mas de cerca.

-Me parece que te la crees un poquito eh -intentó joder.

Blas se acercó un poco mas. Lo estaba provocando, estaba entrando en un terreno del cual no iba a poder salir fácilmente. Pero le gustaba, se sentía bien, su corazón latía cada segundo mas rápido y los ojos de Junior seguían observándolo de cerca.

-Me la creo Junior? -preguntó, la broma había dejado de ser broma y ambos chicos se encontraban frente a frente en la cama mirándose de cerca.- me la creo o no querés admitir que tengo razón?

Junior no sabia que responder.
Blas estaba a centímetros de su rostro y el corazón le iba a explotar en cualquier momento. Nunca habian habían pasado una situación así, nunca habian estado tan cerca ni se habían dicho esas cosas de una forma  tan sería.

-Tenes razón -susurro Blas, el miedo se sintió en sus palabras.

-Que? -formuló Junior suavemente.

-Que tenes razón, que me encanta estar con vos. -siguió susurrando.

Junior sintió un zoológico en su estómago.

Blas bajó su mirada a los labios del menor. Si supiera las ganas que tenía de probarlos.

-A mí también me encanta estar con vos -apenas pudo decir Junior.

Blas sonrió. Esa sonrisa que le movía el mundo entero.

Junior bajó su mirada a los labios del mayor.

Blas hizo lo mismo y cuando los volvió a subir.

-Quiero besarte Junior -se acercó aún mas, si es que era posible.

Junior casi no respiraba de los nervios que sentía.

Suspiró suavemente y sin pensar...
-Besame Blas. -terminó de decir y cerró los ojos al sentir el contacto de los labios del mayor sobre los suyos.

Las manos de Blas fueron a la nuca de Junior y este paso las suyas por la cintura del anterior.

Un beso suave, tranquilo que de a poco los llevó a recostarse sobre la cama en la que se encontraban.

Blas sobre Junior sostenía su mejilla mientras comenzaba a adentrar su lengua en la entre los labios del menor.

Junior se habia tranquilizado y ahora disfrutaba el momento.

El beso aumentó el ritmo y ahora se besaban con ganas. Con esas ganas que venían guardando desde que se conocieron.

Ambos se olvidaron de todo y se perdieron en ese beso mágico, sin saber que desde la puerta el hermano de uno y amigo de otro los observaba con la boca abierta.

blas y junior • renato y gabrielWhere stories live. Discover now