Glaciator-parte tres

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-¡Sé que estáis ahí!- exclamó el villano helado buscando retarles. El dúo se levantó de su escondite y en sincronía caminaron hasta quedar a la vista de su oponente. Este les apuntó, listo para convertirlos en dulces estatuas en el acto. Fue entonces cuando ambos pusieron en marcha su plan.

Ladybug se acercó a su compañero y se aferró a su brazo con afecto, mirándolo fijamente a los ojos con una dulce expresión. Cat Noir le sonrió de vuelta y antes de que ella pudiera decir algo al respecto la alejó un momento de sí para reajustar sus posiciones.

Trasladó una de las manos de ella desde su brazo hasta su cintura y él mismo la rodeó por su hombros, quedando ambos en un medio abrazo. La muchacha soltó una risilla con sus mejillas sonrojadas y ambos comenzaron a caminar desafiantes hacia Glaciator.

Este había bajado un poco su guardia al verles en gestos tan melosos, mas unas palabras del proveedor de sus poderes le obligaron a reasumir posoción de ataque. Los héroes debían subir su apuesta sino querían terminar congelados.

Cual reloj sincronizado ambos voltearon hacia el otro en busca de robarle un beso rápido, llevándose en lugar de eso un buen golpe en la nariz. Los jóvenes parpadearon un par de veces intntando recuperarse antes de soltar a reír como bobos. Parecía funcionar de todas formas, ya que el villano no hacía el más mínimo comentario o amenazó con disparar.

Cat Noir entonces tomó el mentón de la chica y la hizo inclinar un poco su cabeza hacia un lado, girando él hacia el opuesto y besando suavemente sus labios. Ladybug dejó salir un suspiro. Aquel estaba lejos de ser su primer beso con el chico, pero el recibir tal acto de afecto tras el pesado enfrentamiento que habían lidiado desde aquella tarde llenaba su pecho de emoción.

Desgraciadamente por fin tenían a Glaciator donde lo querían y era necesario terminar con aquel montaje tan romántico para seguir con el plan... a pesar del leve gruñido del muchacho al sentir los labios de la heroína alejarse repentinamente de los suyos.

.

Cat Noir aterrizó con agilidad por segunda vez esa noche en el balcón de su compañera. Nervioso se aseguró de que ella no se encontrara cerca para que no pudiera ver lo que llevaba consigo, mas para su suerte ella parecía estar dentro de su habitación. La puertilla estaba abierta, evidentemente esperando por él.

Tras despedirse de André una vez que su akuma fue liberado, Ladybug le había dado instrucciones de acudir a su balcón en media hora, antes de retirarse a toda prisa. La sonrisa en su rostro al darle aquellas instrucciones hacían latir su corazón con fuerza, cosa que el heladero del amor por su puesto no pasó por alto, y se ofreció a darle una mano con su chica.

Allí estaba ahora. Colocó su regalo sobre la pequeña mesita y se asomó por la entrada.

-¿Marinette...?- llamó.

-Entra, gatito.- escuchó en respuesta. Cauteloso bajó por su cama sólo para encontrarse la habitación repleta de pequeñas luces por todas partes, simulando su sorpresa para ella. Desde luego las velas habían sido sustituidas por lucesitas decorativas. En medio de la habitación, una tímida Ladybug le esperaba con una rosa en mano.

-¿Mi... lady...?- La pregunta acerca del motivo de todo aquello había quedado reducida en su afcetivo apodo gracias a los nervios.

-Creo que era mi turno de prepararte una sorpresa ahora...- explicó ella caminando en su dirección sin atreverse a mirarle a los ojos y con su rostro casi tan colorado como la flor que le entregó.- Adrien, yo... tengo tantas cosas que decirte. Bueno, ya no... porque... una buena parte de ellas básicamente las escupí antes. Pero no era a idea decírtelo así. Yo...- Las palabras poco pensadas comenzaban a acumularse en su boca sin llegar a ningún lado.

Se detuvo, respiró profundamente y tomó las manos del enmudecido chico frente a ella, quién no había despegado sus verdes ojos de ella.

-Te quiero, gatito. Y mucho...- murmuró completamente segura de que él escucharía sin problemas debido al poco espacio entre ellos.

-Bichito...- murmuró el chico con una creciente sonrisa. Acto seguido tomó en sus manos sus mejillas y comenzó a besar rápidamente cada esquina de su aún sonrojado rostro, ganando una incontenible risa de parte de ella.- ¡Oh, rayos! Casi lo olvido. ¡Espera aquí!- se cortó de pronto antes de regresar a la trampilla para ir al balcón.

Ladybug lo esperó confundida en la habitación hasta que lo vio regresar con uno de los inconfundibles helados de André en sus manos.

-Adrien...- susuró conmovida.

-André insistió en darme uno antes de despedirme de él. Dijo que no podía dejarme ir sin más luego de sentir toda esa química entre nosotros.- explicó Cat Noir con un guiño.

La heroína rió, tomó el postre y lo dejó a un lado. Luego regresó con el chico y sin esperar un segundo más fue ella quien tomo esta vez el rostro de su compañero pero para dirigirse directamente a sus labios.

Comenzó tan sólo como un ligero toque, que se convirtió en un auténtico beso en cuanto él correspondió tan sólo unos instantes más tarde. Ladeando un poco su cabeza para encajar a la perfección con ella, Cat Noir presionó en su dirección, obteniendo un suspiro de su parte. El delicado agarre en su cintura se convirtió en un abrazo en el mismo momento en el que los brazos de ella rodearon su cuello.

En cuando Ladybug comenzó a separarse lentamente de él, este le robó un escurridizo beso antes de dejarla ir definitivamente. Ambos se sonrieron el uno al otro en cuanto sus ojos se encontraron de nuevo.

-Te quiero, Marinette...- susurró él uniendo sus frentes.- ¿Esto significa que nosotros...?

Los ojos de la chica de abrieron en sorpresa, pero antes de responder a algo tan delicado se lo pensó unos instantes.

-Adrien, somos superhéroes. Si Hawk Moth se llegara a enterar de que tú y yo somos...

-Pero no somos héroes todo el tiempo.- aseguró él.

-Una gran parte, sí. ¿Crees poder dejar lo nuestro a un lado durante esos momentos?- Cat Noir agachó su cabeza. Ni siquiera en las situaciones más intensas podía detener a su lengua antes de soltar algún comentario con ánimos de coqueteo hacia ella, menos podría mantener a raya sus interacciones siendo algo más.

-Entiendo...- murmuró. Ladybug acarició sus mejillas con sus pulgares al momento que le regalaba una sonrisa.

-Hagamos una promesa, ¿vale?- prepuso.- El día que por fin derrotemos a Hawk Moth, seremos una pareja oficialmente.- Aquello logró subir un poco al ánimo de su compañero.

-Será mejor ponermos manos a la obra y acabar con él entonces...

Ahora sí: Colorín colorado, este cuento se ha acabado. No puedo creer que por fin saqué Glaciator. Era el que más me tenía tensa...

Seguimos con lo demás. Y para los que están preguntando por la siguiente parte de "Tres son Multitud", aguántenme. Ya los siguientes dos capítulos están no más de publicar, pero no sé cómo voy a estar de tiempo las siguientes semanas y quiero asegurarme de por lo menos tenerlos así listos, completamente terminados.

Quien escriba fics sabe que es mil veces mejor tener todo terminado y en "bodega" postergando la publicación, que con la presión de no tener ni un párrafo para ofrecer...

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