Código Lyoko (Lyoko #2)

Ep 4: ¡Eres cómplice de Xana!

Narra Yumi.

-Venga cuentame que te pasa. -Dije sentandome a su lado.

Abrió la boca para empezar a contarme al fin.

-Si te pensabas que pude salir de Lyoko así de fácil, estabas muy equivocada. -Dijo Yasmina apoyando todo su peso en sus manos apoyadas en la cama.

-¿Como? -Pregunté confusa.

-Tuve que dar algo a cambio. -Dijo Yasmina.

-Tu decías que te podías esperar aunque sean 3 meses ¿Era necesario dar algo a cambio? A verlo dicho y te hubiéramos sacado a ti de allí y no a Max, Max podría a ver esperado. -Dije yo algo indignada.

-Espera, no lo entiendes. Y deja ya de juzgarme.

-Dime que pasó, cuentame que le diste a Xana a cambio.

-No es tan fácil Yumi, Xana me ofreció sacarme de allí, ya que me dijo que era casi imposible que me sacarias vosotros, y podía quedarme allí para siempre.

Bufó. -¿Y la crees? -No la juzgues Yumi. -¿Y como que te dijo Xana? ¿Apareció Xana?

-Estaba en la torre y oí su voz.

-A ver yo al principio no me fié de ella y obviamente dije que no, pero ya era siempre, siempre que Max se ausentaba ella aprovechaba para hablarme, aunque fueron dos dias, 48 horas, 40 horas hablandome otras 8 horas estaba con Max. Era una maldita tortura.

-¿Pero entonces Xana te hablaba? ¿Y te dijo algo interesante? ¿Como cual era su objetivo? O ¿Como era?

-Dejame seguir explicando. 

-Si, perdón.

-Me hablaba y hablaba, insistiendo que siguiera sus pasos, cada hora que pasaba con ella, me amenazaba, me decía que me había estado vigilando desde siempre, desde que nací, de echo me contó mi vida prácticamente, por eso le empezé a creer, me empezé a creer sus amenazas entonces empezé a a obedecer, no tenía opción, empezó a mostrarme de todo lo que era capaz y no era poco, ella me "ayudo" a salir de Lyoko, sin mostrar el mínimo rasgo de preocupada o triste, y asi fué, empezó poniendome una orden el día del baile, bastante fácil, no se aún a que conduce, pero a nada bueno.

-Oh dios mío Yasmina ¡Eres cómplice de Xana! -Dije asustada levantandome.

-No Yumi, espera... -Dijo ella en un intento de tocarme el hombro.

-¡No me toques Yasmina! ¡Eres nuestra enemiga! -Dije yo evitando su gesto.

Ella empezó a hiperbentilar. -Y yo... pensaba que eras la única... que... que me entendía. -Su respiración era muy agitada. -Jamás... jamás os dejaría de... lado.

-Tranquilizate, perdona por mi... reacción. Tienes razón tu no nos dejarías nunca de lado.

Ella siguió respirando de una manera muy agitada y rápida, con algo de miedo, baje la mirada hacía sus muñecas y el color iba enrojeciendo. Cojí su brazo para verlo mejor, pero ella me lo apartó.

-¡Dejame Yumi! ¡Largate necesito estar sola! -Me gritó de nuevo ella.

-Yasmina, de verdad perdóname. Todo esto pasará ¿vale? Juntos derrotaremos a Xana.

Su respiración iba a mejor. -Esta bien, te sigo contando.

-Porfavor. -Dije yo.

-Mi primera orden, fue hacerme íntima amiga de Max

-¿La segunda orden? -Seguí preguntado.

-Espera dejame acabar, al hacerme mejor amiga de Max, que al parecer no fué nada difícil, el me lo pidió, al cumplir esa "misión", se... me abrió la piel, no tengo ni idea de porque, poco a poco se fue abriendo mas y mas, hasta dejarme así, como puedes ver, yo nunca me rajé, y nunca lo haré no estoy tan loca de rajarme por Xana, esta fué mi primera hérida que me salió así de la nada. -Dijo señalandome una hérida de muchas. - Al principio, me salía mucha sangre, después se me fué calmando,y así con todas las héridas que tengo.

-Yasmina... Dime que mas ordenes has echo de Xana... -Dije muy preocupada porque tenía en la muñeca 5 o 6 cortes.

-Mi segunda orden fué conseguir que Ulrich y tu... Salierais...

Así que no fue nada más que un simple personaje, una marioneta de Xana.

Por más que me intentara tranquilizarme no podía, sentía un calor en las mejillas, y una ira inmensa. Pensaba que ella era mi amiga.

-Lo siento... -Dijo ella.

Yo me giré apretando mis puños, sintiendo mis uñas.

-No pasa nada, continúa. -Fingí un poco.

-Esta bien... Esta fué la raja. -Dijo acercandomela.

Me retorcía un poco de dolor, la héridas eran muy abiertas.

-¿Tu tercera orden Yasmina? -Pregunté.

-Mi tercera orden fué... Hacerte creer que...

Por una parte quería saberlo obviamente pero por otra... Algo me olía muy mal.