𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍𝐋𝐘 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑, peter parker: ❝Tienes una cara proveniente del cielo, pero siempre estás ardiendo como el infierno, ¿qué tengo que hacer para seas mi celestial guardián?❞
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KIT
EL ALIENTO ME FALTA Y LAS BOCANADAS de aire no son suficientes para controlar la forma en la que mi cuerpo tiembla en una total explosión de mis emociones retenidas, me siento casi al borde del colapso por lo que acaba de ocurrir, estuve a punto de comprometer todo, mi investigación y mi identidad real, algo que rotundamente no podía permitirme. Tengo la frente contra la fría pared de un callejón, los uñas de mis manos rasguñan con fuerza dicha superficie y mi respiración cada vez es más pesada, las lágrimas siguen saliendo de mis ojos, me siento exhausto, desesperado. Spiderman ahora sabe mi nombre y estoy seguro de que no lo dejará pasar por alto, hará lo que sea para descubrir mi identidad y cuando lo haga sabrá la verdad de la investigación.
Si antes de encontrármelo hoy ya me sentía arrepentido por robarle su investigación y abandonarlo en el club, ahora me siento el peor ser humano del planeta, porque escuchar la inseguridad en su voz pidiéndome una explicación de esa forma me partió el corazón. Cuando le escribí esa nota citándolo en el club me estaba dejando llevar por el impulso de destruir esas emociones que no quería retener en mi interior, el miedo no me dejaba tener las ideas claras, y mientras elaboraba una estrategia para librarme de él, aquel malestar constante en mi pecho hacia eco. Mi plan inicial era simple, tomar su investigación cuando no se diera cuenta y desaparecer, pero no tenía en mente conocer a un italiano que prometía despejar mis preocupaciones solo usando su boca y sin emitir palabras, tampoco tenía en mente que Spiderman —o bien Peter— viera eso, aunque en el momento lo sentí como una ventaja al ver su cara desconcertada, sacarlo a bailar fue un impulso de remordimiento que no pude evitar y luego ese constante malestar se convirtió en un hormigueo dentro de mi cuerpo con cada mirada que cruzábamos o como me sonreía torpemente al escucharme hablar idiomas que no entendía, ahí fue cuando me di cuenta de que ya era tarde para ser precavido con mis emociones, me gustaba.
Me gustaba Spiderman y él era un superhéroe, como yo. Había jurado que nunca dejaría que algo así me ocurriera, porque enamorarme de otro superhéroe era solo ponerle fecha a una tragedia, tarde o temprano uno de los dos moriría salvando a alguien, todos los héroes morían así. No estoy seguro de poder sobrellevarlo en caso de ver morir a mi pareja, algo dentro de mi me dice que quedaría destrozado. Y posiblemente terminaría haciendo una estupidez, como una trágica novela de Shakespeare.
