INTUICIÓN JAEGER

ESA EXTRAÑA SENSACION

- ¡Pero papá! ¡¿Por qué no?! -protesto sujetando el pantalón de su víctima como si la vida dependiese de ello.

-...

- ¡Juro que solo será esta vez! Sabes que siempre cumplo con mi palabra. -Continuo aferrado a la tela mientras el otro jaloneaba exhausto.

- ¡Ya te dije que no! -espeto el castaño mayor arrastrando la pierna a cada paso que daba. - ¡Suéltame mocoso! ¡Estas más pesado de lo que piensas Eren, madura de una vez!

El susodicho solo se aferró con más fuerzas con un puchero en sus labios.

-Ni que fuera melocotón...

- ¡Eren!

-...

_ ¡Suelta!

_ ¡NUNCA!

Grisha con la última gota de paciencia cayendo por su frente opto por la opción mas sana da todas, después de todo él era el mayor de la casa por lo que tenía que actuar como tal. De manera madura y respetable cogió a su hijo menor por los hombros con delicadeza, el blondo lo miro con su cara de cachorro envuelto en lagrimas y el típico puchero berrinchudo, Eren sonrió con cariño, a lo que su padre devolvió la sonrisa acariciando sutilmente sus cabellos en un perfecto ambiente de amor familiar... para después arrojarlo con toda su fuerza y sin nada de delicadeza sobre el sofá de la sala.

El castaño menor parpadeo descolocado.

- ¡Mi padre me odia! UWAAAAAAAAAAA -se acostó de barriga abrazando con fuerza uno de los cojines decorativos.

"¿Pero qué diablos? ¡Ese fue un perfecto John Cena!" -Pensó Grisha indignado.

-Por el dios de la destrucción ¿Qué he hecho mal? -susurro con los hombros caídos, sujetando el puente de su nariz, luego su vista volvió a su hijo. _ Si quieres.... puedo encargar hamburguesas con queso.

Eren dio un salto de alegría olvidándose de la nube negra que traía consigo segundos antes.

- ¡Está bien! Eso lo recompensa.

- Que testarudo.

- Yo solo quiero ir a casa de Armin. -elevo los hombros como si fuese la cosa más inofensiva del mundo.

Ante eso el castaño mayor afilo la mirada, acercándose a su hijo paso a paso hasta quedar frente a frente y susurro despacio y malévolo.

-Estas CAS-TI-GA-DO.

Eren sintió un escalofrió por todo el cuerpo, pero su orgullo le impedía sentir miedo frente al aura malévolo de su padre, aun así trago duro alejándose lentamente hacia atrás.

- ¡Castigado! Si, si, como olvidarlo hehehe pero que cosas....

- ¿Cómo qué "pero que cosas"?

- Hehehehe

- ¡Eren! ¿Que no aprendiste la lección? -Le apunto con el dedo acusador.

Como odiaba Eren al dedo acusador.

- ¡Claro que si, papá! -Dijo seguro con una sonrisa que mostraba los dientes- Nunca más llegare tarde a clase, ¡Te lo aseguro!

El tic en la ceja de Grisha no tardo en aparecer.

- ¿Llegar tarde? ¡Pero si eso es poco con todo lo que has hecho! -Esta vez lo sujeto de la camisa agitando su "inofensivo" cuerpo con desesperación. - En una semana te metiste en dos peleas por quien sabe que tontera, te pillaron espiando en el vestuario de las chicas, llevaste un perro a la escuela y lo escondiste en el baño, rompiste seis ventanas en diferentes ocasiones consecutivas, ¡Encendiste petardos en la clase de química, por Dios! ¿Quien hace eso en un laboratorio? ¡Llegar tarde no es nada! _dijo soltándolo y terminando por suspirar sin ganas-. De igual forma ajustare tu alarma.