22.Reinos.

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Reinos

Estában todos, era un ejército de oscuridad, las marionetas de naraku... antiguas marionetas: kana, kagura y hakudoshi. Junto a naraku y sus demonios, estábamos nosotros las almas y nuestro ejército del pueblo, era la guerra final; un adiós a la oscuridad.

- el momento llego-hablo naraku completamente exitado.

- Si, llegó la hora de que desaparezcas de mi reino-hablo la amenaza, se ganó el respeto de todo el pueblo.

La guerra empezó, los elementos luchaban contra los demonios, era una masacre sangre roja por todos lados, los tentáculos de naraku esparcidos por el lugar. Kagome manipulando los cuatro elementos junto el poder de la luz, la naturaleza; inuyasha pelea con sus distintos tipos de fuego, viento y sobre todo su colmillo de acero.

Aquellas almas predestinadas a reencontrarse peleaban contra los secuaces de la sombra, heridas y muertes por todas partes, llantos y irás. El dolor y la sangre que se veía en aquel campo de batalla, corren para defenderse, atacar o de última morir, el mundo es oscuro y la muerte es inevitable.

-kagome... esto se está complicando-hablo el peliblanco con líneas orejas.

-ahí demasiados muertos, miroku y yo logramos acabar con kana-hablo el niño mitad zorro.

-chicos-al fin hablo la azabache al tenerlos a todos sus amigos a su alrededor-si esto se pone feo... quiero que se rindan, que no mueran... porque, los amo.-su voz era completamente ahogada.

Vuelven a la pelea, inuyasha peleaba contra naraku junto con Kagome, sango y miroku contra kagura; shippo ayudaba a los aldeanos que se unieron a su guerra.

Lo tenian acorralado, naraku estaba completamente herido gracias a la espada de inuyasha, su fuego y los ataques de la azabache, sin entender nada, naraku estaba más débil de lo que recordaban; o ellos, ellos estaban más fuertes que la última vez. La espeluznante risa de naraku retumba en los oídos de todos los aldeanos, empezó al ver a caer a caer su último secuas kagura; estaban todos rodeando al mal nacido moustro el cual sólo podía reír.

-se acabó... naraku-dijo la azabache mostrándose firme.

-¿se acabo?-pronuncio confunfido-esto no a acabado... kagome dime, ¿que se siente volver a repetir una vida pasada?-pregunta refiriéndose a la chica azabache .

- no repetí nada, es más... lo único que repetí fue enamorarme; de la misma persona pero acerlo. Esta vez te ganaremos naraku, no ocurrieron muchas cosas que la otra vez si-estaba completamente contenta pues sabía que muchas cosas no pasaron gracias a otras que si.

- se acabó naraku... ganamos-inuyasha estaba por atacar a naraku con su espada, un flecha, si una flecha casi atraviesa su cabeza.

-kikyo-susurraron los presentes los cuales conocían a la chica.

En la oscuridad sobre sale la bella figura de la azabache.

- no voy a impedirles nada, maten a naraku si quieren... no me interesa, sólo quiero una sola cosa.-empezo a hablar completamente fría.

- ¿que?-dijo sango y miroku al uniso.

-libertad-dijo con lágrimas.

- mi querida kikyo... que lindo es saber como me amas-hablo naraku.

Con su cuerpo y tentáculos remunerados rodeó a los portadores de las almas antiguas almas legendarias. Estaban en las tinieblas completamente, sólo dos esferas de fuego iluminaban el lugar eran nada mas que inuyasha y Kagome en un fuego tan rojo ambos.

De la nada salían demonios y serpientes, naraku estaba atacando con más retenciones de su cuerpo, aunque era un poco difícil para casi todos lo esqubaban, para el híbrido desplazarse a gran velocidad no era nada es más estaba protegiendo a todos sus amigos lo mejor que podía.

-kagome-dijo este estando a su lado.-se que no pasará, pero ... TE Amo.-su sin más, a la azabache se le cristaliza los ojos emocionada. Si bien inuyasha humano se lo había mencionado de otros modos, besos... pero era la primera vez que el inuyasha híbrido se lo decía.

-yo... también te amo-dijo dejando salir una lágrima.

- inuyasha... es hora de que esta vez sí logres acabar con el-hablo shippo, el pequeño zorro es ágil y escurridizo pero aún así le costaba.

- Si, lo lograré de una vez-dijo, la azabache no entendía nada, ¿a qué se refería el pequeño niño?.

El hanyou sin pensarlo 2 beses beso a la azabache, susurrando en su oído algo que logra sonrojarla, con su espada lanza el ataque del viento cortante. Destroza demonios y asta el propio cuerpo de naraku, con todo su cuerpo completamente encendido en llamas de diversos colores mezclados y ondas de viento, su espada se rodea en viento y fuego, estaba fusionando todos los poderes de la espada en uno solo, sus propios poderes igual, tenía que atacar en uno solo.

El gruñidos de naraku era de molestia pura, completamente furioso. Sus compañeros estaban sorprendidos menos el pequeño niño el cual sólo tenía una mirada sería y en lo más profundo quería no perder la esperanza.

-tu puedes Inuyasha, tú debes protegerla-dijo el zorro al ver como en un solo movimiento de su espada atacaba al demonio el cual intento completamente esquivar el feroz ataque, no lo logra a lo que se reduce en cenizas.-lo prometiste...-la figura del hombre mitad bestia que hizo iluminar el mundo de las tinieblas con un abrasador y cálido fuego cae al suelo en un golpe seco.

-¡¡inuyasha!!-gritaron sus amigos al verlo tumbado, no esperaban que fuera el quien acabara con el mal.

En las antiguas historias siempre decían que era la portadora de la perla quien debía detenerlo, nunca se imaginaron tal cosa, socorren a su compañero fiel, aunque tuvieron su discusión. Estaba vivo pero débil, los habitantes del Reino celebraban y ellos también pues la mano de inuyasha se elevó para poder incorporarse, era una felicidad tan grande.

- que mejor arma para iluminar en la oscuridad que el fuego-dijo el pequeño shippo con una gran sonrísa.

El peliblanco el cual se volvió azabache asintió con una gran sonrisa.

-te dije que doy invencible... nadie me gana-dijo orgulloso el príncipe de si mismo.

Kagome beso su mejilla a lo cual el casi cae, toda esa gran energía lo debilitó demasiado, empezaron a caminar a donde estaban las aledañas y niños ocultos. Kikyo con una gran sonrísa y lágrimas en los ojos mira al feliz grupo por su victoria.

- soy kikyo-susurro con algo entre las manos-somos libres-suelta algo en el viento sintiéndose el viento cortarse.

- se acabó-dijo el pelinegro de ojos azules con una sonrisa, cierra los ojos sintiendo algo tras él.-se acabó-susurra con una melancólica sonrisa.

***

Es inevitable, se que está mal narrado pero bueno en algún momento iré editando la historia, poniendo escenas de más y sobre todo corrigiendo cosas de ortografía o palabras que el corrector cambio.

Si es el final! Pero falta sólo el epílogo.

Adiós... mil gracias por todos su apoyo incondicional gracias.

Los Elementos.(Inuyasha)/editando/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora