Prólogo

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— ¿Ustedes son novios? — cuestiona sonando realmente confundida, mirándonos de hito en hito como si fuera la situación más bizarra que jamás hubiera presenciado.

Su expresión me hace soltar una risotada absurda—No — aseguré despreocupadamente con un ademán de la mano.

— ¡Si! — exclamó él, interrumpiendo mi afirmación.

— ¿Si? — vuelve a cuestionar ella, tan incrédula que se veía como si le hubieran dicho que los alienígenas acababan de invadir la tierra.

— ¡¿Si?! — espera, ¿Qué?.

Volteé para encararlo, ahora era yo quien lucía como si estuviera escuchando la alerta del gobierno avisando la inminente invasión extraterrestre. La cabeza me daba vueltas por mi brillante idea de beber como si mi vida dependiera de ello, y la música que retumbaba escandalosamente por el lugar no ayudaba en nada, sentía como si las únicas dos neuronas que me quedaban activas se cortocircuitaran al tratar de unir los puntos. Estoy segura de que si en ese momento me hubieran preguntado cuánto es dos más dos, me desmayaba ahí mismo.

—Que si — masculla entre dientes, lo suficientemente bajo para que solo yo lo escuchara.  — Salimos hace tiempo.

Entonces, luego de que el Error 404 de mi mente pasara, tuve un momento de iluminación al ver a esos dos, tan juntos y felices. Y luego estaba yo: sola, desolada y alcoholizada. En ese momento el chico de los ojos verdes que sujetaba mis hombros para evitar que cayera al suelo de nuevo parecía ser un gran partido.

— Ah si... somos, somos novios. Si —afirmé, arrastrando las palabras, eso me hizo reír de nuevo, realmente sonaba demasiado graciosa— bésame cariño, porque... somos novios... y eso.

Jódete mi amorWo Geschichten leben. Entdecke jetzt