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—Si yo fuera plomero, ricura, te destaparía el agujero.

SungGyu escupió la bebida que estaba tomando sobre SungJong, que soltó un chillido de horror y asco. Entornando los ojos para fulminar con la mirada a quien fuera que le dijo esas palabras.

Se encontró con el rostro sonriente de Maluma, y a su lado estaba–

—¡José Álvaro! —saludó SungJong como si nada, haciéndose a un lado en la mesa para dejarle espacio a los recién llegados—. Mira, éste es el amigo del que te hablaba, se llama SungGyu. Es un poco gruñón pero buena persona.

SungGyu fulminó con la mirada a SungJong, que le observaba con una sonrisa inocente aunque podía leer la maldad en sus ojos. Ese enano era el hijo perdido de Satanás, ya lo tenía claro desde hace mucho tiempo.

SungJong abrazó el brazo de Maluma pestañeando con seducción en tanto el recién llegado contemplaba a SungGyu con admiración.

—Quisiera ser pirata, para encontrar el tesoro que tienes entre pata y pata —dijo Balvin sin dejar de sonreír.

Por el amor a todo lo sagrado...

—Voy a matarte, SungJong —le gruñó al chico de cabello rosado.

SungJong, que en ese momento estaba comiendo una patata frita que Maluma le dio, lo miró con desconcierto.

—Yo sólo quiero animarte —SungJong frunció los labios—. Desde que hablaste con el director para aceptar la beca que estás más gruñón y triste que nunca.

SungGyu desvió la vista, pensando en la última conversación que mantuvo con el jefe de su carrera sobre los papeles que iba a necesitar para comenzar con el traslado. Era una oportunidad única en la vida, como había dicho su profesor, e incluso su mamá comenzó a llorar cuando le contó sobre ello.

Pero a pesar de todo eso, no podía evitar pensar en el rostro sonriente de WooHyun.

No había hablado con él desde que huyó de su casa, dos semanas atrás.

—No estoy triste —mintió comenzando a comer de sus papitas—. Y definitivamente no necesitaba que me consiguieras una cita —miró a Balvin, que en ese momento parecía demasiado concentrado en descifrar el coreano de los anuncios de comida—. ¿Acaso tú no arreglaste tu relación con HoWon?

SungJong se encogió de hombros, sonriendo otra vez con maldad.

—Ya puse mis condiciones —humedeció su labio, riéndose—, pero HoWon quedó en Hoshook y me pidió un poco de tiempo para prepararse. Además... no he hablado mucho con él esta semana, creo que está un poco ocupado —se encogió de hombros—. Pero si lo pillo con ese chico...

—SungJong celos locos no lo dejará caminar en un mes —bufó SungGyu.

—Haré que me diga daddy por el resto de su miserable vida —respondió soñadoramente SungJong.

SungGyu soltó una risa baja, negando con la cabeza y sin poder creer que ese chico que lucía tan dulce y tierno fuera un diablo por dentro.

SungJong iba a decir algo más, pero luego se quedó callado.

—¿Qué pasa? —preguntó SungGyu.

—Mira, te voy a decir algo pero no te gires– ¡SUNGGYU, NO TE GIRES POR LA PUTA!

¿Qué se supone que iba a hacer si le decían que no se girara? ¿No girarse? Sí, claro, como si esas cosas funcionaran un poco.

Se encontró con los ojos castaños de WooHyun, posados sobre él.

Detrás, HoWon llevaba una bandeja de comida.

Si la situación no podía ser más incómoda, el amigo de Maluma pasó un brazo por los hombros de SungGyu, atrayéndolo contra él.

Los ojos de WooHyun se estrecharon y comenzó a caminar hacia él.

SungGyu lo miró de forma grosera, recostándose contra Balvin, pensando con rabia que WooHyun no podía reclamarle algo porque ellos habían terminado, ya no estaban juntos, y las cosas habían terminado mal así que no había otra oportunidad entre ambos.

—Quiero hablar contigo, SungGyu —dijo WooHyun frente a ellos.

SungGyu no lo miró, fingiendo estar leyendo un anuncio de la pared con interés.

SungJong se removió en su asiento, incómodo.

—Oh, vaya, yo creí que habías cortado toda relación con Maluma, SungJongie —dijo HoWon con una sonrisa psicópata al lado de WooHyun.

—No has respondido a mi condición —replicó SungJong sin amedrentarse.

Hubo un pequeño silencio.

—Esta noche iré a tu casa —dijo HoWon haciendo el gesto que solía hacer cuando se encontraba celoso: presionó su lengua contra una de sus mejillas con ojos disgustados.

—Lleva mucho lubricante, mi amor, porque no voy a follarte el culo sólo con mi polla —contestó SungJong sonriendo de lado.

HoWon se giró, murmurando groserías en voz baja, y se alejó para sentarse en una mesa un poco lejana.

—SungGyu —insistió WooHyun.

—¿Sigues aquí? —gruñó SungGyu sin mirarlo todavía.

—Por favor.

—No hay nada de qué hablar.

Otro silencio entre ellos.

—Gatito... por favor...

Su tono de voz destrozado fue suficiente para hacerlo bufar de forma casi imperceptible, poniéndose de pie.

—Vamos a algún lugar más privado —fue todo lo que dijo SungGyu.

WooHyun lo siguió sin dudar un poco.

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❥Novio de Alquiler | ➳[GyuWoo]Where stories live. Discover now