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Cuando conocí a Julian él tenía 23 años. Yo era una muchacha tímida de 21. 

Recuerdo haberlo visto entrar a deshora a nuestra clase de Introducción a la Historia de la Música. Llevaba unos pantalones ajustados y unas converse desgastadas, su polera parecía recién pasada por un mechoneo(*), traía el cabello desordenado que le llegaba hasta el final del cuello, su mentón era pronunciado y estaba partido en la mitad, tenía unos grandes ojos de color castaño que miraron atentos a los integrantes de la clase. 

Se dio el tiempo de divisar un asiento vacío y lo ocupó con su delgada anatomía. Cuando pasó por mi lado intenté no voltear, pero la curiosidad me ganó y le miré de manera inquisidora, este me volvió la mirada con una expresión fría y desinteresada. 

En el resto de la clase no pude entender porque su rostro me había llamado, tal vez me había asesinado en mi vida pasada o había sido cartero en su tiempo libre y me había entregado la correspondencia hace algunos años, el asunto es que su presencia me desconcertaba y quería conectarme a la clase, pero me sentía como plancha de campo** sin entender nada de lo que sucedía a mi alrededor. 

Y desde ese día las cosas siempre eran así, cada vez que Julian estaba cerca las palabras se me enredaban, las cosas se me caían de las manos y me tropezaba más de lo normal, era como si su presencia implicara "estupidizarme" y eso me hacía sentir incómoda, hasta que este se largaba a reír de manera despreocupada y me golpeteaba la espalda mostrando su despreocupación ante mis manos torpes y mis comentarios sin sentido. La mayoría del tiempo parecía que nada le importaba en lo absoluto, fumaba sus cigarros mirando los detalles más mínimos, me comentaba sobre los perros que paseaban en las calles y a veces me sugería que las nubes tenían formas extrañas. Me costó mucho tiempo que me revelara cosas sobre sí mismo. 

Con el tiempo descubrí detalles extraños de él. Solía comer su almuerzo muy temprano por las mañanas y mientras todos desayunaban me pedía que lo acompañara a calentar sus preparaciones del día anterior. Cuando estaba aburrido hacía que sus dedos galopearan sobre las cosas. A veces, cuando se le acababan los cigarrillos, se acercaba a grupos de amigos y les conversaba como si los conociera hace años y cuando todos estaban concentrados en sus palabras, este se robaba la cajetilla de los distraídos. También, le gustaba escuchar Queen cuando se bañaba y siempre oía la misma canción, decía que "I Want To Break Free" le daba una energía imparable.

El tiempo nos hizo más cercanos y pasábamos tardes completas hablando sobre el futuro y nuestras incertidumbres, practicábamos nuestros proyectos musicales mientras fantaseábamos con el dinero que nos daría la fama, siempre bromeé con que le gustaría aún más la cerveza y se caería borracho del escenario si seguía bebiendo de la manera en que lo hacía. 

Recuerdo cuando celebramos mi cumpleaños de 22. Mi casa estaba repleta, en cada cuadrado de baldosa habían un par de pies con un vaso de alcohol en la mano. Julian estaba sobre una mesa ajustando un micrófono y jugando con un pedal, hacía una voz monstruosa para enviarme mensajes mientras me encontraba saludando a mis invitados. 

Esa noche comenzó a sonó "Kiss Me" de Sixpence None The Richer (https://www.youtube.com/watch?v=8N-qO3sPMjc)

Comencé a mover mi cuerpo al ritmo de la canción, mientras mis manos se removían de forma coqueta en mi pelo castaño.  Unos brazos cálidos me envolvieron desde la espalda y sentí una nariz escabullirse en mi cuello, volteé rápidamente y me encontré con los ojos esmeralda de Harry. Un muchacho que estudiaba música conmigo. 

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⏰ Last updated: Jul 29, 2018 ⏰

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La vida es simple bajo la luz de la luna [Julián Casablancas]Where stories live. Discover now