Estaba sentado en un sillón de la sala de espera mientras Ruby le daba aire.
Estaba pálido y mareado, intentando beber agua.
- Diablos, Wonho... sólo a ti se te ocurre hacer semejante tontería...
Él soltó una risita nerviosa.
- No sabía que me pondría así, han pasado un par de horas y creo que me emocioné mucho con tu llamado...
La mujer lo miró con cara de no aguantar su tontería y él rió levemente.
- Fueron muy claros antes de comenzar, te dijeron que debías mantenerte muy calmado por las próximas 24 horas, apenas llevas 4 y andas corriendo hijo mío ¿Eres tonto o te haces?
- También me gustaría tener una respuesta para eso...
Sonrió triste.
La mujer lo hizo que se pusiera de pie y le arregló la camisa manchada por la sangre de Hyungwon que aún no había podido cambiarse.
- Ve, ya es hora...
Él suspiró triste mirando la puerta de la habitación de hospital.
- Ruby... ¿Qué crees que pase allí dentro? ¿Debería despedirme de él o...?
Ruby suspiró triste.
- Tú sabrás que hacer...
Comenzó a caminar en dirección a la puerta de la habitación, sentía su corazón desbordado de muchos sentimientos encontrados, sin embargo se mantuvo en silencio y entró haciendo el menor ruido posible.
Y lo vió en la camilla con los ojos cerrados.
Se miraba un poco demacrado por el cansancio y la mala alimentación, pero sus labios habían recuperado su hermoso tono rosado y sus mejillas tenían ese cálido rubor que amaba.
Se sentó a una orilla de la camilla y le agarró la mano con cuidado de no tocar el lugar donde tenía la aguja.
En ese momento Hyungwon abrió los ojos observandolo fijamente y apartó su mano, no quería tocarlo.
Wonho suspiró triste y decidió romper el silencio.
- Ruby me dijo que me llamaste... pensé que querías verme.
Hyungwon aclaró su garganta.
- Si, le dije que te llamara, sólo quería decirte... Gracias por... todo lo que hiciste por mi, te lo voy a pagar algún día.
- Hyungwon no quiero que me pagues nada...
- Bien... Entonces es todo, puedes retirarte.
Wonho lo miró muy triste.
- Hyungwon...
- No quiero hablar contigo.
Wonho suspiró mientras sus ojos se humedecían y tomó su mano entre las suyas.
- No me odies por favor...
Hyungwon miró hacia la ventana para evitar la triste mirada de Wonho, pues sus propias lágrimas estaban amenazando en salir.
- No te odio... Pero no quiero hablar contigo.
- Hyungwon no se de que otra manera decirte que me perdones... Pero te lo pido nuevamente, perdóname... si quieres que me arrodille, lo haré por ti...
Hyungwon suspiró y una lágrima salió involuntariamente.
- Sólo quería que me amaras...
