Capítulo 1

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—¿Cómo están las cosas, Roronoa? — Se escuchó por el intercomunicador de su traje.

—Nada hasta ahora, comandante Smoker, mi equipo está haciendo una revisión del área, yo me internaré a las ruinas del laboratorio—

Recibió la orden de comunicarse en cuanto encontrara algo inusual u obtuviera los documentos que debía recuperar. Levantó nuevamente el arma que le obligaban a usar, supuestamente aquel ingeniero le había dicho que las balas de ese potente rifle acabarían con cualquier ser vivo mutante que se atreviera a encararle. Prefería las espadas laser diseñadas especialmente para él, por lo que las mantenía sujetas a su cintura con un sencillo gancho de su uniforme anti-radiación.

Desde que fue dejado por la nave en las ruinas de esa ciudad, cierto malestar se instaló en su pecho. Zoro no era una persona supersticiosa, la tecnología de alta gama que usaba y los innecesarios datos médicos y científicos que su compañero Trafalgar solía soltar le hacían evitar leyendas tales como los fantasmas, pero eso no incluía a su equipo, el cual durante todo el trayecto se dedicaron a contar ridículas historias de fantasmas y aunque era verdad que esa ciudad había enterrado a sus miles de habitantes bajo una fuerte explosión, dudaba que el lugar estuviera embrujado o algo así.

La imponente ciudad de Lefter fue hace años un punto de reunión de los científicos y médicos biogenéticos más importantes de aquel entonces, en esa ciudad se llevaban a cabo experimentos revolucionarios y se desarrollaba tecnología de punta, volviendo a Lefter la ciudad más avanzada del todo el planeta. Incluso él recordaba vagamente visitar ese lugar algunas veces cuando niño, pero ahora no era para nada parecida al fascinante lugar que recordaba.

Fue culpa del regente de Lefter que la ciudad se viniera abajo. El conocido Vinsmoke Judge se encargó de crear una inmensa explosión que acabo con la vida de todos los habitantes de la ciudad y por supuesto, dejó en ruinas la misma. El lugar emitía unos niveles de radiación descomunales y para siquiera acercarte un poco se debían emplear las medidas necesarias.

Su misión era sencilla, entrar al viejo laboratorio, el cual misteriosamente era el único edificio intacto, y recuperar los informes y progresos de aquel Vinsmoke para su estudio.

Entró al laboratorio con paso tranquilo, siendo la única luz la que desprendía su traje y el foco con el que contaba su arma. Estuvo caminando durante unos minutos por los pasillos de lo que parecía el nivel superior, sabía que lo que buscaba se encontraba al menos unos pisos más debajo suyo.

—Base, aquí Roronoa, los pasillos del laboratorio están cambiando de lugar a como recuerdo del mapa— Informó el peliverde al notar que acababa de pasar nuevamente por la recepción de ese lugar.

—¿Otra vez te perdiste? — Una gruesa voz emitió una carcajada por el comunicador de Smoker y Zoro no pudo más que fruncir el entrecejo al reconocer al molesto ingeniero.

—Esto es enserio Eusstas, no tengo tiempo para tus juegos— Mencionó con irritación el de cabellos verdes, considerando seriamente el apagar el comunicador y mandar a la mierda el hecho de que los pasillos se movían.

—Que rápido logro irritarte — Zoro pudo escuchar el sonido de algunas teclas siendo presionadas del otro lado del comunicador y ante sus ojos se manifestó una línea de color rojo que seguía recta por el pasillo y luego doblaba a la izquierda —Lo único que tienes que hacer para recoger los papeles del viejo Smoker es seguir la línea que te he enviado a través del casco— Informó el pelirrojo dando por terminada esa conversación.

El soldado emprendió nuevamente la marcha, esta vez siendo guiado por aquella línea, cruzando algunos insípidos y aburridos pasillos antes de toparse con una sencilla puerta que, al tocarla con su enguantada mano, esta se soltó de sus bisagras y cayó al piso, dejando ver unas escaleras que se extendían más allá de lo que alcanzaba su vista.

Welcome to LefterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora