|2| ¿Buena noticia?

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-Sucrette-

Quien me marcaba era mi padre.
Los nervios me comían.
¿Cómo explicarle que sólo "vimos peliculas con Kentin"?
Sin pensarlo más decidí contestarle.

—Sucrette.

—¿Si papá?

—Ven enseguida a la casa, tenemos que hablar— Contestó seriamente y colgó.

Ya era tarde, seguramente se dió cuenta de lo que hice con Kentin.
No pude evitar poner un rostro de angustia.

—¿Qué pasa Su? ¿Quién marcó?— Preguntó Kentin preocupado.

—Me llamó m-mi padre— Hablé angustiada.

Kentin se ahogó un poco con el jugo.
—¿Y-y que quería?

—Que vaya a mi casa, tiene que hablar conmigo...

—Su, cualquier cosa yo, yo me hago responsable, de cualquier cosa que te diga dile que es mi culpa. Yo...

—Kentin, tranquilo no va a pasar nada— Dije posando mis manos en su mejilla. Automáticamente se sonrojó.-Pero, me tengo que ir por ahora...

—Te acompaño hasta tu casa— Dijo levantándose de la silla.

Ambos nos vestimos adecuadamente para poder llegar lo más rápido posible a mi casa.
Al llegar mi madre nos recibió con una sonrisa.

—¿Almuerzan?— Asentimos. No podría decirle a mi madre que ya habíamos almorzado un poco.

Mi estómago estaba por reventar, hasta que mi padre comenzó a aclarar su garganta. Iba a hablar obviamente.

—Sucrette. Hemos recibido una buena noticia— Limpiaba con sutileza su boca mientras deslumbraba felicidad por sus ojos.

—¿Buena noticia?— Pregunté. Kentin tan solo nos volteaba a ver intrigado.

—¡Tu padre consiguió un buen trabajo!— Estalló de alegría mi madre.

—¡Eso es genial papá!— Sonreí a ambos.

—Pero...— Me miró serio. Mientras tomaba después un poco de agua.

¿Pero? ¿Dijo pero?
Eso sólo indicaba malas noticias.

—Nos vamos a mudar— Su vaso chocó con la mesa.

—¡Pfft!— Kentin se estaba ahogando con el agua que estaba bebiendo. Traté de calmarlo un poco.

—¿Mudarnos papá? ¿Otra vez?— Respondí molesta mientras Kentin tomaba un poco de aire. Mis padres se  miraron serios. Implicaba problemas.

—Sucrette. No es fácil para nadie, pero esta es una buena oportunidad para todos. Incluso para ti— Trataba de calmarme mi madre.

—¿Y tan si quiera me puedo quedar aquí? Ya tengo la suficiente edad— Reclamaba justicia con mi mirada.

—No será posible Sucrette. Viviremos lejos de aquí y no será seguro para ti— Mi padre estaba tranquilo. No le interesaba en lo absoluto.

Giré a ver hasta mi madre. Evitó mi mirada.
Kentin tan solo estaba encogido de hombros. Abatido. No sabía que decir.

—Pero— Fue inútil tratar de hablar con él.

—¡No es no Sucrette!— Azotó el vaso nuevamente en la mesa.

Molesta me resigné a salir de la casa. Seguida por Kentin que no paraba de llamarme.
Sus manos me detuvieron antes de cruzar la carretera.

—¡Ten más cuidado Sucrette! ¡Por poco te atropellan!— Giró mi cuerpo para abrazarme después. —Sé que esto es difícil pero, no hay de otra alternativa Su— No me soltaba. Sentía correr sus lágrimas por mi hombro. Me sostenía con fuerza.

—Kentin, yo... Yo no quiero ir— Hablé de manera infantil. A pesar de que aquellas palabras no tuvieran significado sobre la decisión de mis padres.

—Su— Suspiró sin soltarme. —Se que esto es difícil, pero, no podemos hacer nada al respecto. Lo único que podemos hacer es mantener nuestros sentimientos por igual y mantener la esperanza viva de que pronto nos volvamos a ver— Me miró a los ojos, con esa mirada tierna que derritiria a cualquier chica sin duda alguna.

Asentí.
Nos fundimos en un abrazo, tan largo y a la vez tan corto. Posiblemente sería uno de los últimos abrazos que le daría.

—Solo, no me olvides Su, no olvides lo mucho que te amo.

—Nunca lo haría Kentin— Lo besé y el correspondió.

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⏰ Last updated: Dec 27, 2018 ⏰

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No te vayas nunca|Kentin| CDMUWhere stories live. Discover now