Terminar como ayudante de la bibliotecaria de la ciudad no estaba en mis planes.
Mis padres pensaron que debía empezar a trabajar, porque para ellos, ya era hora de que comenzara a independizarme. Así que, recorrí Seúl en busca de algún trabajo que me gustara y que no me aburriera en el transcurso de las horas.
Ya estaba empezando a rendirme, cuando leí un anuncio diciendo que en la biblioteca necesitaban un ayudante.
Pensé, que si trabajaba ahí, no sería una mala idea, ya que me gustaba leer y estar tranquila. Así que, sin dudas, entré a aquella biblioteca, donde rápidamente me aceptaron y al siguiente día comencé a trabajar.
Al ser ayudante de la bibliotecaria, tenía que ordenar cada libro con su respectivo género, limpiar las mesas donde chicos de mi edad dejaban restos de goma y snacks, entre otras cosas más.
Pero lo que más resaltaba de todo, era que, durante una hora, tenía que leer cuentos a niños de entre cuatro y seis años. También, podían colorear y dibujar, siempre y cuando, no sea en las mesas, paredes o libros que no sean aptos para ello.
Sus padres los dejaban en la biblioteca, y yo los guiaba hasta la sección de lectura, la cual era una pequeña sala con mesas y sillas de diferentes colores y muchos estantes llenos de libros infantiles. Escogía cualquier libro para niños de su edad y se los leía, con toda la alegría y entusiasmo posible, hasta que sus padres venían a buscarlos.
─¡Adiós, ______! ─exclamó Jiahao saludándome energéticamente con su mano, mientras se iba con su madre.
─¡Nos vemos mañana! ─sonreí, despidiéndome de él de la misma forma.
Así fui saludando a cada uno, hasta que no quedó nadie.
Suspiré y comencé a ordenar la sala.
Tomé los libros usados y los puse en las estanterías correspondientes, mientras tarareaba una canción aleatoria.
Quería completar mi trabajo e irme. Había estado desde temprano y necesitaba descansar un poco.
Pero, estaba tan concentrada en decidir si dormir una siesta o mirar alguna serie o película, cuando escuché una pequeña y débil voz, haciendo que dejara de ordenar.
─¿_______?
Miré hacia abajo, encontrándome con una niña de pelo castaño y ojos de color miel. Tenía algunas pecas en sus mejillas, y su cabello estaba atado en dos trenzas.
En su espalda, llevaba una pequeña mochila azul estampada con margaritas y no dejaba de mover su cuerpo de un lado al otro nerviosamente.
─¿Qué pasa, cariño? ─pregunté, agachándome a su lado.
─Todavía no han venido a buscarme ─contestó, con los ojos llorosos─. ¿Puedo quedarme contigo hasta que venga?
Oh no.
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𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒 𝐍𝐂𝐓. '[𝖙𝖊𝖗𝖒𝖎𝖓𝖆𝖉𝖆]
Fanfiction¡𝒏𝒄𝒕 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒆𝒏𝒕 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖! • one shots. • reacciones. » terminada. | 𝟭𝟮.𝟭𝟬.𝟮𝟬𝟭𝟵 | » la foto de la portada no me pertenece. créditos a su respectivo dueñx. » prohibida su copia/adaptación.