Capítulo tres.

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Miami, Florida. 🇺🇸
22 de agosto del 2023.
8:09 AM.

˗ˏ 🍼 [ el del jetski ] 🐺 *ೃnarrado

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˗ˏ 🍼 [ el del jetski ] 🐺 *ೃ
narrado.

Positivo. Eso era lo que resonaba en la cabeza de Zahara desde hacía dos días: positivo. Fue suficiente hacerse dos pruebas, y que las dos dieran positivo, para que su madre comenzara a gritar de felicidad y se pusiera a llorar por la emoción que sentía.

A diferencia de ella, que se había quedado completamente en shock al ver aquella palabra en la prueba azul. No podía creerlo, tenía que ser una broma. Estaba embarazada.

Esa mañana estaba sentada en la isla de la cocina, con su desayuno frente a sí y su madre sentada a su lado. Aún no le habían dado la noticia a su papá, porque las primeras personas que pasaron por su cabeza fueron sus mejores amigas.

Allí estaba, esperando que las dos contestaran la llamada grupal que estaba haciendo. Zahara no había podido dormir bien en esos dos días, tanto por los ascos que sentía como por la cantidad de sentimientos encontrados que le revolvían el pecho.

Se suponía que se había ido a Estados Unidos en busca de una nueva vida, de estabilidad, de cumplir sus metas... ¿Ahora qué haría? No había dejado de llorar, estaba muy hinchada.

La única que contestó la llamada fue Bella, cuando apareció en la pantalla estaba acompañada de Gaby. Ambas sonreían, con intenciones de hacer una broma, pero al ver la cara de espanto se su amiga se preocuparon.

—¡Baby! ¿Qué pasa? ¿Por qué esa carita? —Gaby fue la primera en hablar, haciendo un puchero.

—¿Pasó algo con la boutique?

Zahara negó con la cabeza, dándole una mirada fugaz a su madre que la miró dándole ánimos a que diera la noticia. La morena suspiró, pasando una mano por su rostro para tratar de concentrarse.

Y así, de la nada, soltó la bomba.

—Estoy embarazada.

La primera reacción que hubo fue un silencio incómodo que luego fue reemplazado por una gran cantidad de risas de parte de sus amigas, demostrando que evidentemente no se lo creían.

Zahara no se reía con ellas, ni tenía cara de querer hacerlo y por eso se detuvieron. Ahora ellas tenían la misma cara de preocupación que su amiga, Bella ya había empezado a llorar.

—No te creo... ¿Es...? ¿Es en serio?

La pelinegra rompió en llanto asintiendo a esas preguntas, sus dos amigas del otro lado habían comenzado a llorar aún más fuerte y Victoria, la mayor de todas, observaba la escena con una sonrisa nostálgica en el rostro.

ROA's BABY ⋆ roa pr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora