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La vida a veces puede ser muy difícil y muy pocas personas sobrellevan los problemas y les dan solución y en ocasiones son declarados como guerreros

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La vida a veces puede ser muy difícil y muy pocas personas sobrellevan los problemas y les dan solución y en ocasiones son declarados como guerreros.

Para Ágata, en estos momentos, no era su caso. Ha perdido a dos seres importantes en su vida y en el mismo día pero ¿Quién lo iba saber? La vida da muchas vueltas, un día estás aquí pero mañana puede que desaparezcas.

El doctor que reviso a Carolin le dijo a Ágata que su madre padecía del corazón y cualquier susto o noticia fuerte podían matarla. Su madre jamás menciono de su enfermedad a sus tres hijas ahora por no decirlo está muerta.

Toda la vecindad está apoyando a Ágata en el velorio de su madre y hermana, todos les dan palabras de aliento y alguno que otro vecino le da dinero, ella sin pensarlo lo acepta porque sabe perfectamente que lo necesitara.

Jade se encuentra cerca de Ágata, todo el tiempo le sostiene la mano. Aunque Jade tiene 10 años sabe exactamente qué está pasando pero aún se encuentra en estado de shock.

Ágata no aguanta más, así que decide tomar un poco de aire fresco.

Para esta ocasión lleva un vestido negro, que por cierto lo arrastra un poco, lleva puesto un par de huaraches ya muy desgastados, en fin va hecha un desastre. Si antes se veía fatal ahora con lo que le ha sucedido se mira peor.

Con todo este asunto no se había dado cuenta de que Aarón no ha regresado de comprar café para los que la acompañan en su dolor. Toma la decisión de dirigirse a su cuarto para comprobar si está ahí, se lleva la decepción de que no es así. Escucha ruidos al cuarto de junto, unos gemidos que apuesta que han de ser de Tifany su vecina que vende su cuerpo para ganar dinero y por puro placer. Trata de alejarse de ahí pero no puede evitarlo así que se acerca más y se da cuenta de que la puerta está un poco abierta es por eso que se escuchan los gemidos muy claros de su vecina. Trata de ver la escena y cuando la ve se queda petrificada.

No lo puede creer. 

Tifany y su acompáñate se dan cuenta de la presencia de su vecina.

Rápidamente Aarón se despega de Tifany y trata de vestirse y lo típico que alcanza a decir es lo siguiente:

―Ágata, no es lo que piensas.

A Ágata le empiezan a rodar lágrimas y lo que hace es salir de ahí y se dirige nuevamente a su casa.

¿Qué es lo que tiene la vida en su contra?

Primero su madre y hermana mueren y ahora Aarón, el hombre que ama con todas sus fuerzas, el hombre perfecto para ella la ha traicionado y de la peor manera. Jamás lo pensó de él.

Entra a su casa y toma unas bolsas negras, por un momento se olvida por completo del velorio. En aquellas bolsas empieza a meter todas las cosas que le ha dado Aarón, toma la decisión de salir de la vecindad y tirar eso a la vuelta donde toda la gente con mala costumbre tira los residuos.

―Ágata, cariño.― Escucha la voz de Aarón tras de ella, no voltea a verlo y sigue su camino.― Espera.

Llega a donde hay montones de basura, le cuesta tirar aquellas cosas pues en su momento la hicieron feliz. No lo piensa más y las tira.

―Ágata escúchame, tienes que escucharme.― Con los ojos rojos e hinchados Ágata le da una fuerte cachetada, tan fuerte que le deja roja la mejilla.

―¡DEJAME EN PAZ!― Le dice y se dirige nuevamente a la vecindad mientras que Aarón se compone un poco del golpe.

Cuando entra se topa con dos chicas, ambas se le quedan mirando pero la que más le roba la atención es la chica de estatura media, su cabello es precioso ondulado y color café y su piel es blanca, le clava una mirada muy penetrante en sus ojos color café claros. No entiende porque pero le recuerda un poco a su hermana que ahora ya está muerta.

―Ágata, por favor, espera.― Le dice Aarón, ella se detiene y le da una segunda cachetada más fuerte que la anterior.

―Te dije que me dejaras en paz, estoy pasando por algo muy fuerte... que decepción. ― Hace una pausa para quitarse las pocas lagrimas que se le derramaron.― Lárgate y no se te ocurra ir a mi casa.― Ágata retoma su camino y entra a su casa. Da un fuerte portazo, tanto que la gente que la acompaña se queda un poco sorprendida.

En fin, el corazón de Ágata está muy lastimado. En un solo día ha sido destrozada y decepcionada.

¿Será que pronto dejara de sufrir? No se sabe, la vida da tantas vueltas.

Ágata, la venganza tiene nombre - [𝑬𝑵 𝑪𝑶𝑹𝑹𝑬𝑪𝑪𝑰𝑶́𝑵]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora