La Locura del Cielo

Capítulo 6: Una pista del pasado.

Advertencia: Capitulo Corto.

COMENTEN CARAJO!!!!!

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-¿Hitori... Kakurenbo...? -. Pregunto Chrome.

-Supongo que ya lo habrán de saber. El Hitori Kakurenbo es un juego de invocación, invocas un espíritu por medio de un muñeco relleno con arroz, lo apuñalas y te escondes para que le toque al muñeco buscarte y apuñalarte... ¡pues soy yo eso! Y como yo gane, este muñeco es mi cuerpo ahora -. Dijo el Reborn de peluche.

- ¿y que planeas con el niño y con mi apariencia? Imitarme no te dará nada -. Decía Reborn.

-¿Imitarte, dices? ¿Acaso crees que esto es una campaña de merchandising? Oh~ no~, claro que no. Te lo dejare en claro, yo no te imito en nada, esta apariencia es el resultado de un recuerdo de un inocente antes de ser corrompido -. Decía con una sonrisa burlesca.

-¡Basta de rodeos! Mi trabajo es darles un mensaje y vigilar al niño, ese ha sido mi deber desde su nacimiento -. Decía con cierto tono serio Hitori.

-Entonces habla, te escucho -. Decía decidido el hitman.

-Seguramente estaban angustiados por su cielo, desaparecido durante tantos años, pues bien, como leyeron el los datos del niño, llevaron a su querido jefe al Hospital Psiquiátrico Sadovich en Rusia, alguien lo traiciono y mando a que lo llevaran ahí, pese a que de daba por deshabitado, la familia mafiosa Nesterov se adueño del lugar para ejercer tratamientos y experimentaciones en seres humanos carentes de locura, es decir, a humanos mentalmente sanos para que cayeran en la locura, ese traidor ordeno a los Nesterov a que torturaran y asesinaran a su cielo, pero a pesar de eso, hubo un doctor, un pasante superdotado, que no creía que ese chico mereciera el trato que recibía, no podía sacarlo de ese infierno por carecer de poder en la familia, pero se hicieron amigos muy rápido y ese doctor le juro que algún dia lo sacaría de ahí -. Decía mientras hacia una pausa para tomar un trago de su expresso, ¿de donde lo sacó? Quien sabe.

-Durante varios meses, ese chico. Tsunayoshi, peleo por mantenerse cuerdo, y ese doctor le ayudaba, le conseguía cosas, una de ellas fue un muñeco relleno de arroz sin cara, ese era yo después de haber ganado el juego, consiguió varias telas, hilos y muchas cosas más, comenzó a cocer y bordar, al final, quede yo como ahora me ven... no sabía que estaba dándole un cuerpo a un muñeco poseído que escuchaba todo de él... con el paso de los días... veía como poco a poco dejaba de reír, dejaba de hablar, como ya casi no podía sostener las cosas, era doloroso incluso para una aberración como yo lo soy... -. Decía mientras ocultaba sus ojos en su mini fedora.

-Todos los días regresaba de los consultorios temblando y con espasmos por todas partes y luego comenzaba a cocer... hizo todos los muñecos que ven aquí. Pero me sorprendió más el saber que tenia algo creciendo dentro suyo, a los 8 meses de haber llegado, nació el niño, era un doncel... -. Decía con un poco de ironía.

- Era un niño precioso, lastimosamente... ya era tarde para Tsunayoshi, había caído en la locura por completo, a diario se podían escuchar los gritos que daba al torturas recibir... pero ahora, ya no podía hablar, sus manos eran incapaces de sostener algo, escuchaba voces y muchas cosas más. Debería poder suponer que estaba feliz de tener a su niño, lastima que haya nacido con la condición de la madre... -. Decía extrañado.