Mi vida a tu lado

Nueva vida, nueva muerte

Prov. Bon

Ben: papá, mamá no quiere levantarse de la cama.
Bon: déjale, Ben, está muy cansado.
Ben: vale...

Se fue a su habitación a jugar. Yo fui con Bonnie y me senté a su lado en la cama.

Bon: cómo te encuentras?
Bonnie: igual...
Bon: tranquilo, vas a salir de esto.
Bonnie: eso espero...
Bon: será mejor que descanses, Ben también está algo preocupado.
Bonnie: ay no, no quería preocuparlo...
Bon: intentaré que no se preocupe más, vale? Tú solo descansa.
Bonnie: gracias, maestro...
Bon: de nada, conejito.

Lo besé, él correspondió al momento y me levanté para ir con mi hijo de 3 años.

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Os pongo al día?
Tras unos años de tener a Ben, Bonnie y yo quisimos tener otro hijo. Él accedió a volver a quedarse embarazado, pero no salió muy bien. A los 4 meses de embarazo nos dijeron que el bebé era niña, lo que nos alegró mucho, pero unos días después de eso Bonnie empezó a sentirse mal. Fuimos al hospital y le dijeron que puede que no sobreviviera al parto, lo que a él no le importó, dijo que traería al mundo a esa niña, no le importaba cual fuese el precio.
Ahora yo estoy preocupado, no quiero que el día del parto llegue nunca.

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Acuesto a Ben en su cama, lo arropo y salgo de su cuarto para irme al mío.

Bon: Ben ya está dormido.
Bonnie: vale...
Bon: estás bien, conejito?
Bonnie: si... Eso creo...
Bon: quieres que llame a nuestros amigos para que vengan mañana?
Bonnie: si, por favor. Hace años que no veo a Fox, quiero volver a verlo...
Bon: intentaré que venga, vale?
Bonnie: gracias...
Bon: tranquilo, todo saldrá bien.
Bonnie: Bon, prométeme una cosa.

Me miró a los ojos. Me puse nervioso, tal y como en los viejos tiempos, cuando estábamos en la preparatoria. Me encantaría volver a aquellos tiempos...

Bon: q-que?
Bonnie: prométeme que cuidarás de nuestros hijos, que darás tu vida por ellos. Que no dejarás que nada malo les pase.
Bon: Bonnie...
Bonnie: por favor... Prométemelo... Necesito que me lo prometas...
Bon: te lo prometo... Cuidaré de ellos con mi vida...
Bonnie: te amo...
Bon: yo también te amo... más que a mi propia vida...

No pude evitar empezar a llorar. Preocupado, Bonnie acarició mi rostro para secar mis lágrimas, lo miré a los ojos y lo besé, beso que fue inmediatamente correspondido por mi conejito.
Acto seguidos, nos dimos las buenas noches y nos dormimos.

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Siento esto, pero no me dieron opciones!
Espero que les haya gustado y que no vayan a llorar mucho en los siguientes capítulos.
No se olviden de votar y nos vemos en la próxima. Chaito!