Cuento
Cuando te enamoras de lo único que no puedes tener porque simplemente no sabes como.
Relato para el concurso de relatos creado por @CrazyWriterAwards
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando pienso en como quiero conocer a la persona que me haga feliz, lo único que se me viene a la mente es aquella foto que encontré tirada en el centro de la habitación de mi apartamento actual y que era la única cosa que no tenía una capa de polvo.
Los dos se abrazan, fingen dormir y muy en el fondo, sé que él es el que no quiere que la relación se acabe. Aún así, me los imagino muy felices, viviendo el uno a través del otro y queriendo hacerlo por el resto de sus vidas.
Suena ridículo, pues lo único que conozco de estas personas son parte de sus rostros, pero veo la felicidad en sus sonrisas disimuladas y su abrazo como una melodía.
A partir de esta foto es que no dejo de pensar en como quiero conocer a ese alguien especial; cada que salgo y camino por la calle me imagino como me ve de lejos y se acerca arriesgándose por una respuesta.
Me lo imagino escuchando mi conversación por el teléfono con mi mamá sobre que tan mal están las cosas en casa, y él sin importarle lo que acaba de escuchar se acerca a intentar conocer a la chica que puede traerle felicidad.
Lo imagino sentándose frente a mí en el tren, viéndome con ojos misteriosos, yo tan ridículamente nerviosa como para hablar con alguien que podría ser tan especial.
La situación que me imagino una y otra vez, esté donde esté, con los sentimientos que tengo y la esperanza enterrada muy cerca de mi corazón, es cuando lo pienso leyendo el borrador de la historia que le escribí, la historia extendida de lo que puede ser nuestro amor, de lo que quiero y necesito; lo pienso leyendo las palabras que no le he podido decir porque sólo conozco una parte de su cara, porque sólo llego a tener una parte de su vida que ha decido olvidar en una habitación, porque seguramente tiene novia, la misma de la foto, la misma que espero lo haya dejado en esa habitación desamparado y demasiado frágil como para recoger lo único que lo haría recordarla, dejándola al aire para mí.
Dejando la foto para poder enamorarme de una historia que yo quiero creer real, de una cara que espero me vea y sepa que soy yo la cual ha querido alcanzar, la chica que la espera con la esperanza de que la historia sea real.
