Ahogada en mis pensamientos, advertí tu presencia. Donde las almas danzaron y se juntaron provocando una dulce esencia. Fuerte impresión, lógica intervención, provocaste en mi pensamiento con esos movimientos.
Te miré atenta a tus ojos y tu me besaste en mis labios rojos. Sugiero una noche de amor, para perder la cordura o a cambio, noventa días de pasión y locura.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.