Único

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100% au.

El castillo de Moppy estaba en crisis, pues el príncipe y futuro rey había desaparecido temprano en la mañana. El rey Im explicó a la gente del castillo que el más joven había salido a hacer unas compras para gustos personales y, como era tan torpe, de seguro se había perdido por ahí. Lo más lamentable era que nadie en el pueblo podía ayudarlo, pues nadie había visto su rostro, estaba totalmente prohibido hasta que cumpliera la edad necesaria, es decir, 21 años, y para eso aún faltaban cinco años.

Lo único que le quedó por hacer fue pedirle a uno de sus aliados fingir que su hijo había desaparecido y que este respondía al apodo de "JB", además escribieron una localización específica en la cual el pelinegro podría ser recibido, era la pequeña casita de la abuela del aliado del rey Im, y en ella estaría la mismísima reina esperándolo.

Con los nervios en su nivel máximo, esperaron obtener respuestas.

×××

YoungJae caminaba sonriente entre los variados puestos de frutas y tartas, estaba demasiado contento porque fue día de paga y podría comprar lo que quisiera, y eso hacía. La semana anterior había visto la gloria, la perfección, una tarta de frutos rojos. Ahora que tenía el dinero suficiente por fin podría comprarla.

Dio saltitos emocionado mientras la mujer le entregaba su reciente compra. El aroma ya era increíble, pero su sabor definitivamente debía ser mejor. Estuvo a punto de darle un mordisco hasta que una voz lo interrumpió.

—Hum... Hola — YoungJae se giró y de inmediato miró a los lados para verificar si era a él a quien le hablaban — ¿M-me darías un poco de eso? — el desconocido miraba con deseo la tarta.

La verdad YoungJae tenía pensado comerla solo, pero aquel chico se veía realmente hambriento, así que decidió darle la mitad.

—Se te caerá si la tomas así, ten cuidado... — el chico asintió efusivamente mientras recibía el trozo — ¿Está buena?

—D-demasiado... No sabes cuánto te agradezco. Espero poder pagartelo algún día.

—No es necesario... Por cierto, ¿cual es tu nombre? ¿dónde están tus padres? — terminó de digerir antes de responder.

—Ellos están en casa, y-yo me perdí. Es vergonzoso a mi edad, ya tengo 16, pero hum... Llegamos hace poco. Me llamo Ja.. — recordó que su padre le había prohibido revelar su nombre real, así que usaba un apodo — Me llamo JB.

—Soy Choi YoungJae, mucho gusto JB.... ¿JB? ¡Eres JB! Dios mío — se levantó de golpe del lugar en el cual estaban sentados — Tus padres han estado buscándote por dos días — tomó al azabache de la mano arrastrándolo hacia la localización escrita en los carteles de “se busca”, la cual afortunadamente estaba muy cerca — Ah, espera, no vayamos tan rápido... Aún luces débil.

—¿Me han buscado? ¿M-mis padres? — Jaebum se preocupó, ¿y si descubrían su identidad?

—El señor Yang y la señora Jung, ¿no? — afortunadamente habían utilizado sus apodos. Asintió efusivamente y YoungJae sonrió — Entonces vamos, deben extrañarte demasiado. Me pregunto como nadie se dió cuenta antes, tal vez ni se tomaron el tiempo de buscarte — Jaebum se encogió de hombros mientras seguía comiendo su trozo de tarta.

No estuvieron más de cinco minutos caminando hasta que llegaron a una pequeña casita. YoungJae se acercó a tocar la puerta y una mujer bastante guapa los recibió.

¡El rey se ha enamorado! [2Jae] [Two-Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora