Capítulo - 1

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En un apartamento normalmente tranquilo, en Japón, un hombre ebrio se encontraba fuera llamando a voces a su mujer.

- Abre zorra, se que tu e Izuku están ahí dentro, abreme Inko o juro que lo vas a lamentar!! - decía el hombre moreno llamado Hisashi.

Aquellos gritos molestaban a los vecinos, los cuales ya habían llamado a la policía, pero al parecer un atraco estaba ocurriendo en ese mismo momento y todos los policías disponibles se hallaban en aquel escenario, por tanto tardarían en poder movilizar una patrulla en aquel momento.

Dentro del apartamento, una mujer de cabellos color verde, llevaba a su hijo en brazos a una la habitación de invitados; la cual contaba únicamente con una cama y un armario, donde dejó a su hijo dentro de aquel armario.

Antes de cerrar el armario ambos pudieron oír como él hombre había logrado entra al apartamento rompiendo la cerradura. La mujer dirigió la mirada al niño frente a ella que estaba asustado y le dijo con voz suave.

- Mi niño, mírame. - dijo para atraer la mirada del pequeño pelo verde. Le miro a sus profundos ojos esmeralda y posando una mano en su rostro continuó hablándole - No te preocupes, vamos a jugar un juego, vale? - el niño asintió ya un poco más tranquilo. - Tu te vas a esconder aquí mientras papá y yo tratamos de encontrarte, esta bien? - el niño asintió y la madre cerró el armario.

Cuándo la mujer se puso de pie y se giro en dirección a la puerta de la habitación, pudo ver como el hombre que con anterioridad estaba fuera, ahora la miraba desde el marco de la puerta con una mirada de ira.

- Te avisé de lo que pasaría si no me dejabas pasa. - dijo para dar un largo trago a la botella de alcohol que llevaba. - Eres una zorra. - inmediatamente se le acercó y le dió una bofetada en la cara con la mano izquierda. - Como puedes dejar fuera al padre de tu único hijo. - mientras lo decía la levantaba del suelo cogiéndole desde el pelo.

La mujer no hacía más que poner muecas de dolor, mientras el niño desde el armario veía todo por la ranura de la llave.

El hombre luego de hablar tiró a la mujer encima de la cama.

- En vista de que eres una zorra no va a pasar nada si te violo, verdad? - dijo con una sonrisa en su rostro mientras procedía a quitarle la ropa.

La mujer le golpeaba el pecho y el rostro al hombre para evitar lo que podías pasar, sabiendo que su hijo la estaba viendo, pero el hombre tenía más fuerza y la estaba sometiendo. Le arrancó la camisa que llevaba y procedió a arrancarle el sujetador, pero entonces ambos adultos oyeron como unas puertas se abrían, la madre temiendo lo peor se giró y vio como su pequeño hijo corría hacia ellos.

- Suelta a mi madre!! - dijo el niño tirándose encima de su padre mientras le daba golpes en la cara.

Los golpes no le hacían nada al adulto, pero eran molestos y en su estado, no era conveniente el molestarle.

El hombre sin mucho esfuerzo se quito de encima al niño y lo lanzó contra la pared, el niño sangraba por la boca una vez estaba en el suelo.

- Eso es lo que te pasa por meterte con tu viejo, estúpido. - Le dijo al niño volvía con la mujer.

El niño no podía moverse, solo podía observar como aquel hombre le arrancaba la ropa que le quedaba y le inmovilizaba los brazos a su madre, luego de aquello le golpeó la cabeza con la botella, que había dejado a un lado de la cama, para aturdirla y así darle tiempo a quitarse los pantalones.

Mientras todo aquello sucedía, el niño no podía moverse, quería cerrar los ojos, pero algo le decía que no.

El padre por fin desnudó a la mujer y a él mismo, entonces miro al niño que estaba mirando aquella escena.

- Observa como se le hace disfrutar a una zorra, niño. - dijo para luego violar a la mujer que ya estaba consciente de todo.

Gritos de una mujer, era lo que resonaba por toda la habitación, una madre siendo violada por el hombre a quien una vez amó mientras su hijo la presenciaba todo.

- Vamos joder! - dijo el hombre estando ya cerca de eyacular. - Vamos zorra, córrete tu también, se algo que te va a encantar. - diciendo eso empezó a estrangular a la mujer que estaba debajo de él.

Aquel hombre por fin pudo liberar su carga dentro de la madre y se puso de pie, al hacerlo miró el cuerpo de su mujer asustado. La mujer tenía los ojos llorosos, casi fuera de sus órbitas, no daba signos de respirar y su cuello estaba rojo y morado, lo que indicaba un hematoma que causó la muerte de dicha señora a causa de estrangulamiento.

El hombre se asustó, pero una voz lo sacó de su trance.

- Ma... Mama? - el niño, temerosos se acercó al cuerpo sin vida de su madre y empezó a moverlo con delicadeza. - Mama, porque no dices nada? - el niño empezó a llorar. - Me ignoras porque no te hice caso y no me quedé el el armario? - dijo con voz llorosa. - Por favor mama, prometo hacerte caso, por favor mama mírame. - decía llorando el niño.

El padre al ver aquella escena solo una idea se le cruzó una idea por la cabeza, deshacerse del cuerpo y los testigos. Pero entes de que hiciera lago de lo había pensado el niño habló.

- Tu hiciste daño a mama. - dijo mirando de frente al hombre, pero con la mirada en el suelo. - Ahora yo te aré daño a ti. - al decir aquello levantó la mirada.

El adulto se asustó al ver que el ojo del niño era negro con la pupila de color rojo sangre y con pequeñas grietas rojas alrededor del ojo izquierdo. De la espalda del muchacho a perecieron dos colas negras con matices rojos.

El hombre estaba aterrado y todo lo que pudo hacer fue retroceder de espaldas mientras le lanzaba su aliento de fuego al niño, por culpa del susto no pudo apuntar bien y le quemó ul brazo derecho al joven.

El niño no hizo ningún sonido que indicará dolor, solo miró su brazo este empezó a regenerar la piel quemada a una velocidad casi instantánea. Esto por supuesto aterrorizó más a Hisashi.

- Papa una pregunta. - el niño habló sin emociones mientras se dirigía en dirección del adulto. - Te puedo comer? - tras decir aquello el niño se avanzó sobre el hombre.

El niño usó sus colas para apresar los brazos del adulto impidiéndole escapar, luego aumentó la fuerza del agarre y le rompió los brazos para más tarde romperle las piernas. El niño estaba frente a su padre, el cual lo veía con temor, esperaba que eso de comérselo fuera una mentira pero...

- Que aproveche. - dijo para luego empezar a comerse los intestinos del hombre mientras el estaba vivo.

Poco después de que el niño dejara irreconocible el cuerpo de su padre, unos policías llegaron a causa de las llamadas que recibieron. Al entrar ninguno espera ver lo que vieron, un niño comiéndose a un hombre mientras otro cuerpo estaba en la cama.

El niño tras ver a los policías se intentó acercar a ellos, pero los policías asustados abrieron fuego contra el niño, el cual sólo se desmayó mientras su cuerpo regeneraba los agujeros causados por las balas.

El ghoul héroe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora