primero

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  Sus ojos buscaban los míos desde la otra punta de la habitación. Yo tenía la mirada puesta en mi libro pero no leí las palabras solo miraba las letras sin saber que hacer. Él carraspeó y se acomodo nuevamente en el sillón, levante la mirada un segundo y estaba mirando por la ventana pero antes de que pudiera evitarlo volvió a verme y nuestras miradas se cruzaron. Ya era inútil apartar la mirada así que le seguí la corriente. Sonrió de medio lado, y se levantó del pequeño sillón. Salió por la puerta y espere diez segundos antes de tirar el libro al piso y desplomarme sobre mi asiento.

 Me sentía tan rara cuando él estaba cerca, era algo que no me había pasado antes pero aunque pareciera extraño, me gustaba. Me gustaba como su cabello estaba despeinado, corto en los costados pero largo en el frente cayendo hasta la altura de sus cejas, como era marrón claro y aveces hasta rubio. Me gustaba su sonrisa, sus labios finos, sus cejas oscuras, su nariz puntiaguda y sus ojos azules. Me gustaban las pulseras de hilos de colores que tenia alrededor de sus muñecas y sus jeans gastados. Todo en él me gustaba.

 Sentí el impulso de seguirlo y me paré, pase por la misma puerta donde él pasó y seguí caminando hasta salir de la casa. Cuando llegue afuera comencé a buscarlo y caminé hasta la orilla del lago, entonces el poco sentido común que me quedaba me hizo pensar "dios, ¿qué estás haciendo?"

 Estaba buscando a un chico por que quería estar junto a él, quería que me encontrara, y no estaba buscando a cualquiera. Estaba aquí por alguien que casi no conocía pero que aún así provocaba revoluciones en mi interior. Deseaba estar con él y no podía comprender por qué. Apenas sabia su nombre.

 Me giré abrumada con intención de volver a la casa y me tomaron por la muñeca. Era él. Lo miré confundida por un segundo, y él se acercó más a mi, y yo me acerqué más a él sin pensarlo. Y me besó. Puse mis brazos alrededor de su cuello y el rodeo mi cintura con los suyos atrayéndome más hacía si mismo. Sus labios se sentían calientes sobre los míos, no me había dado cuenta hasta ahora lo mucho que deseaba este momento. Hundí mis manos en su cabello mientras me besaba desesperadamente, él anhelaba esto al igual que yo o quizá más. Me abrazo más fuerte pero ya no había distancia entre nosotros, mi corazón latía ridículamente rápido y mi cabeza solo pensaba ay Catarina, Catarina...

estrelladosWhere stories live. Discover now