Nuestra Historia de Amor

Capítulo 19

Llevaba casi cinco horas de trabajo de parto. Tony planeaba dar a luz en su casa, pero tras los disgustos que había tenido, se le había complicado el parto y había sido trasladado al hospital.

Ahora, la seguridad estaba al triple.
Tony tenía miedo, era la primera vez que iba a estar solo en esto, bueno, no del todo, porque Bruce y la doctora Cho estarían apoyando al ginecólogo. Pero, el necesitaba a Steve, su estúpido marido.

Sin poder evitarlo comenzó a llorar, no le importó estar rodeado de gente ni que estuvieran a punto de hacerle una cesárea de emergencia. Él lloró. Rogando porque sus bebés nacieran bien.

- Bien, señor Stark, ¿siente esto? - pregunto el doctor, mientras tocaba su vientre.

- No

- La anestesia hizo efecto, procederemos a sacar a sus bebés.

Justo en ese momento, un enfermero entró a la sala, Tony no le tomó importancia, hasta que se le acercó y bajando su mascarilla, comenzó a repartirle besos por todo su rostro, limpiando sus lágrimas.

- Mi amor, perdóname, por favor, perdóname.

- Steve...los bebés... ellos...

- Todo saldrá bien, te lo juro mi amor, todo saldrá bien, ellos son fuertes como tu, valientes como tú y no tengo que verlos para saber, que son hermosos y perfectos, igual que tú.

Steve, en todo momento no dejó de tomar la mano de Tony, mientras los médicos hacían la cesárea y sacaban a sus hijos. Al cabo de unos minutos de incertidumbre al no escuchar nada, dos potentes gritos inundaron el lugar.

- Felicidades - Dijo Bruce mientras llevaba a un bebé al pecho de Tony - es un niño.

- Y esta de aquí - La doctora Cho se acercó también - es una niña.

Tony comenzó a llorar nuevamente con sus bebés a cada lado de su pecho, mientras su marido lo abrazaba y besaba.

- Bienvenido, Harley - susurro  Steve, mientras acariciaba la cabecita de su niño.

- Bienvenida, Sara - Steve lo miro sorprendido, el castaño solo se encogió de hombros- ya sabes, siempre podremos tener a María después y quizá, a uno más.

Steve no se le podía creer, Tony, su Tony le estaba dejando la puerta abierta para tener más hijos, a pesar de todo, su precioso esposo le cumplía todos sus sueños.

- Lo que quieras, lo que quieras, mi amor. Gracias, Te amo. Los amo con todo mi ser.

[...]

- Señor Stark, ¿como se encuentra tras el veredicto de liberación de los miembros de su equipo que siguieron al Capitán América?

- Me encuentro perfectamente, todo esto se logró conjuntamente con el rey T'chala y funcionarios que creyeron que era lo correcto - sonrió el castaño cortésmente, mientras respondía a la pregunta de la reportera.

- Después de lo ocurrido, ¿ que hay de los Vengadores?, ¿ la pareja dominante de los Vengadores se volverán a unir como tal?

- Los Vengadores nunca dejaron sus labores de proteger a la humanidad, en cuanto a lo otro, lo siento, pero ustedes saben que de momento estoy retirado.

- ¿Eso quiere decir que usted y el capitán América ya no son pareja? ¿Se van a divorciar? - se espantó una reportera.

Tony sonrió.

- Entonces, los rumores de que usted y el rey T'chala mantienen  una relación clandestina, ¿es verdad? - Habló un reportero.

- ¿Fue usted el culpable de que la relación de su Majestad con su prometida Nkya terminara? - indagó otro.