Héroe

62 3 21
                                    


Ser un héroe es un trabajo de veinticuatro horas por mucho que los contrato con las agencias marquen unos horarios más concretos.

Más allá de atrapar a villanos y apresarlos hay trabajo de vigilancia y de rescate. Teóricamente era algo que ya sabían. Aunque realmente no lo habían puesto mucho en práctica, del mismo modo que no estaba preparados para enfrentarse al estado de trauma de una persona real.

Pero como todo en la vida. La mayoría de cosas se aprende a las malas.

Por eso ellos especialmente tenían que estar preparados para que en cualquier momento las cosas se torcieran de la peor forma posible.

Aunque todos parecían estar durmiendo Kirishima estaba demasiado ocupado mordiéndole el mentón a su rubio favorito como para caer en brazos de Morfeo. Este a su vez estaba con una sonrisa ladina mientras lo observaba hacer y le acariciaba el pelo con una mano. La otra la reposaba en su culo.

No estaban haciendo nada. Literalmente nada, simplemente uno tumbado encima del otro hablando de chorradas entre susurros esperando a dormirse. Como siempre habían acabado así con la excusa de repasar cosas, aunque al final lo único que hicieron fue darte un buen repaso a un montón de videos tontos de YouTube. Una cosa llevó a la otra y acabaron comiéndose un poco como quien no quería a cosa, entre risas y llamarse "bro". De una manera muy heterosexual todo.

No era la primera vez que pasaba. Y tampoco era la última, esos dos habían acabado acercándose mucho. Creando lazos fuertes. Muy fuertes. Muy muy fuertes.

Sin embargo no habían hablado del tema directamente y tampoco parecía que les hiciera falta. Preferían dejarse llevar antes de acabar complicándose la vida.

— Creo que sacas demasiado la lengua al besar, pareces un puto perro sediento — Se quejó Bakugō aunque más para molestarlo. Inmediatamente le mordió la lengua como para reafirmarlo.

Kirishima se aguantó un quejidito y le pellizcó un costado en forma de venganza. Después de eso volvió a separarse de su boca.

— Ni que tú fueras aquí el Rey de los besos explosivos. — Intentó hacer una broma con su nombre de héroe mientras alzaba una ceja acusador.

Ambos se quedaron mirándose en silencio. A Kirishima francamente le fascinaba ver esa parte de Bakugō. Bastante más tranquilo, con una expresión mucho más suave. El rubio aprovecho para darle la vuelta a situación y ponérsele encima. Igual de explosivo que siempre.

Iban a volver a besarse cuando de repente el pelirrojo le chisto y le tapó la boca para que se detuviera. Como todo estaba tan en silencio y ellos hablaban entre susurros casi imperceptibles tenían el oído bastante atento. Bakugō asintió y aunque en un principio quiso pensar que sería alguna chorrada acabó por quitarse de encima.

Salieron tal cual pues era una chorrada perder tiempo en cambiarse si realmente era una emergencia

Al principio bromeaban pero a medida que se acercaban al baño, de donde provenían los lamentos empezaron a plantearse si habían entrado villanos o algo peor.

Corrieron con todas sus fuerzas y hasta Bakugō se preparó para gritar y explotar pero antes de eso Kirishima se anticipó a sus movimientos cogiéndolo de un brazo y chistando. No sabían lo que había detrás de la puerta y era mejor conservar el factor sorpresa.

Una vez entraron, se quedaron sin aire.

Con los nervios aun a flor de piel miraron hacia los lados, entrando en los cubículos porque evidentemente detener al monstro que hizo tan cosa era la prioridad. No podían permitir que eso estuviera suelto por la UA.

Lo que llevo dentroWhere stories live. Discover now