La llegada.

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Temari paso la mayoria de la semana en reuniones, reuniones simples, faciles de manejar, solo era escuchar, escuchar y dar una opinion final, ella era bastante buena para dar opiniones, asi que no se le dificultaba ese trabajo.

La prima loca se habia ido, la pobre habia evitado a Temari todo el tiempo, correteaba del miedo, por otra parte la tia disfrutaba decir comentarios pesados para molestar a la reina, que no se preocupaba por esas cosas, la verdad, las dejaba pasar, sabía perfectamente que en este punto, no tenía competencia alguna.

O bueno... eso esperaba, en Kumo habían mujeres y le desagradaba pensar que estuviera divirtiéndose por allá. Pero no, no era así..

Hoy se cumplía una semana de su partida, y al despertar le sorprendió la pequeña planta en una maceta que estaba en su mesa de noche, era tan pequeña y tierna que Temari tuvo muchas ganas de abrazarle y protegerla por siempre, pero, era un cactus y podía herirla. Bajo ella encontró una nota corta, con letras cursivas y claras.

"Felicidades por nuestro primer mes juntos.
Aquí una linda flor que tardará en crecer..."

Temari sonrio avergonzada, había leído el libro por fin y por supuesto sólo pensaba en una cosa al leer aquella nota y ver la pequeña planta.
El libro era muy hermoso, se avergonzo al descubrir que se trataba de una madre dando a luz a una hija llamada flor.

El no estaba cerca y aún así había preparado aquello... No sabía cómo sentirse, o bueno, quizás sabía pero se avergonzaba al darse cuenta de aquello.

El desayuno está mañana estaba lleno de flores, nadie decía una palabra sólo se sorprendía por la repentina decoración, Temari estaba al tanto y quizás el resto lo estuviera pero preferían no mencionar nada.

Las audiencias eran cada día más pesadas, venían muchas más personas de valles y pueblos cercanos, se escuchaba el rumor de que era la mismísima reina quien estaba atendiendolos, no sólo eso, los deseos en parte eran atendidos y cumplidos, el pueblo entero pasaba días viajando para llegar a escuchar las bendiciones y favores para la reina.

Temari estaba a gusto de ello, el ser reconocida como una reina pudiente, está eran el tipo de cosas que había soñado cuando se hablaba de gobernar un reino, pero su espalda... su espalda mataba, el dolor era interminable y cada día era mucho peor, pero supuso que era el tipo de cosas que debía de soportar para trabajar mejor, para ser una buena reina.

Comenzó entonces a usar ropa mas suave para facilitar sus caminatas y comodidad, Yoshino la alimentaba muy bien con la excusa del bebé, los tacos en los zapatos habían desaparecido y los moños muy apretados también, lucia bastante simple delante del pueblo pero necesitaba estar asi, podía estar completamente segura de que hablaba con unas doscientas personas a diario.

Ya para la segunda semana desde la partida de Shikamaru habían recibido una carta de su llegada, Temari paso a responderle con un simple. "Cuidate, gracias por todo." Estos días últimamente eran agotadores, apenas y si dormia bien, o dormia demasiado, un dia se avergonzo de llegar tarde a una reunión con unos generales para reforzar la seguridad del pais, las audiencias habían disminuido, pero las responsabilidades y todo lo que prometió lograr estaban al tope.

Se pasaba el dia sentada charlando y conversando con personas bastante importante, en las noches leía lo suficiente para estar preparada para la rutina del día siguiente, a penas y pasaba tiempo con Yona o Saki como solia hacerlo cuando estaba Shikamaru cerca, Yoshino la visitaba en las horas de la comida para llenarla de frutas y carnes, Mirai había comenzado a quererla limitándose a darle pequeños besos en la mejilla.

Esa semana llegó Uno agradeciendole a Temari por dejar a su novio ser el pintor de su coronación, las pinturas eran un éxito en el país y el estaba tomando bastante reconocimiento, Temari se alegro de saber aquello, quizás Ino podría casarse con la persona que amaba.

La elección. Shikatema FanficWhere stories live. Discover now