Capítulo 2

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Cita romántica:

Serena:

Me dirigí hasta los loquers a guardar mi bolso y a ponerme el modesto mandil azul oscuro, como de costumbre. Estaba apunto de atarlo por la parte trasera de la cintura cuando de pronto sentí las manos de alguien más intentando ayudarme. Salté del susto, girando al mismo tiempo para averiguar quién se había aproximado de esa manera tan repentina.

Descubrir que se trataba de mi mejor amiga no fue ningún alivio. Inconscientemente, ya anticipaba lo que se me venía.

—¡Rei!

—Sere, ¿pero por qué tan nerviosa? —preguntó ella con su habitual tono de voz burlesco.

Reí nerviosa.

-No, sólo me asustaste. Es todo. -me estiré unos centímetros para saludarla de beso en la mejilla. Es más alta que yo y ni siquiera trae tacones.

-No, tú tienes algo más. ¡Me lo dice tu cara! -hace una pausa para mirarme de arriba a abajo con esos grandes y oscuros ojos suyos. Casi como si me examinara bajo un microscopio-. ¡Ya sé! Tu novio volvió, ¿o me equivoco? -atinó a decir. Aunque lo suficientemente alto como para que todo el personal se enterara.

Ok, mis sospechas de que en realidad Rei no es una simple mortal van en aumento. ¡Siempre adivina el motivo de mi estado de ánimo!

-¡Sip¡ -confirmé, sin darme cuenta que lo había hecho en un tono igual de alto. Mis ojos repasando rápidamente en su vestimenta. Viene arregladísima, como de costumbre, luciendo su hermosa cabellera oscura en una cola alta. Dios fue generoso con mi amiga, no hay duda.

-Tenía que ser... ¡Pero cuéntame! ¿Te llevó a algún sitio para celebrar su regreso? -sonríe tirando de mis manos. Y no demoro mucho para que su emoción por el chisme se me contagie. Ya saben, esos malos hábitos que una siempre termina pescando. Ya nos imagino: ambas aquí metidas casi queriendo dar saltitos como chiquillas. Tal cual solíamos hacerlo en la secundaria cada que el tema de los chicos se tocaba.

Vaya, eso me trae a la cabeza el siguiente recuerdo. Rei al ser dos años mayor que yo iba en tercero, así que, prácticamente todo lo que tenía que saber sobre el género masculino y sus intereses Rei me lo explicó.

-No. Llegó anoche, ya muy tarde. Quizo darme una sorpresa y no sabes el susto que me llevé... -ruedo los ojos al recordar el microinfarto que Darien me causó-... creí que esta vez no la libraba y resultó que solo estaba ahí, tras mi ventana esperando el momento adecuado para mostrarse. -Rei lo encuentra divertido porque ríe antes de preguntar:

-¿Y... Mmm... luego?... ¿Qué pasó, ah?-hace un gesto muy chistoso mientras me da un leve codazo en las costillas. ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! Ya sabía yo que mi pícara y muy curiosa amiga me pondría incómoda con esa clase de preguntas. Siempre lo hace.

Ok, realmente no es que me incomode, más bien es que nunca puedo entrar en ese tipo de detalles sin que mis mejillas delaten mi timidez. Yo no soy como ella en ese sentido; Rei desde siempre ha sido tan franca. Sin pelos en la lengua a la hora decir lo que está pasando por su cabeza o para hacer preguntas subidas de tono como si simplemente te preguntara por el clima.

-¡Ay, Rei! ¡¿Por qué me preguntas eso y ahora?! -mi risa nerviosa había vuelto. Nuestros compañeros podrían escuchar y era lo menos que quería.

-Andaaa... Cuéntamelo, ¡no seas una cerrada! -Otro codazo. Mi cabeza se meneaba en reprobación, aunque continuo sonriendo. Mi amiga es increíble. Pero así la quiero; fuera de mis primas, Rei es lo más cercano que he tenido a una hermana.

-No pasó nada. Bueno, solo algunos besos, pero fuera de eso... nada. Únicamente estuvimos platicando sobre su viaje y mis próximas vacaciones. -al final terminé respondiendo con la verdad. Siempre nos contamos todo.

Así Como Si Nada 🌹 Darien Y Serena (reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora