Capítulo 5 "Momentos"

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*Narra Evans*

Mis ojos se concentraron en esa mujer y me perdí en su profunda mirada azul, tan intensa como la mía, sin embargo la suya era descarada y cínica sin rastro de afecto alguno. Sus ojos no desprendían nada bueno sino al contrario, sus ojos querían arrastrarme junto con toda la inmundicia que había a su paso, querían llenarme de su miseria y hundirme con ellos para así no permitirme probar la dulce gloría de la felicidad, pero no se lo iba a condescender, no esta vez.

Una arrogante y burlona sonrisa se cruzó por mis labios eliminando la suya, tan presuntuosa que parecía imposible de derrotar. ¡Qué error! Si se podía derrotar, se desvanecía en el momento en que dejaba de causar un efecto negativo. —Te equivocas otra vez, Fabia— vacilé y su mirada se descompuso claramente sorprendida por su repentina falta de poder sobre mí. —No extrañé ni un poco las navidades en casa, ni mucho menos a ti... no necesité nada de eso, ahora tengo un nuevo hogar y su nombre es Emma.

Ella frunció los labios y eso solo causó que mi sonrisa se ensanchara más. ¡Caray! Quién lo diría, ayer había salido destruido de casa y solo bastó un te quiero de mi chica capuchino, para hacerme volver irradiando felicidad.

— ¿A si? Emma... siempre he detestado ese nombre, me trae malos recuerdos. ¡Qué desgracia que tu nueva aventurilla se llame así! —sus crudas palabras calaron en mi ira pero me contuve sabiendo que solo quería provocarme. ¿Aventurilla? ¡Ja! Ni de coña.

—Ya quisieras... —susurré más para mí mismo que para ella. —Pero no te daré el gusto cariño, ¡soy feliz! Y te lo restriego en la cara porque sé que tú nunca lo serás, estás tan podrida por dentro que ni siquiera conoces el verdadero significado de esa palabra— sonreí nuevamente y me di la vuelta alejándome de ella, pero antes de poder alejarme demasiado, Fabia me cogió por el brazo y me golpeó con fuerza la mejilla raspándome con su enorme anillo la comisura de mis labios, ocasionando con esto que empezara a brotar de ahí un pequeño hilito de sangre apenas perceptible.

Mis ojos se encontraron nuevamente con sus esferas azules y me sorprendí al notar la amargura que destellaban estos, tan llena de odio y rencor que incluso daba lástima. — ¡Yo era feliz! —gritó y entonces su semblante fuerte se descompuso. —era... f-feliz... pero tú acabaste con mi felicidad ¡Siempre fuiste mi favorito porque...!— se detuvo y sus ojos se cristalizaron y entonces me sentí nuevamente culpable, nuevamente la había hecho llorar, ¡maldita sea! Odiaba verla llorar, después de todo seguía siendo mi madre. — ¡Ya no importa! Me equivoqué contigo, eres un maldito estorbo igual que Saúl, tú y Saúl me arrebataron la felicidad, lo único que me hacía feliz... no sabes cuánto te desteto Evans... —sus palabras solo causaron otra vez ese terrible nudo en mi garganta y entonces mis puños se prestaron a cada costado, con fuerza, conteniendo tofo nuevamente.

El chico de mis dibujos© [COMPLETA libro I y II]Where stories live. Discover now