Capítulo 1: Un nuevo inicio.

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NARRA EVANGELINE 

1 AÑO DESPUÉS. 

"...Todo era tan oscuro, todo era tan borroso. Sólo podía observar el destello de una pequeña luz que titilaba a lo lejos del  final de ese sombrío túnel. Me iba encaminando a paso sigiloso, derrochando temor en cada pisada por miedo a lo que mis ojos aún desconocían. El lugar apestaba y aterrorizaba al mismo tiempo. El crujir de mis pasos por pisar ramas y hojas secas resonaba en todo el lugar. Me acercaba lentamente, paso a paso, al estar tan cerca de la luz, acabo cegándome y terminé cerrando los ojos. Al abrirlos, quede completamente congelada, no podía creer lo que mis ojos estaban vislumbrando en ese momento...

" -Eva, ¡levántate, ya es hora de ir a clases! –Mi madre, como siempre, qué oportuna. – Levántate, levántate...-dijo reiteradas veces.

.-Mamá, ya te escuché. Ya me voy a levantar, sólo necesito silencio. –dije en medio de un bostezo, mientras me levantaba e inmediatamente mamá salía de la habitación. Y yo, Evangeline Engels, claro, nuevamente me recostaba en la cama. "Sólo 5 minutos más" pensaba mientras cerraba los ojos.   

Media hora después...

     Abrí los ojos ligeramente, aún adormecida, pero ya preparada para un nuevo día. "Nuevo día, nueva escuela, nuevas amistades..." Rodee los ojos con fastidio por sólo pensar el hecho de tener que hacer nuevos amigos.

 Dirigí la cabeza a mi costado izquierdo para ver qué hora era en el reloj que estaba en mi mesita de noche y vi que marcaba las 7:40

 -¡Mierda!- espeté mientras me levantaba rápidamente de la cama y acto seguido, caía de cara al suelo. –Auch- chillé adolorida mientras me reincorporaba y masajeaba mi nariz. 

 Me dirigí velozmente hacia el baño, entré a la ducha, abrí la persiana y pisé lo que parecía ser un jabón y volví a caer, esta vez de trasero. "Hoy será un largo día" canturreé... Y estuve en lo cierto.         

                                              ★★★★★★★★★★★★★★★★★★

   Ya me encontraba en la secundaria. La secundaria en la cual lidiaría un año escolar más. El lugar en donde terminaría mi último año escolar. Porque si, estaba cursando el último año de secundaria.    

  La nueva escuela no era la gran cosa. No era la típica escuela soñada de película rosita, pero tampoco un refugio para retrasados. Algo equilibrado. Perfecto para mí. Caminé por un pequeño sendero de piedras, rodeado de un pasto perfectamente cuidado. Era hermoso. Me encaminé apresuradamente recordándome que iba tarde, y la ausencia de los estudiantes fuera del plantel también me lo evidenciaba. 

   Al estar ya dentro, comencé a trotar como loca cuando vi la hora que marcaba el reloj en mi muñeca. (8:25) Estaba amando a mamá en ese instante por no haberme levantado por segunda vez, sospecho que lo hizo a propósito.

  Iba caminando a toda prisa, cuando choqué contra alguien que venía al final del pasillo, y caímos ambos al piso.

 -¡Auch! –O bueno, ambas.

 -Lo siento, ¿te encuentras bien? –le pregunté al momento que la ayudaba a levantarse. 

-Sí, síssi, tranquila. Discúlpame a mí, era yo quien venía corriendo. 

-Descuida- le dije y le sonreí.

 -Soy Lanua, ¿cómo te llamas? – La miré extrañada. Era una chica castaña, delgada, con el cabello largo, de ojos verdes claros y baja. Tenía una ropa estilo  hippie. Muy linda, por cierto. A diferencia de mí, soy pelinegra con el cabello corto, delgada, ojiazul y baja. 

-Evangeline, mucho gusto -le extendí la mano. Ella la tomó y canturreó:

 -Evangeline... Qué hermoso nombre. –Le dediqué una cálida sonrisa. Le iba a decir lo mismo, pero luego recordé su nombre.

 -Gracias. –Ya ella se estaba marchando, pero le pregunté:

– Oye, ¿sabes dónde queda el aula  19 de Física? –Me miró extrañada, y luego suavizó su mirada. 

-Sí, gira justo en este pasillo, justo el último salón. Aunque creo que el profesor no te dejará entrar a esta hora. Él no deja entrar a nadie a su clase pasada media hora, puedes venir conmigo si quieres.- miré la hora en mi reloj y marcaba las 8:27 

-Oh, no, está bien. Gracias.

 -Está bien. Nos vemos luego, linda. – Asentí y seguí el camino que me había indicado.         

                                      ★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★

 Las clases pasaron muy lentas, y en cada clase nos dijeron casi lo mismo: "Buenos días, me presento, mi nombre es... las reglas son..." y nos asignaban una tarea. Estuve tan hastiada en cada clase, me preguntaba "¿Para qué rayos vine?", de no ser por una nueva amiga que hice, todo hubiera sido tan sólo... aburrido. Aunque realmente lo fue, pero no del todo.

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⏰ Last updated: Aug 19, 2018 ⏰

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