Niño Fresa

Capítulo 41: El Otro Dan

—¿Esta es la casa? ¿No parece un poco...abandonada?

—¿Abandonada? ¡No! ¡Eso parece que se va a caer con solo tocarlo! ¡Pequeño Nathan, no sé qué carajos se te metió en la cabeza pero tenemos que irnos de aquí! No es un lugar seguro y siento que en cualquier momento nos van a asaltar y quitar hasta la ropa interior que tenemos...

—¡Por Dios! ¿Te puedes callar de una maldita vez Abby? Si tanto miedo tienes ¿Por qué viniste? Te hubieras quedado en la escuela... —Le reclamó Amy.

Estábamos en una especie de zona "no muy segura" de la ciudad. Amy nos había guiado a Abby y a mí hasta el lugar, no quedaba muy lejos del instituto pero a simple vista se notaba que habían muchos edificios abandonados, y en las pocas casas donde había gente viviendo digamos que...en vez de parecer una casa normal parecía un lugar donde criminales se juntaban para hacer sus planes locos o qué sé yo.

—¡Bueno! Vinimos a este lugar con un propósito y tenemos que cumplirlo...

Los tres nos acercamos con temor a la entrada y respiramos profundo, bueno solo respiramos profundo Abby y yo porque Amy estaba de lo más tranquila. La emo tocó el timbre y se ecuchaban unos ladridos del otro lado de la puerta.

—¡Tenemos que irnos de aquí! ¡Amy dijo que la mamá de Dan estaba loca y quien sabe si en vez de ser la loca de los gatos es la loca de los perros! O aún peor... ¡¿Y SI LA MAMÁ DE DAN SE COME A LOS PERROS?! ¡Ay Dios! ¡En las películas de terror lo último que debemos hacer es entrar a la casa de una vieja loca! ¿Qué tal si...nos secuestra? ¡Pequeño Nathan, no puedo morir en paz si no te veo bailar con Logan en el baile de la escuela!

—¡Abby has silencio por favor! Nadie nos secuestrará porque somos tres adolescentes contra una mujer mayor con problemas mentales, ¿Quien crees que ganaría?

—De hecho, ella no es tan mayor. Dio a luz a Dan a una edad tan temprana que no le permitió ejercer muchos sueños que tenía o algo así, al parecer era muy pobre y no tuvo una mejor idea que irse a prostituir.

—¡Más a mi favor! ¡Es una loca de unos trein...!

¡Entonces la puerta se abrió! Detrás de ella estaba una mujer no muy cuidada, se notaba a kilómetros que no lavaba su cabello normalmente, tenía los labios pintados...o bueno, hacía un "intento" de tener los labios pintados porque tenía pintado hasta la mejilla de color rojo. Su ropa estaba maltratada al igual que sus uñas, pero lo que más escalofríos me dio fue ver como tenía una cicatriz en su mano derecha muy...fea...

—¡¿Ustedes qui-quienes son?! ¡¿Qué vienen a hacer aquí?!

La señora nos veía aterrada, en sus ojos podía ver el miedo que tenía, pero no entendía que era eso que lo causaba.

—Señora Madie cálmese por favor ¡Soy yo! Amy Roberts, la amiga de Daniel, ¿Me recuerda? Yo venía siempre a esta casa los viernes por la tarde a tomar el té con usted.

—¿Quién estará más loca? ¿La vieja Martha o Amy? ¡¿A quien rayos se le ocurre venir a tomar el té con una vieja desquiciada?! ¡Yo voto porque Amy es la loca! Ella siempre se porta como una perra con todos pero con la Martha se porta muy bien. —Me susurró Abby.

—¡Ella se llama Madie no Martha! Además, tal vez Amy se esté comportando así con ella para que no se vaya corriendo o algo así, no soy psicólogo pero la señora se comporta como si estuviera nerviosa, tal vez sufra de colapsos nerviosos y la emo trata de que esté lo más tranquila y no se ponga a gritar como una loca.

—¡Oh por Dios esto me recuerda a la película llamada "The visit"! ¡Es esa donde unos nietos van a visitar a sus abuelos pero resulta que los viejos estaban locos y desquiciados!