Lo que dijo en aquel solitario baño Bakugo Katsuki, quedó en los tormentosos recuerdos del bicolor como una pegajosa canción de comercial.
—Te esta gustando, ¿cierto?
¿Gustando? ¿Quién? ¿Midoriya? De ninguna manera, era uno de sus pocos amigos y el más amable.
—Sé que te gusta, conozco esa mirada.
Esas dos frases quedaron en el proyector de su mente, estancadas, sin poder sacarlas o eliminarlas. Todoroki Shoto se preguntaba si Bakugo era tonto. Cómo podía pensar que Midoriya le gustaba si era su amigo y además, hombre. A menos que él se refería al gustar cuidarlo, evidentemente no le gustaba porque implicaba ver al peliverde enfermo, y a él le mataba eso.
Preferiría ver a su pequeño amigo pecoso sano y corriendo de un lado a otro con esa aura tan alegre que tenía.Claro que le agradaba Izuku, era un error pensar que no, después de todo; fue él quien le ayudó a liberarse de aquella sed de venganza hacia su padre que tan presente mantenía en su cabeza y corazón. Y por supuesto, también lo ayudó a aceptar la persona que era y lo que poseía, como su don.
Todos esos pensamientos no hicieron más que distraerlo de la última clase y evidentemente, del llamado del chico que tenía su delgada mano en su hombre desde ya hace un rato.
—T-Todoroki-kun, ¿te encuentras bien?
—Midoriya... Sí, estoy bien. —contestó rápidamente tanto se levantaba de sus siento.
—Entonces vamos. —sonrió alegremente mientras caminaba hasta la puerta al lado de Uraraka e Iida.
—Lo siento, hoy haré algo más, mañana los veo. —comentó haciendo una reverencia rápida y saliendo de forma apresurada del salón de clases.
Caminó a la velocidad de la luz hasta llegar nuevamente al baño. Repitió la misma rutina de aquel día con Bakugo, respiró profundo y agitó su cabeza para despejarse. Salió del baño pasando al lado del de las chicas cuando su tranquila caminata se vio interrumpida por el grito de las femeninas. El zumbido fue reconocido de inmediato, solo una persona podía gritar de esa manera y a la vez, reír y lanzar ácido por la ventana del baño. Con ese nuevo dato en su cabeza, decidió parar y quedarse un rato ahí solo para cerciorarse de que todo fuera bien.
—Entonces, ¿te gusta? —preguntó la chica con entusiasmo en su voz.
—N-No lo sé. —respondió la interrogada, su voz le pareció conocida al albino y cuando alguien gritó <<Momo>>, supo que se trataba de Yaoyorozu.
—¿Qué sientes cuando lo ves?
—Cada que lo veo mi corazón comienza a latir más rápido aún, su perfume hace que coloque una sonrisa aunque la haya pasado terrible, mirarle me hace sentir segura, quiero estar a su lado cada que pueda y si fuese posible; siempre.
Más gritos se escucharon tanto que algunos <<Uuhhh>>. Rascó su cabeza y se preguntó si eso era algo malo o bueno. Quiso volver a caminar y volver a su cometido de seguir pensando en Bakugo y sus extrañas insinuaciones, pero la emoción de su nombre se lo impidió.
—No solo te gusta, también estas enamorada de Todoroki-kun.
Esta vez, se pegó a la pared del baño. Sabía que era inmoral y grosero escuchar conversaciones ajenas pero suponía que si fuese muy ajena, no estuviera involucrado en ella. Trató de guardar silencio para tratar de escuchar más pero por un momento permanecieron en silencio. Él creyó que había sido descubierto y cuando quería irse nuevamente, volvieron a hablar.
ESTÁS LEYENDO
¡Es tu poder!, ¿no? #Tododeku
Fanfiction> 𝙴𝚜𝚊𝚜 𝚙𝚊𝚕𝚊𝚋𝚛𝚊𝚜 𝚛𝚎𝚜𝚘𝚗𝚊𝚛𝚘𝚗 𝚎𝚗 𝚕𝚊 𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚍𝚎𝚕 𝚊𝚕𝚋𝚒𝚗𝚘 𝚞𝚗𝚊 𝚢 𝚘𝚝𝚛𝚊 𝚟𝚎𝚣. 𝙾𝚋𝚜𝚎𝚛𝚟ó 𝚜𝚞 𝚖𝚊𝚗𝚘 𝚒𝚣𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛𝚍𝚊 𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚛𝚊𝚜 𝚎𝚕 𝚙𝚛𝚎𝚜𝚞𝚗𝚝𝚘 𝚌𝚞𝚕𝚙𝚊𝚋𝚕𝚎 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚙𝚎𝚌𝚊𝚜 𝚜𝚎 𝚑�...