Hermanas Lavana

Capítulo 1

POV.   Yunue

Hoy me encuentro en el funeral de una persona a la que alguna vez llame padre, y no puedo hacer nada más que llorar, intentar ser fuerte y consolar a mi hermana pequeña. Me siento tan mal de no haberme despedido de mi padre porque aunque no compartiera un lazo sanguíneo con el lo amaba, ya que el alguna vez me dio un hogar a mi hermana y a mí , cuando no teníamos nada, y nos lleno de cariño cuando ni siquiera  los que llamábamos  padres nos dieron, y en su lugar solo nos dejaron votadas en un callejón sucio y sin nada más que nuestra suerte, gracias a él tengo todo lo que podría pedir e inclusive me dio un apellido llamándome  Yunue Lavana D'Cardi  y mi hermana Hannia Lavana D'Cardi.

Mientras me perdía en mis pensamientos el funeral acabo y las personas se empezaron a ir y mi hermana dejo de llorar para dedicarme una sonrisa pero aunque esta estuviera llena de tristeza era linda y sincera y una  hipócrita como las que el día de hoy la mayoría me dedico.

Mi hermana se veía muy cansada así que decidí que la mejor opción era volver a casa a descansar ya que mañana nos leerían el testamento de mi adre, aunque yo se que nos dejo todo a nosotras pero era necesario ir. Cuando llegamos a casa mi hermana se fue a cambiar al igual que yo, y mientras yo estudiaba ella hacia la cena, pasaron unos 30 minutos hasta que ella me llamo para cenar.

- y dime ¿en qué es lo que tanto piensas?- me preguntó

- en que haremos después de esto, tú tienes que seguir estudiando y yo tengo que empezar a prepararme para mi examen final y después buscar un trabajo- respondí con desgana

- no deberías de preocuparte tanto, ya veras que todo se solucionara,¿que te parece si mejor comemos y nos olvidamos de todos los problemas por esta noche y ya mañana arreglamos todo lo demás?- me dijo feliz

- perfecto- le respondí sonriendo

Después de esa pequeña platica pasamos el resto de la cena en silencio y cuando acabamos cada quien recogió sus cosas y limpiamos, para después subir a dormir lo cual agradecí mucho ya que me encontraba exhausta y en cuanto toque mi cama Morfeo me recibió con los brazos abiertos. 

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Me desperté gracias al delicioso aroma a panqueques que de seguro venia de la cocina y con toda la pereza me levante de la cama y fui al baño a hacer mis necesidades y cepillarme los dientes. después baje las escaleras y al entrar a la cocina me encontré a mi hermanita cocinado, ella ya estaba arreglada, se encontraba vestida con un vestido blanco pegado de el pecho y la cintura y suelto de abajo y le llegaba a las rodillas.

unos minutos mas tarde se dio cuenta de mi presencia y se volteo para dedicarme una sonrisa.

-¡Buenos días Yuyu!- me dijo sonriendo

-Sabes que no me gusta que me digas así-conteste

-Lo se y por eso  te digo de esa forma, pero bueno basta de charla y vamos a desayunar que hoy tenemos muchas cosas que hacer, ¿vale?-

- me parece una buena idea- conteste sonriendo por su entusiasmo

Y así comenzó mi mañana, rato después de desayunar  hice mis deberes como la limpieza y tarea de la escuela, y cuando vi la hora ya eran las dos y media de la tarde entonces me fui a cambiar porque tenia que ir a la oficina del abogado de mi papá para leer el testamento.

-!Hannia apúrate si no vamos a llegar tarde¡- le grite a mi hermana

-!ya voy¡- me grito, y ahora que lo piensa casi siempre nos gritábamos así que pobres de nuestros vecinos no han de odiar.

-¿ Por qué tardaste tanto hanni?- pregunte

- es que estaba platicando con mis amigos, lo lamento- dijo con voz nerviosa y una sonrisa inocente lo cual me hizo reír mucho y a ella enojar.

-bueno vámonos o vamos a llegar tarde y las tías nos van a colgar- dije, y ella puso mala cara

- Ay, como odio a esas viejas hipócritas - dijo haciendo un tierno puchero.

Y mientras ella se ponía la mochila y el casco, yo pendrí la moto que me había regalado mi padre hace unos meses al cumplir los 18 años.

Después de eso las dos nos montamos en la moto y condujimos al despacho del abogado o mas bien su casa la cual era muy grande y mi hermana y yo conocíamos a la perfección ya que el era como un segundo padre para nosotras y sus hijas para el, ya que el no tenia hijos.

Cuando llegamos Gerardo  que era así como se llamaba el abogado nos esperaba en la puerta, nos bajamos de la moto y lo saludamos, y al entrar estaba toda la familia, y se nos quedaron viendo con asco, odio y mis primas con envidia ya que mi hermana y yo éramos muy bellas o eso decían las personas al vernos, ya que mi hermana tiene el cabello color negro, piel blanca como porcelana, bonito cuerpo y aunque aun era una algo pequeña tenia las curvas donde debía y poseía unos hermosos ojos azules claro casi grises. Y yo lo único que tengo de diferente es que soy mas alta qu ella, mi cabello es castaño oscuro y mis ojos son azul rey, en cambio mis primas eran de cabello marrón o inclusive rubio, unas tenían los ojos cafes y otras verdes, pero siempre se vestían como putas y se ponían capas y capas de maquillaje, lo cual se me hace muy asqueroso. 

Pero volviendo al tema, cuando entramos los saludamos sin sonreírles ya que nosotras no somos hipócritas, y todos nos hicieron malas caras e inclusive se burlaron de nosotras, pero ni siquiera nos volteamos a verles.

Después de unos minutos Gerardo nos anuncio que iba a leer el testamento.

-Buenas tardes, y gracias por venir el día de hoy, como ya saben nos encontramos reunidos para leer el testamente y ultimas palabras de  Alexander Lavana D.'Cardi- dijo educadamente y con la voz lo suficientemente alta para que todos escucháramos.

-Bueno sin mas preámbulos comencemos-   dijo y abrió un folder y saco una hoja, en ese momento se me paro el corazón.