Ángel sin alas

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La vida es demasiado corta como para detenerte a pensar en el día de tú muerte. Jamás te sentarás a pensar en como morirás, que día, que o quien lo provocará. Yo no era una excepción, y jamás lo hice.

Hasta que llegó el.

Habíamos quedado en vernos después de la escuela en la casa de JoonMyeon, era viernes, y planeabamos una tarde llena de comida chatarra, videojuegos y cerveza. No es que prefirieramos eso, a una noche en algún club de la ciudad, bebiendo hasta embrutecernos y teniendo sexo con alguna chica. Simplemente nos venía mejor una tarde entre amigos después de una larga semana de estudio en la facultad.

-¡Fíjate por donde vas, pedazo de idiota!- maldito imbécil. Mis planos habían caído al suelo, ensuciándose por completo.

-Lo siento Yifan, pero deberías fijarte como mueves tremendo cuerpo de troll que tienes- me había empujado y tirado los planos al suelo, mientras caminaba a la salida de la universidad. Me había metido con el en varias ocasiones, dando como resultado una nariz rota y un ojo morado, era muchísimo más grande que yo, y la única persona a la que no le había dado una paliza, nadie se metía conmigo, y mucho menos con el. No me dejaba humillar. Pero prefería llevar la fiesta en paz con el, sí es que se podía.

Llegué al auto de JoonMyeon, abriendo la puerta del copiloto entrando en el y tiré los planos en los asientos traseros. Era mi mejor amigo, estábamos juntos desde la escuela media, cuidaba muchísimo de mí, ayudó a mejorar mi coreano, me hizo sentir que tenía una familia, cuando la mía no estaba conmigo.

Cuando entramos a la universidad compró un departamento para que vivieramos juntos; pero después de dos meses sus papás decidieron que era mejor tener a su "pequeño" con ellos y estar al pendiente de el. Sí, era un hijo de papis, y al parecer no le interesaba. Tarde o temprano terminaría heredando la empresa de su papá.

En cambio yo, conseguí una beca para estudiar en corea, y por mis buenas notas me dieron la oportunidad de seguir estudiando en el país. Obtuve media beca en una de las mejores universidadades; pero la otra mitad la tengo que cubrir yo, con un trabajo de tiempo completo los fines de semana en una cafetería cerca de el apartamento. Apenas puedo pagar una parte, mis papas pagan lo que falta y hago lo que puedo para sustentar mis gastos básicos; comer, vestirme, luz, agua, teléfono. La diversión, de esa se encargaba mi amigo.

-Pasaremos a recoger a Baekhyun y Luhan, más vale que pongas esos planos en la cajuela Zitao. Digo, sí no quieres que esas bestias los destruyan.

-No, déjalo así, tengo que volver a hacerlos, el idiota de Yifan los tiró al suelo y se han ensuciado. No me sirven.

-Valla, pedazo de animal. Hará trabajar doble a mi Tao- odiaba que me hablará así, pero que más da, me he acostumbrado.

-Ya, no importa, al fin ni quería dormir.

Arrancó el auto y nos dirigimos donde Baek y Luhan nos esperaban. Deslizó la capota del auto, permitiendo que el viento nos despeinara. Ambos nos pusimos nuestros lentes de sol.

Mi amigo era guapo, demasiado. Sin contar que era rico y cargaba con semejante automóvil, solamente eso bastaba para traer a todas las chicas, no sólo de la uni a sus pies.

-Mis papás no estarán este fin de semana, y pues...

-Ya se por donde va esto Suho- lo miré quitandome los lentes, sólo nosotros lo llamábamos así, el era nuestro pequeño guardián. Nuestra mamá, a su modo obviamente -¿a caso no recuerdas lo que pasó la última vez?, Luhan no es bueno controlando el alcohol.

-Lo se lo se, será una fiesta pequeña, a parte, nos hace falta una dosis de alcohol Tao. Y a ti un poco de acción con una chica no te caería nada mal.

Dark Light [TaoHun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora