14

1.2K 65 3
                                    

— Vaya...entonces Taehyung debe encontrar las riquezas de este hombre y entregarlas al señor Choi para ayudar a su empresa y cubrir las deudas que debió haber dejado su padre antes de fallecer, será mejor que dejé de dar tantas vueltas al asunto, al fin y al cabo ni siquiera somos una pareja real como para preocuparme tanto por lo que hace —

Cerré la pestaña y elimine el historial para quitar cualquier evidencia de que me estaba metiendo en sus cosas, luego cerré la tapa de la laptop y me fui a vestir, me puse uno de mis vestidos favoritos. De color blanco y muy ligero.

— Creo que para ser septiembre queda muy bien —

Sonreí y caminé por los pasillos de la casa, desayuné y al terminar me sentí muy aburrida, la verdad los momentos sin Tae eran demasiado aburridos para ser cierto.

— Creo que...en la despensa no hay mucha comida, así que iré al supermercado —

Me coloqué los zapatos, tomé mi bolso con dinero y mi móvil. Salí de la habitación, al llegar a las calles pude apreciar el hermoso paisaje que había, las hojas de los árboles caían una detrás de otras, mientras las que faltaban por caer se preparaban al ponerse de tono naranja.

— En serio este lugar es hermoso... —

Al llegar al supermercado empecé a buscar las cosas más necesarias, al parecer Taehyung siempre ha estado muy ocupado en su empleo como para comer algo realmente delicioso o simplemente comprar algo más que no sean cereal y leche.

— Creo que los camarones estarán muy bien para la cena de hoy —

Tomé tres paquetes de estos y los puse en el carrito de compras que me acompañaba.

— Creo que en comida ya estoy muy bien, ahora veamos algo de cosas para el aseo personal —

Fui hasta la sección que contenía lo que estaba buscando, el shampoo que siempre solía comprar estaba en un estante demasiado alto como para mi estatura, así que empecé a dar pequeños saltos.

— Tenga bella dama, su shampoo de siempre —

Dijo una voz muy peculiar a un lado de mí y con su mano me extendió el shampoo.

— Gracias...¿Jungkook? —

Pregunté al alzar la vista hacia arriba y toparme con la de un Jungkook muy sonriente, que después me estrechó con sus brazos.

— Tu pequeño amigo con cara de conejo está justo aquí —

— No puedo creerlo, hace mucho no te veía Jeon —

— Tampoco exageres, no fue hace mucho, lo que si es verdad es que siento que nuestro pequeño grupo cada vez está más separado —

— Sí...yo también pensé en lo mismo —

— Te ayudaré a hacer tus compras y luego vamos a por unos pastelitos a platicar, ¿te parece? —

Asentí y tal y como dijo Jungkook, me ayudó a hacer todas las compras e incluso a cargar las bolsas que a decir verdad eran bastantes mientras que él tan solo había comprado una rasuradora ya que me contó que la que anteriormente usaba se había deteriorado. Llegamos a una cafetería que parecía tener unos deliciosos pasteles en el mostrador.

— Huele bien, este lugar es muy tranquilo y lindo —

Dije mientras nos sentabamos en una mesa de dos y acompañamos las bolsas a los lados de las sillas. Pedimos pastelitos y empezamos a charlar.

— ¿Sabes algo de Alicia? —

— No, de hecho la última vez que nosotros hablamos fue hace bastante, supongo que debe tener muchos problemas por lo de su padre —

— ¿Su padre?, está enfermo, ¿o qué? —

— No, nada de eso, él tiene una gran empresa. O bueno, por lo menos en su tiempo lo fue. que ahora su empresa se está cayendo —

— ¿En serio?, que mal por su familia, ella jamás me dijo que su padre era un gran empresario —

— ¿Y por qué no te contó? —

— No lo sé, la verdad no lo sé —

Pasamos desde la tarde hasta la noche conversando, cuando ya tocó la hora de retirarnos él me dijo que me llevaría hasta casa y ahí fue cuando los nervios empezaron a consumir mi cuerpo.

— Yo amm...puedo ir sola, no te preocupes, tomaré un taxi —

— ¿Segura? —

— Sí, segura, de hecho ahí viene uno, nos vemos luego, muchas gracias y...escríbeme, ¿está bien? —

Besé su mejilla y tomé el taxi antes mencionado y me llevó hasta el hotel, al llegar dejé mis zapatos en la entrada y caminé hasta la cocina y allí  empezar a guardar las cosas.

— ¿Dónde estabas?, Candie —









.
.
.

.

PuppetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora