Darrell Black

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Dylan

Tenía un mes que mi hija se había ido, la casa estaba silenciosa así que prefería sumergirme en el trabajo y así no pensar que me encontraba en casa solo.

Hoy como todos los días ya era un poco tarde, alrededor de las 7 de la noche cuando Lana entró sin tocar

-Dylan - Mi nombre saliendo de su boca hizo que volteara a verla

-Dime - Me quite las gafas y la observe detenidamente

-Llamó un futuro cliente, quiere que le hagas un diseño para la remodelación de sus oficinas- Suspire pesadamente, y me recargue en mi silla, la cabeza me palpitaba después de estar frente al computador la mayoría del día

-¿Aquí en San Francisco? -Lana se mordió el labio y bajo la cabeza negando, respiro pesadamente molesto- Te he dicho un millón de veces que odio hacer remodelaciones fuera de aquí, mucho dinero que debe ser gastado

-Es en Foxboro, pensé que ya que Emma está allá podrías pasar más tiempo con ella- Lana me mira expectante y es que tiene razón, podría aprovechar estar con Emma y así no sentirme tan solo, es un ganar- ganar después de todo.

-¿Quién es?

-Darrell Black, dueño de la firma de abogados más grande de Foxboro- Lee en el iPad que tiene en sus manos- Dijo que ya lo conocías, que le llamaras en cuanto pudieras

-Claro que lo conozco, ¿Por qué no me pasaron la llamada a mí?- Darrell era un antiguo conocido, más bien no lo consideraba un amigo como tal

-Olivia dijo que le diste la orden de que nadie te molestara

Asiento-Cierto, envíame a mi correo lo que te dijo, me pondré en ello

-Perfecto- Lana bloquea su Tablet y se acerca con movimientos sensuales con la cadera y una sonrisa ladina en el rostro- ¿Tienes planes para hoy?

Me levanto de mi silla antes de que se le ocurra la fabulosa idea de sentarse en mis piernas, como suele hacerlo-Llamar a Darrell- Tomo mi chaqueta y mi celular- Ya puedes retirarte Lana, yo haré lo mismo

Salgo de mi oficina con dirección al estacionamiento, en cuanto llego subo a mi jeep, me coloco el cinturón de seguridad y me pongo en marcha.

Llegando a mi solitario departamento me dejo caer en el sofá de la sala de estar, tomo mi celular y llamo a Darrell, solo suena dos veces el tono cuando su voz inunda el auricular

-Mi buen Dylan Callahan, es bueno que me llames- Su voz suena del otro lado del teléfono, sigue conservando el tono divertido que siempre tiene.

-Me dijeron que me llamaste Black, que pasa- Su risa resuena haciéndome fruncir el ceño

-Claro que te llamé, sino de qué manera estarías llamándome- Me froto la frente con los dedos y suspiro, este hombre tenía de serio lo que yo de divertido

-¿Qué se te ofrece? Al grano- Acabo de recordar el porque después de todo no me caía tan bien.

-El polvo de hoy por el que me ignoraste no te dejo satisfecho ¿Cierto?

-No estaba follando, estaba trabajando

-Por supuesto- Se ríe sínicamente- voy a ser breve, mi edificio de mi despacho necesita algunas remodelaciones y solo pude pensar en que tú puedes hacerlo, después de todo tu lo construiste

-Darrell, voy a ser muy totalmente honesto contigo- Lo escucho hacer un sonido de confirmación invitándole a seguir- sería una inversión demasiado grande, trasladar maquinaria, obreros, demasiadas cosas

El placer de lo prohibido (EN EDICIÓN) || Placeres Prohibidos #1Where stories live. Discover now