Why me?

8: A mi no me engañas

Sky seguía de pie en la entrada mientras yo trataba de guardar la poca dignidad que me quedaba y me acerqué lentamente, mis piernas estaban agonizando, al llegar a su lado la tomé del brazo para llevarla a la cocina y pude notar que llevaba una mochila en su hombro, necesitaba explicaciones

-Bien pequeña Sky habla, las dos sabemos que no viniste aquí a verme porque de hecho nadie sabe que estoy aquí

-Eh yo, bueno… no sabía que estabas aquí, la verdad nunca se me cruzó por la mente y…

Se quedó callada jugando con sus manos y mirando un punto lejano de la cocina

-Sky…

-Vine a buscar a Gus… Mike lo cuidó por mi hoy

-¿Por qué Mike está cuidando a Gus? ¡Es Mike por el amor de dios! ¡No es capaz de cuidarse a sí mismo y va a cuidar al pequeño Gus! Y ¿Por qué traes una mochila?

Oh, Sky tenía otra mascota aparte de Mike el ficus, y ese era Gus el gusano, si, un gusano pero no cualquiera, era un pequeño y lindo gusano verde

-Hey, no hables así de Mike, y yo eh …

-Creo que ya entiendo todo – una sonrisa se asomó en mi rostro – te gusta Mike

-¿Qué? Pff no, por supuesto que no

-Sky, repítelo hasta que te lo creas, te conozco demasiado bien

-Aún no me dices por qué estás aquí

Suspiré y le conté todo lo que había pasado y que ahora me encontraba aquí para pasar la noche y Luke pensaba que estaba en su casa. Luego nos devolvimos a la sala en donde estaban los chicos viendo televisión. Ashton me hizo una seña para que me sentara a su lado y así la pequeña Sky se tendría que sentar con Mike, cosa que hizo

-Muero de hambre, ¿en esta casa tienen algo de comida?

No estaba exagerando, apenas había comido un poco en casa de Calum por razones obvias

-Creo que sí, ven, acompáñame a la cocina

<< Te acompaño hasta el fin del mundo dios mío>>

<<Lo que el amo ordene>>

Ashton se puso de pie y yo lo seguí obedientemente, además les daría un tiempo a solas a esa pareja de tortolitos. Son tan tiernos. Mientras Ashton buscaba comida yo intentaba sacar unos vasos que estaban jodidamente arriba en la alacena, malditas desventajas de ser pequeña, me puse en puntillas pero apenas rocé los vasos cuando de pronto sentí a alguien detrás de mí y con una facilidad increíble sacó los vasos pasando su mano por un costado de mi cabeza mientras que con la otra me sujetaba de la cintura ¿estaba haciendo calor aquí o eran ideas mías? Dejó los vasos en la encimera sin quitar su mano de mi cintura y acercando un poco más su cuerpo al mío ¡oh glorioso placer de los dioses! Mi cuerpo temblaba de pies a cabeza y no era capaz de moverme, acercó su rostro a mi cuello para dejar un pequeño beso en ese lugar y una corriente eléctrica me recorrió por completo, tenía miedo de girarme pero él fue más rápido y me giró para quedar frente a frente, estaba temblando de pies a cabeza mientras él acercaba su rostro más y más hacia mí para quedar extremadamente cerca de  mis labios

-Ashley no tengo idea de lo que estás haciendo conmigo

No podía articular palabra alguna, mis manos que yacían apoyadas en la encimera  se colocaron alrededor de su cuello rogando porque acortara la distancia que quedaba entre nosotros y que me besara de una puta vez. Su cuerpo se pegó un poco más al mío si es que eso era posible y sus labios rosaron levemente los míos cuando