Capitulo 1: El Futuro En El Presente.

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Comienzo del capítulo: 2790 palabras.

Al oeste del centro de la Zona A, por la calle Prignston, en el arrabal más sosegado, la señorita Tsira Fower se encontraba soñando en un nuevo modelo de robot conductor que tenia mejores sensores visuales de movimiento y detectores de rasgos para que maneje el tren aéreo. Para la nave armera ya tenia al modelo indicado en su cabeza. Por eso estaba obsesionada últimamente con esa maquina tecnológica, el tren aereo.

El tren era un convoy que se movía a veinte metros del suelo a través de vías fabricadas por un material duro y rígido encontrado en el año 2257, dicho material era del triple del grosor de un cable de tensión y permitió que mediante las torres de soporte -las cuales se colocaban una cada cinco kilometros- se conectarán las vías por toda la ciudad. El gigante aguantaba un peso aproximado de 45.000 kilogramos y contaba con veinte cabinas que podían albergar quince personas en cada una. No se lo utilizaba para ataque pero sí para transportar a los guerreros hasta los escuadrones y a los civiles por todo el centro.


A punto de ponerse el ocaso, los primeros rayos del sol se hicieron notar en la habitación por el aumento de luz que se colaba por la ventana y traspasaba la lamina blanca, qué, en ese tiempo se utilizaba como especie de cortina por la casa inteli...

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A punto de ponerse el ocaso, los primeros rayos del sol se hicieron notar en la habitación por el aumento de luz que se colaba por la ventana y traspasaba la lamina blanca, qué, en ese tiempo se utilizaba como especie de cortina por la casa inteligente.

-Hora de levantarse-alarmó Stein el operador inteligente del hogar.

Pareciese que no dormí ni siquiera dos horas-pensó Tsira.

En la cama se observaba una chica con el cabello revoltijado por la culpa de la almohada, un pastoso pelo rizado y de color rojo bermellón; calor es lo que inspiraba ese tono. Con una altura de un metro con sesenta y nueve centímetros, ojos semi achinados y de color marrón siena y un tono de piel claro cálido envidiable por muchas mujeres se despertaba la nombrada fabricadora de robots.

Tenía treinta y cuatro años de edad y además ser la encargada de fabricar los robots conductores también era capitana de división en el centro de fuerzas especiales de la Zona A.

Bostezando y haciendo los primeros esfuerzos por despabilarse, tomó impulso para poder abandonar la cama y comenzar con su día. Al igual que cada mañana se demoraba ciertos minutos para escoger las prendas con las cuales transcurriría su rutina. Cogió una blusa de seda color celeste cielo y un pantalón blanco un poco pegado al cuerpo pero que se abría en la botamanga para dejar mostrar unos borcegos con hebilla bastantes lujosos.

Si bien su trabajo consistía en estar en constante contacto con objetos duros, artefactos pesados, aceites, grasas y otros elementos difíciles de manejar prefería ante todo lucir bien, mantenía la idea que la apariencia no te define pero si puede llegar a hablar muy bien de uno mismo el aseo y buen trato con el cuerpo.

La Guerra Del XdialWhere stories live. Discover now