Capítulo 11: Una cita, sólo eso, Skyler.

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Capítulo 11: Una cita, sólo eso, Skyler.

Skyler

Debería dejarlo ahí.

Débil.

Magullado.

Enojado y a la vez dolido por algo que estoy muy lejos de comprender.

Nada te detiene, Dallen, no te corresponde sanar sus heridas cuando la linda Juls puede hacerlo.

Su noviecita puede hacerse cargo.

Josh me contó que Juls es muy importante en su vida y que  comparten una conexión inquebrantable.

Me molesta.

No debería, pero lo hace.

Lo arrastro hasta mi dormitorio en donde encuentro a Tess hurgando entre los cajones su ropa con tan sólo un sostén y tangas. Sinvergüenza, claro, se supone es su habitación así que no puedo decirle nada porque al fin y al cabo Z es quien no debería estar acá.

Carraspeo para hacerle notar mi presencia.

Seguro Z se la come con los ojos como todos los fogosos hormonales del campus, seguro no puede apartar la mirada, no puede evitar desear revolcarse con ella como dos perros en celo sobre el sofá en el cual fornica con Dylan.

Zachary la observa, pero sin señal de deseo o eso creo. Quizás me equivoqué o quizás no.

Al volverse no hace el menor esfuerzo por ocultar su desnudez sino que cruza la habitación para acercarse a Z colocando sus manos con delicadeza sobre sus pómulos.

— ¿Qué le pasó a tu bello rostro, Z?— frunce el ceño.

— Menudos golpes te traes, bro— Dylan se levanta del sofá poniéndose la camiseta.

El novio que no es novio pero actúan como novios pero ni por obra del cielo diga alguien que son algo porque se cabrean.

Ya me hice bolas.

Z hace una mueca de dolor cuando Tess intenta tocar su labio.

— No, Teresa.

— Estás horrible, Z— Dylan se acerca hasta Tess besando su cuello, ella suelta una risita para luego alejarse en busca de uno de sus característicos vestido ceñidos al cuerpo. Blanco, con una abertura en la espalda que la hacía lucir, como diría un chico, muy sexy y provocativa.

Tomo a Z del brazo para sentarlo en el borde de mi cama. Él sólo me observa atentamente y no puedo evitar sentir una opresión en el pecho cuando observo la sangre en su camiseta. Su mejilla comienza a hincharse poco a poco pero a él parece no importarle en lo más mínimo.

Busco el pequeño botiquín que la tía Dana preparó para mí en mi última visita a casa— basta decir que es una persona paranoica que le teme a la más insignificante motita de polvo. Siquiera sale de casa— lo encuentro y me dispongo a sacar lo necesario para curar las heridas.

«Te espero en mi dormitorio, hay unas cuantas lecciones que tengo en mente para ti.»

Cuando me acercaba a la hermandad podía escuchar la discusión. Tuve el presentimiento que terminarían molidos a golpes y no me equivoqué.

Aún no conozco la razón exacta.

Iham no puede ser porque no hay concordancia en que se muela a golpes con Sean por el que se supone sería mi actual o futuro novio según le di a entender a Zachary en los baños, entonces, ¿Por qué?

CLUFFWhere stories live. Discover now