Capitulo 16

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-Entonces no me iré- Llevé su cabeza en mi hombro.
-¿Por qué haces esto?- Levantó su cabeza y miró a otro lado.
-¿Hacer qué?
-¿Qué haces acá? Me dejaste más que claro que no me amas.
-Yo si te amo- Me acerqué a él.
-Si me amarás jamás me hubieses dicho que amabas a Martin.
-¿Qué hubieses hecho tú si tu hubiesen puesto una cuchilla en el estómago?
-¿Qué?- Arrugó la frente.
-Lo que oíste louis.
-¿Te obligaron a decirme eso?- Su boca se abrió tenuemente.
-Sí amor- Lo abracé- Yo te amo como nunca antes he amado a un chico en mi vida.
-Yo también _______- Me hizo mirarlo- ¿De verdad te forzaron a decir todo eso?- Yo asentí- Ahora nadie nos va a separar cosita- Unió sus labios con los míos.
-Esponjosito- Resbalé mi mano por su mejilla- Lamento no haber venido antes.
-Eso mismo me estaba preguntando- Miró sus manos- ¿Por qué me hiciste esperar tanto?- Llevó la vista por su cuarto, estaba hecho un verdadero desastre.
-¿Tú hiciste todo esto?
-Sí, estaba enojado y necesitaba desquitarme.
-¿Le dijiste a alguien lo que paso?
-Sí- Movió la cabeza- Llegué llorando a la casa, mi madre se preocupó y mandó a los chicos a sus casas para intentar sacarme algo de información.
-Entiendo por qué me trato así cuando llegué hace unos minutos con Martin.
-¡Un momento! ¿Qué hacías tú con Martin?- louis ardía en celos.
-Él fue a buscarme a una bodega en donde el maldi’to calvo ese me encerró.
-¿Por qué te encerró?- Me levantó y me sentó sobre sus piernas.
-Me dijo que me dejaría ir cuando tú te olvidarás de mí y me cambiarás por otra- Posé mis manos en la parte más cálida de su cuello.
-Yo jamás podría cambiarte por nadie- Comenzó a acariciar mis piernas- Quiero que eso te quede claro ¿De acuerdo?
-Claro como el agua- Sonreí en tanto me mordía el labio.
-No hagas eso- Se lamió los labios.
-¿Por qué no?- Volví a repetir la acción.
-Porque ahora nadie me va a parar.
Me agarró de la cintura y me recostó en la cama, de a poco se fue acomodando sobre mí. Sus manos recorrieron mi cintura en cuanto sus labios comenzaban a acercarse a los míos… cuando creí que iba a besarme cambió la dirección de su rostro a mi cuello pero no lo besó si no que dejó quieta su cabeza ahí.
-¿Qué haces?- Introduje mis manos en su cabello.
-Hueles delicioso- Posó delicadamente sus labios en mi cuello.
-¿Estás cansado?- Reí.
-¿Cómo sabes?
-Es cosa de verte y escucharte… estás tan cansadito bebé- Me escabullí de debajo de él y apoyé mi cabeza en su pecho.
-Dime que te quedarás conmigo esta noche.
-louis… no he vuelto a casa desde hace mucho, mi abuela debe estar preocupada.
-Mañana vamos y le contamos todo lo que paso- Me abrazó con los ojos cerrados- De seguro no se enoja si sabe por todo lo que tuvimos que pasar.
-louis.
-¿Qué?- Me apegó más a su cuerpo.
-Feliz cumpleaños- Me moví un poco para poder darle un beso corto en los labios.
-Este es el mejor regalo que he recibido- Comenzó a enredar sus dedos en mi cabello.
-Eres increíble- Sonreí- y por eso lamento que tu cumpleaños haya empezado de esta manera- Cerré mis ojos.
-El principio de una historia no importa si esta acaba con un final feliz… ¿Y sabes qué? Tú eres el final feliz de mi historia.
Con sus manos jugando en mi cabello y el apacible calor proporcionado por su cuerpo me quedé profundamente dormida. Esta noche podía dormir tranquila, él sabía que yo lo amaba y aun mejor yo sabía que él por su parte también lo hacía.
-No hagas ruido- Escuché a louis susurrar mientras se movía.
-No la quiero acá- Oí una voz femenina.
Abrí los ojos de golpe y me senté en la cama. louis me miraba preocupado mientras jay junto a la cama me miraba con cara de poco amigos.
-¿Te importaría irte?- Dijo en seco.
-Claro- Asentí y me paré.
-No- louis me agarró del brazo- No tienes derecho de echar a mi novia- Encaró a su madre.
-Es mi casa, así que yo decido a quién quiero en ella.
-Si tanto te molestan las personas que traigo no tengo problema en irme de la casa- Me soltó el brazo.
-louis William Tomlinson, ni se te ocurra poner un pie fuera de esta casa- Lo miró molesta.
-¿Qué si lo hago? Desde ayer soy mayor de edad, puedo hacer lo que se me dé la gana.
Ninguno parecía percatarse en absoluto de mi presencia así que sin más intenciones de hacer de mal tercio, me fui directo a las escaleras.
-________- Me detuvo una voz en cuanto abría la puerta.
-Hola- Sonreí a medias.
-Te creo- Puso su mano en mi hombro- Mi esposa tan solo intenta proteger a louis y por eso no te dará la oportunidad de aclararle las cosas pero yo estoy seguro de que tú jamás lastimarías a mi hijo con intensión- Sonreí.
-Gracias. Tiene razón, yo amo a su hijo y todo esto fue un malentendido.
-Me encargaré de decírselo a jay.
-No creo que lo escuche pero de todos modos gracias- Me despedí con la mano y salí de la casa.
Camino a casa de mi abuela un miedo me recorrió por completo el cuerpo, cada persona que pasaba me daba desconfianza, sencillamente no quería encontrarme con aquel calvo.
-¿Qué paso?- Corrí donde mi abuela al ver a un taxista poniendo maletas en un taxi.
-Estás bien querida- Me apretujó.
-Sí ¿Quién se va?
-Nosotras.
-¿Qué? ¿Por qué?- Intenté controlar mi llanto.
-Ayer estuve esperándote aquí afuera toda la tarde, no llegaste pero el muchacho de acá al lado- Apuntó la casa de Martin- Me vio llorando y se acercó a preguntarme qué pasaba, le dije que no habías vuelto a casa y que estaba preocupada, y bueno… fue ahí cuando él me contó todo la historia, me contó lo que le hicieron a su hermana, que te encerraron…
-¿Te contó todo?- Ella asintió.
-Por miedo llamé a tu madre y ella me dijo que no era seguro que ninguna de las dos estuviera acá así que temprano en la mañana me llegó esto- Sacó un sobre de su bolso.
-¿Qué es?- Fruncí el ceño.
-Ábrelo.
Con cuidado abrí aquel papel de color blanco, me encontré con muchos papeles dentro pero ninguno me llamó tanto la atención como esos dos pasajes de avión.
-No podemos irnos- Negué con la cabeza- Necesito llamar a mamá.
-Llámala pero no creo que haya mucho que hacer- Le pasó su última maleta al conductor.
-¿Me prestas tu teléfono abue?
-¿Y el tuyo?
-Emm…
-Ten- Me extendió su nada moderno aparato.
-Gracias, gracias- Marqué desesperada el número.
Marqué como cinco veces y nada… mi madre jamás se dignó a contestar. Mi abuela ya estaba sentada dentro del taxi esperando a que yo me diera por vencida.
-Vamos a llegar tarde- Dijo ella- El vuelo parte a las una y son las doce.
-Una vez más- Marqué otra vez.
No contestó… mi abuela había logrado su cometido, me resigné a la idea de que por casualidad me contestará pero o podía irme de aquí, no sin louis o por lo menos si decirle un hasta luego…
-¿¡A dónde vas!?- Gritó mi abuela.
La ignoré totalmente y seguí corriendo, llegué a la puerta pero antes de tocar esta se abrió.
-¿Qué haces aquí ______?- Aparecieron Martin y Sandy cargando unas maletas.
-Adiós- Los abracé a ambos.
-Nos vamos a la playa por tan solo una semana- Rió la castaña.
-¿Se van?
-Sí- Asintió Martin.
-Yo también me voy, pero de vuelta a Londres.
-¿Qué?- A Martin le cambió la cara.
-¡Sube!- Exclamó mi abuela.
-El vuelo parte a las doce, necesito que le digan a louis- Corrí al taxi- ¡Por favor!
-Son buenos chicos- Sonrió mi abuela en tanto me pasaba mi bolso.
Pegué mi cabeza al vidrio de la ventana, no quería irme así que seguí marcando sin éxito a mi madre. ¡El pasaje de la casa de louis! Intenté abrir la puerta pero estaba con seguro y aparte me mataría al intentar saltar como en las películas. ¿Por qué lo bueno tiene que durar tan poco, por qué la historia no puede durar para siempre? Espero que las palabras de louis cobren vida y finalmente exista nuestro tan deseado final feliz.
-La fila es enorme- Dijo mi abuela poniéndose al final de la fila.
-Sí- Asentí mirando al piso.
-No estés triste- Se conmovió justo cuando sentí un vibrar en mi bolsillo.
-¡Es mi madre!- Grité y todos me quedaron viendo como a un ******* raro.
-Contesta- Dijo una chica que pasaba y se fue riendo.
-Hola.
-¿Por qué tengo tantas llamadas perdidas?
-¡Mamá, no me puedo ir!
-¿Por qué no?
-Porque…
Me congelé y no supe decirle un porque específico, por más que trataba me encontraba en un shock, tanto había esperado su llamada para terminar quedadome muda. Sentí una mano sobre la mía para después sentir como me arrebataban el teléfono.
-Porque la amo- Me giré y vi a Martin y a Sandy pero más importante, vi a louis con el celular en su oreja- No sé qué hacer sin ella- Tomó mi mano- Dije que no quería nada para mi cumpleaños, pero eso no es verdad, tan solo quiero una cosa… y esa cosa tienes que ser tú.

ELECTRICK SHOCK~Louis y tu~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora