Enamorarse No Es Una Opción, ¿O Sí? | Starker

7. Homecoming

-Peter cielo, ¿ya estás de vuelta?- Preguntó May al ver a su sobrino de vuelta en el complejo.

-Sip, al final sí voy al baile así que me voy a preparar.- Soltó el castaño caminando feliz hacia su nueva habitación.

-¿Ah sí? ¿Y quién es la afortunada?- Peter sonrió entrando a la habitación y buscando la maleta con su ropa "elegante".

-En realidad... Es un chico y solo iremos como amigos.- Aclaró sacando sus zapatos.

-Ya veo, ¿cómo se llama? No será el "chico misterioso" del que me hablaste, ¿verdad?- May estaba siendo protectora de nuevo. No entendía que su pequeño ya casi era un adulto. O tal vez sí lo hacía pero se negaba a aceptarlo.

-Wade. Es un compañero del insti, va a otra clase pero nos llevamos bastante bien. Y no, no lo es.

-Oh genial, entonces él te trae de vuelta, ¿no? ¿O hay que ir a buscarte?

-Tranquila May.- Peter giró sobre sí mismo para mirarla. -Ya no soy un bebé, puedo cuidarme solo.- Aseguró sonriendo. -Volveré muy tarde así que no me esperes despierta.

-Bueno, está bien. Pero cualquier cosa que pase me llamas, ¿sí?

-Sip, tranquila.- May suspiró, besó su frente y se marchó dejándolo solo. Las horas pasaron rápidas, Peter se dedicó a explorar las cosas que ofrecía el enorme dormitorio y a probar si la cama era cómoda o no. Abrazó una almohada y suspiró. Aún no se creía haber dormido con el señor Stark. Si tan solo pudiese repetirlo.

-¿Pete? ¿Puedo pasar?- La puerta se abrió y el señor Stark entró a la estancia buscando a su mocoso.

-¡Ya bajo!- Gritó arreglándose el cabello y la ropa y bajando de la cama a toda velocidad. No pasaron ni tres segundos y ya se encontraba bajando los últimos escalones. Tony le dedicó una mirada intrigado y una sonrisa luchó por instalarse sobre sus labios.

-¿Ya estás de vuelta? ¿Tan pronto?- Preguntó entonces, cruzándose de brazos.

-Sip, al final sí voy a ir al baile así que vine a cambiarme pero ya me marcho.- Aclaró el chico buscando su ropa.

-¿Conseguiste pareja?- Stark se maldijo internamente por soltar aquello sin pensar. ¿Qué mierda? Notó que Peter se tensaba ligeramente.

-Hm, algo parecido.- No le preguntaría más acerca del tema o acabaría delatando su evidente interés.

-No me llamaste para que fuera a buscarte.- Comentó el mayor caminando por la habitación.

Mentiría si dijera que no se sentía nervioso al ver al señor Stark caminando a su alrededor de esa forma. Sentía como si lo estuviese devorando sin siquiera tocarlo. Probablemente imaginaciones suyas. Sonrió inconscientemente. Después de todas sus fantasías con Tony de protagonista, no le extrañaba ver o sentir cosas fuera de lugar. -Sí, lo sé. No quería molestarlo señor Stark.- Añadió volviendo a la realidad.

-No me molestas, me molesta que andes, es casi una hora de camino y a mí no me cuesta nada ir a buscarte.- Replicó el mayor cruzándose de brazos nuevamente. Suspiró.

-Lo entiendo, es solo que probablemente usted tiene mejores cosas que hacer y yo... Puedo arreglármelas solo.

Tony negó con la cabeza y caminó hacia la puerta. Sentía muchas cosas y ninguna era correcta. Probablemente lo mejor sería alejarse y dejarlo vivir su vida, por muy doloroso que resultara. -Como quieras, avísame cuando te vayas, te llevo.- Dijo abriendo la puerta. -Y no quiero quejas.- Añadió antes de marcharse por el pasillo.

...

El local estaba levemente iluminado. Aquello era una fiesta, más que un baile. El olor a alcohol inundó sus fosas nasales. Luchó contra las náuseas, casi cayendo al suelo. Una de sus debilidades, el alcohol. No lo soportaba, su olor, su sabor, su todo. Le producía náuseas y ganas de desmayarse.