Competencia

2.1K 272 74
                                    

Eiji se veía tan magnanime cuando saltó. 

Era como si le hubieran crecido alas; alejándose del suelo, de lo que lo retenía como si nada pudiera frenarlo. Un pájaro libre. Ash no había esperado ver algo como eso cuando tomó asiento en las gradas. Antes de que fuera su turno intercambió un sencillo saludo con el azabache; el modo en el que se había emocionado al ver que cumplía su promesa le hizo soltar una ligera risa, pero después de su salto... En verdad había superado sus expectativas. Se arrepentía un poco de no haber invitado a Shorter a que lo viera.

Por lo que entendía EIji había obtenido una puntuación alta; Ash no tenía ni idea de qué aspectos eran calificados en el salto con pértiga, pero aseguraría que el japonés había estado perfecto en cada aspecto imaginable; ninguno otro de los competidores iniciales se había visto tan majestuoso como él. Como sólo había ido a ver a Eiji, no le centró mucha atención a los participantes que le siguieron, y sólo se movió de su lugar cuando vio al otro haciéndole una seña para que se vieran cerca de lo que concluía era la zona de duchas.

—Debo admitir que realmente me sorprendiste —admitió una vez estuvo lo suficientemente cerca del otro como para ser escuchado. No quería halagarlo demasiado, pero al ver el tipo de expresión que hacía cuando decía algo positivo, no pudo evitar decir más—. Envidio la manera en la que puedes volar. Me hubiera gustado traerte flores para dártelas por tu buen trabajo.

—No creo que fuera tan bueno —sonrió avergonzado, incapaz de ocultar la felicidad y vergüenza en su rostro. Ash no podría cansarse de esa expresión; incluso se sintió tentado de seguirlo molestando sólo para que su rostro mantuviera esa sonrisa socarrona y ligera coloración sobre los pómulos.

—¿Quieres que te invite a cenar a algún lado? —ofreció sin saber muy bien el por qué.

—¿Ah?

—Para agradecerte la comida de la mañana. Tengo un amigo que trabaja junto a su hermana en un restaurante de comida en el barrio chino. Es bastante buena. De hecho es el chico que estaba conmigo la otra vez, Shorter se ve algo aterrador a primera vista, pero es bastante amigable —a pesar de que había decidido que ese sería su último encuentro antes de poder romper cualquier tipo de relación no planeaba retirar su invitación. Sería la forma perfecta para concluir su fugaz relación—. Por supuesto, si tu querido "padre" no se opone a ello. Lo vi animándote y tomándote algunas fotos cuando era tu turno.

«Mientras más tardes en alejarte, más te costará hacerlo después» una voz en su mente resonó, pero no le dio importancia. Lo sabía. No iba a continuar con esos encuentros por más tiempo.

—Oh, ¿te refieres a Ibe-san? Es mi tutor, amigo de mis padres. De hecho es un fotógrafo profesional —explicó brevemente—. ¡Y claro que me gustaría salir contigo a cenar! No he ido al barrio chino desde que llegué.

—En ese caso estaré esperando fuera de tu hotel a las siete. Ponte algo discreto —indicó tratando de sonar coqueto.

De algún modo se había vuelto parte de su personalidad actuar de ese modo con el japonés; disfrutaba su reacción y era mucho más fácil y agradable que cuando lo hacía con sus clientes. Aunque si Shorter o alguien más lo viera actuando así con tanta familiaridad sin duda enloquecerían.

Un par de horas más tarde, Ash tuvo que contener su risa al ver cómo el japonés se había vestido para su salida. Pantalones cortos con estampado, una sudadera holgada de llamativo color y estampado similar sobre una camisa de tirantes negra algo ajustada, además de un par de gafas de rosa brillante. ¿Qué había pensado cuando le dijo que tratara de no llamar la atención? ¿acaso esas palabras tenían un significado tan diferente en Japón?

Un poco antes (AshxEiji) Banana Fish (AU)Where stories live. Discover now