00

4.1K 486 213
                                    


Diez años después. Dos de septiembre del 2018.


Jimin sentía que algo no andaba bien, por alguna razón sus manos temblaban sin parar y sus dientes titiritaban. Tal vez sea por el frio que hacía en la oscura calle aunque era algo más que no identificaba. Todas las tardes salía a trotar para ejercitar los músculos de las piernas y mantener su resistencia en alto, ya era algo común en él pero esta vez se arrepentía de haber salido tarde y quedarse hasta que oscureciera por completo.

Presenciaba que alguien lo estaba vigilando, observando fijamente desde muy lejos.

De un modo a otro empezó a caminar buscando la claridad de los faroles de luz, le quedaban casi dos cuadras a llegar a casa y podría llegar antes de que pasará algo malo, sentía pisadas cerca de su cuerpo volteando a cada rato verificando su había alguien cerca aunque no veía nada. Volvía a la normalidad sintiendo de nuevo una respiración en su nuca haciéndolo estremecer.

Allí fue donde empezó a correr desenfrenado, no hace mucho escuchó a los vecinos decir que secuestraban y robaban por estos rumbos y más si era de noche; sus muslos le dolían por la cantidad de corridas que ha hecho y aun así las pisadas de atrás eran más frecuentes. No quiso voltear a verificar si seguía allí o no pero de que llegaba a su casa sano y salvo llegaba.

Sin esperar mucho sacó las llaves de su bolsillo sin que se le cayeran y al llegar a su vivienda introdujo la llave en la perilla temblorosamente a lo que pudo abrir la puerta y meterse rápido escapando de los riesgos de la calle. Su alma le volvió al cuerpo viendo que ya no corría ningún tipo de peligro estando a salvo dentro de su casa. Allí se podía sentir seguro sin que nadie lo estuviera molestando.

¿O eso creía?

Estaba solo en casa ya que sus padres viajaron por causas desconocidas, del refrigerador sacó unas cuantas fresas en un bol y crema batida uniéndolos en un aperitivo nutritivo y dulce. No eran pocas las veces que podía quedarse en casa sin interrupciones de nadie, aunque cuando le tocaba su oportunidad la aprovechaba colocando sus canciones favoritas a todo volumen o andar desnudo sin que nadie le reprochara, era libre de ser quien era en su interior librándose de las malas lenguas de envidiosos sedientos de algo similar.

Terminó su cena dejando el bol sucio en el fregadero, limpió un poco la cocina y fue a darse un baño de agua fría a quitarse lo sudado de su cuerpo. Mientras las gotas caían y enjuagaba su cuerpo con una esponja no dejaba de pensar en quien lo estuviera persiguiendo a altas horas de la noche, tal vez no era por nada malo, ¿o era acaso que le querían entregar algo que se le ha caído por accidente? Pero no se le quitaba aquel momento en que lo sintió en su nuca, casi rozando su espalda como si lo fuera a sostener. Nunca supo quién era, pero tampoco quiere volverlo a experimentar aquello así que para la próxima va a tener cuidado.

Salió de la ducha con una toalla rodeando su fina cintura y con otra secando su cabello rubio, fue descalzo recorriendo su habitación recostándose en su suave cama. Tomó su celular que se encontraba en su mesita de noche y se dispuso a leer todos los mensajes restantes, no era un chico tan popular, solo tenía un amigo que lo conocía desde su infancia y algunas personas que no eran tan cercanas pero que siempre estaban allí cuando ocurría un chisme o algo que les interesaba.

Un mensaje de un número desconocido llamó su atención, no era de leer mensajes que no tenía su número registrado aunque este captó su momento ya que fue enviado recién. Lo abrió leyendo cuidadosamente la simple frase pero que le causó un estreñimiento en toda su circulación:

Por fin mi pequeño. No sabes la alegría que me da saber de ti después de todo este tiempo, estás bien, sano y fortalecido. Me hiciste demasiada falta pequeño, te he encontrado, y jamás te soltar 9:28PM

Volvió a leer el mensaje sin entender nada. Tal vez sería de alguien que se equivocó de número y le escribieron solo para joderle la vida a alguien tonto. Borró ese mensaje sin importar para quien era y sin fijarse del número, puso su celular debajo de su almohada y se dispuso a dormir con solo sus interiores puestos.

Mañana podría ser un día mejor.



Eran casi las dos de la mañana y Jimin aún dormía como un bebé haciendo pequeños pucheros, afuera había una gran brisa que revoloteaba los arboles cercanos y uno en especial que la rama golpeaba la ventana de su habitación.

No supo bien lo que pasó y lo que menos se esperaba era despertarse a esa hora, un lado del colchón empezó a hundirse sintiendo un peso casi de sesenta kilos, no supo que era porque ocurría algo que le prohibía abrir los ojos o moverse de su sitio. Su respiración se tensaba aún más al saber que había alguien en su habitación, acostado junto a él.

Una mano rozaba su torso delicadamente apreciando un tacto totalmente frio que le estremecía por completo, esta subía y bajaba hasta pasar por su cuello y llegar a su rostro tocándolo como una obra de arte. Jimin empezaba a exaltarse cuando el cuerpo se puso encima de él sin lastimarlo dejando suaves besos en su abdomen, subiendo por su pecho hasta llegar al cuello donde le dejó unos húmedos besos ensalivados.

Al llegar a su oreja izquierda la mordisqueó un poco dejando unas simples palabras que lo marcarían para toda la noche: eres mío pequeño, duré todo este tiempo encontrándote y por fin te hallé. Ahora no podrás librarte de mí.

Cuando Jimin despertó se sentó en su cama con el corazón a millón, su frente al igual que todo su cuerpo sudaba por el terror que sintió en ese momento. Comprobó viendo por toda su pieza y nadie se encontraba allí, vio el reloj que marcaban las tres de la mañana y no pudo pensar en otra cosa que no fuera esa.

Lo sintió tan real, como si en verdad fuera una persona que estuvo en su habitación acosándolo mientras dormía pero todo fue un simple sueño. Creía que era por el dulce que comió en la cena que lo hizo delirar en su pesadilla aunque no volvería a pasar. Solo fue una pesadilla de mal gusto que le pudo haber pasado a cualquiera.

Entonces, si fue en verdad una pesadilla, ¿por qué la ventana de su habitación se encontraba abierta de par en par claramente diciendo que alguien entró y salió por allí?

✡️✡️


Naylux

[CANCELADA]Adivina quién soy ||Yoonmin||Where stories live. Discover now