La Ley del dolor

2 3 0
                                    

Lluvia, viento, tempestad y suciedad. Una mañana inolvidable, una mañana donde se juntaron todas nuestras penas. Ayer sucedio, la muerte invadio, nuestros corazones partio y un llanto salio.
Una mañana acompañada de un funeral, nada especial, solo dedique unas palabras a la difunta, las mismas que ayer. Un poema:

"Ella era nuestra amiga
Quitada por la banda enemiga
Flores de campanillas y petalos de rosas
Para una mujer callada que era hermosa
No es que era famosa por su apariencia
Era conocida por su voluntad y paciencia
Hoy la han silenciado y apartado
Nosotros la recordamos en nuestro corazon torturado
No lloren por su muerte
Yo lloro porque no puedo verte
Hoy una buena esposa a sido quitada a nuestro hermano
Nosotros lo apoyaremos y no sera en vano"

Solo hubo llantos, los que trataban de no llorar y los que abrazaban a sus amigos y familiares en señal de pena.
Brad asistio, pero se fue antes de que todo el mundo lo abordara. Es normal.

Se habian suspendido las clases para los niños y se los dejo durmiendo, no queriamos mostrarles la realidad. Tuvimos que hacer el desayuno, y despues de eso comenzar con las reparaciones. No era raro que los niños preguntaran que paso, alguna mentira les lanzabamos; pero no todos eran niños inocentes, algunos otros obviamente sabian que ocurrio, asi que les pediamos que no contaran nada a nadie.
Uno de esos chismosos era Sac, con 13 años quieres saber de todo. Solo le tenia que advertir. Aproveche que no tenia clases para enseñarle a reparar cosas, era algo asi como mi hijo. El problema que era super vago, y solo le gustaba robar mis libros para ir a la montaña, no le pidas nada, porque siempre dira no antes de irse para otro lado; aun siendo un mundo tan peligroso, el no le importaba...algun dia la realidad lo bajara de las nubes en forma de bala.
-Ey Sac deja tu libro y ven a ayudarme.
-Pero John, estoy en la parte mas emocionante
-El asesino es el mayordomo
-¡Maldita sea!
-Cuida tus palabras
-Pero-Sac dio un largo suspiro- esta bien, ¿Que quieres que haga?
-Alza esa madera y ayudame a colocarla aqui.
-¿Eso es todo?
-Si, despues podras ir a leer tu libro pero dentro del pueblo.
-Pe...pero
-Sin peros
-Esta bien. Terminemos con esta cosa, total ya me comi el spoiler.

Colocamos la tabla en la parte externa de una casa dañada, de la señora Beth. Una amable anciana que se oculto rapidamente. Su casa tambien daba con la parte externa de La Ley.
Despues de eso, Sac se fue a leer su libro y yo fui a descansar un rato. Apenas eran las 1 pm y se dañaron (por no decir destruidos) casas, objetos, barreras y arboles.
Sid vino a darme una mano con dos botellas de agua, obviamente, para compartir.
-Ey John-Dijo Sid-, te quedo muy bien la pared de Beth.
-Gracias Sid, ¿Vienes a ayudar?
-Y claro, que los otros esten ocupados no significa que yo tambien.
-Uf que bueno...es demasiado.
-Si...

Me ayudo alcanzandome las herramientas, tambien con el cableado y ella arreglo la puerta ya que mi brazo se habia lastimado un poco.

-¿Como esta tu oreja?-Me pregunto.
-Bien, a la noche escucho algun que otro zumbido, pero bien.
-Me alegro. ¿Sabes algo de Brad? No quiere hablar con nadie desde el funeral y bueno, no sale de su casa.
-Sinceramente no.-Me senti mal, no habia visitado a mi amigo, aquel que estaba mal lo habia ignorado; y la culpa me remordio por dentro.
-Bueno, cuidate.
-Igualmente.

La verdad no sabia que hacer, pero no tenia nada que hacer. No se porque no visite a Brad en ese momento, la sensacion de soledad me ganaba. Casi nunca salia de mi casa, que ahora estaba quemada, solo lo hacia para hacer raparaciones, me conocian muy pocos dentro de La Ley.

Eran las seis y media cuando fui a la casa de Brad, mucha gente pareciera que vieron un fantasma y me daban un sorpresivo "Hola". Toque la puerta de la casa de Brad, estaba todo apagado, pero nadie contesto. Solo le grite "Voy a entrar" antes de forcejear un poco la puerta y entrar.
Estaba todo apagado, las cosas estaban desordenadas, las botellas de alcohol estaban desparramadas por el suelo y Brad estaba solo en una esquina. Sus lagrimas eran como un rio turbio a punto de desbordarse en un pequeño pueblo. Solo unas palabras me fuerza y empeño le dedique, el siguió llorando toda la noche mientras estaba a su lado. La frase "Los hombres nunca lloran" es una cruel mentira de una ex-sociedad fomentando a fingir estar felices.

Tuve que irme de la casa de Brad, era muy tarde y tenia sueño. El me acompaño hasta la puerta antes de decirme un "Gracias" y dar una de sus típicas sonrisas. Llegue a mi casa chamuscada y apenas de pie, y toque mi cama.
-Al fin...-Dije acompañado de un largo suspiro. Habia sido un dia largo y triste, muy triste. Nuestra amiga...ese pensamiento se me quedo grabado, todo lo que paso ayer y hoy. Lo unico que no paraba de recitar mi poema:

"Ella era nuestra amiga
Quitada por la banda enemiga
Flores de campanillas y petalos de rosas
Para una mujer callada que era hermosa..."

Mis ojos se cerraban mientras recitaba, y seguia recitando...

-Mirate, tu cara esta triste, tu cuerpo cansado y tu mente rasgada. ¿Acaso crees que seguirás aguantando? Estas destrozado mi amor, levantate. No puedes seguir asi, cada dia mas. Solo si ayudaras una vez, podrias dormir.
-¿A que te refieres?-Le conteste.
-Dios, mi principe es tan estupido. Me refiero a que no salvaste a esa chica,si lo hubieras hecho no estarias teniendo estas pesadillas. Esa tal Catherine, una amiga llamas, es tu culpa. Mirate...
-Mientes, mientes...
-¿Miento? Si solo hubieras sonreido, te hubieras ido, ella no habria estado en casa...
-Para, porfavor para...
-Si solo lo hubieras hecho bien...
-No no no, ¡Mientes! ¡Mientes!
-Si me hubieras salvado no estariamos en esto.
-¡MIENTEEEEEES!

Mis ojos se abren. Despierto confundido, con rayos de sol molestos en mi cara, la ventana quemada. ¿Ella estara diciendo la verdad? Si, creo que tiene razon, todos murieron culpa mia. Incapaz de protegerlas.

-¿Que quieres desayunar Sac?
-Nada John, ya me iba.
-La vez que estas conmigo...
-Ambos sabemos que no eres muy melancolico.
-Tienes razon. Cuidate. Y no vayas a las montañas.
-Si si, lo que digas.
Sac se fue lo mas pronto posible, era un joven intrepido y capaz, solo cuando se lo proponia, como una vez por año.
Sac era un buen chico, lo rescatamos en el bosque, apenas era un niño asustado del mundo. Vladimir lo alzo en sus brazos y lo llevo a La Ley, sabiamos que podria hacer algo muy bueno. Bueno, no ahora, pero sabemos que sera grande en el futuro, alguien que de el ejemplo.

Hoy evite tomar cafe, no es porque lo tenia que molir a mano ya que me cafetera se destrozo, simplemente queria olvidarme totalmente de Catherine. Decidi tomar té que al principio me ayudo, pero despues mire al frente de la mesa, donde antes estaba una silla y en ella Catherine.
Asi que no tome el té frío y, para olvidarme, quise subir a mi cuarto; pero tocaron timbre:
-Hola John...

Era Brad, con una cara nueva. Aparecio con una sonrisa en su rostro, una sonrisa que demostraba calma y paciencia, no como la mia. Abri la puerta y lo salude con un apreton de manos y un abrazo. Sinceramente, me alegro mucho.
-John, gracias por todo amigo.
-De nada Brad-Le dije mientras extendia mi mano para invitarlo a entrar-,¿Como estas?
-Mejor, muchos han venido a darme consuelo. Aunque tuve que ordenar mi casa-Me decia mientras entraba por el marco de la puerta chamuscado.
-Entiendo. ¿Paso algo?
-Buenas noticias amigo mio.
-¿Que pasa? ¿Dejaste el alcohol?
-Bueno eso ya veremos John. El otro grupo de rastreo persiguio a los que escaparon y bueno, ahora seguimos ocultos.
-Dime que no hiciste nada raro Brad.
-No, tranquilo.
-Bueno, perdon por esta breve charla, pero tengo que hacer un par de cosas-Le menti a Brad, solo queria olvidar mis sentimientos de culpa-asi que hablamos mañana.
-Esta bien amigo. Y gracias...casi me olvido; los Jueces nos han llamado.
-¿Para?
-Lo unico que se es que no se nada.
-Vaya...nos vemos.
-Chau

Bueno, me alegra ver Brad feliz. Ahora me tocaba lidiar con mis propios demonios. Asi que nada mejor que escribir un rato. Eso me hacia recordar cuando era maestro, ya que a muy pocos le interesaba la escritura en la universidad, muy pocos prestaban atencion. Solo escribia despues de dar una tarea. El rostro de Katia, con su cara tan fulminante, tan hermosa; la primera en presentarse en la fila, como siempre.

Las 1 de la madrugada, demasiado tiempo para mi, y muchas hojas llenas. Esta vez no tenía sueño, esta vez me sentia vivo con respecto a los otros dias; esta vez me sentia como una nueva persona. Que pena que en donde la paz se encuentre, los problemas lo siguen.
Estaba tan tranquilo, sentía gozo y plenitud. Cuando guarde mi lapiz en el cajón, encontre la foto de Katia. Solo tuve tiempo para taparla con mi cuaderno. De nuevo, esa paz se había hecho pedazo, de nuevo me llego la culpa, así que me fue a dormir.

Esta vez soñe algo diferente, nada que ver con el pasado, pero lo mismo de traumatizante. Cuerpos y mas cuerpos,fuego, saqueo, ladrones y vecinos disparando por doquier y yo alli, tirado en el suelo con mi palma sujetando el abdomen  lleno de sangre de Katia. La sensacion de no poder hacer nada es horrible. Ella solo dice que corra, yo no le hago caso. Todo ocurre muy rápido, en un momento a otro, el sueño ha terminado y yo no se que ha pasado.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 24, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Donde la anarquía gobiernaWhere stories live. Discover now