APOCALIPSIS de amor ♥

Capítulo II. Llantos dolorosos

Sin duda alguna yo no era el único que había notado el raro comportamiento de Rita hoy, los demás al darse cuenta que no estaba en el salón le avisaron al profesor, pero justo nos tocaba con el profesor pesado que no te dejaba ir al baño ni un segundo por lo más desesperado que estés.

Rita llegó a mitad de la clase(pasados 45 minutos desde que acabó el recreo exactamente), tomó asiento y apenas lo hizo el profesor se dirigió donde ella a preguntarle:

-Sra. Becker ¡¿Dónde ha estado usted todo este tiempo?¡- dijo gritándole.

-Fui a la dirección, me llamaron mis padres y tuve que ir- dijo nerviosa Rita

-Sabes que no me gustan las mentiras, te espero a la salida para hablar- continuó con la clase.

-Hey no te sientas mal, ¿porque desde la mañana estas así?- dije preocupado.

-No quiero hablar con nadie Adam, mejor te cuento después-

-Joder Rita, me estás preocupando demasiado ¿no me dirás ni si quiera algo?-

-¿No entiendes que no Adam? ¡Déjame sola¡- 

Lo grito tan fuerte que todo el bullicio que se escuchaba se convirtió en un completo silencio acompañado de un llanto, el de ella.

Me sentí muy mal de haberla hecho sentir así, la abrazé y le dije:

-Rita tranquila, todo está bien deja de llorar-

-No Adam, tu no sabes como me siento- dijo con voz llorosa.

-Está bien, tienes mucha razón en eso pero si no me dices que pasó no podré ayudarte y es lo que quiero ahora-

-Son mis padres, no me dejan en paz nunca, ¿dime que puedo hacer?-

Ella me había contado ya hace unos días atrás que tenía muchos problemas familiares, y casi siempre iba a su casa para ayudarla a hacer sus cosas, y la mayoría de veces también escuchaba a su padre llegar borracho intentando pegar o hasta violar a su propia esposa. Pero Rita siempre me decia que me salga por la ventana de su cuarto sin que me vea su padre, sin duda alguna le hacía caso. Pero una vez me negué a hacerlo, me negué a salir y me puse debajo de su cama. Ella desesperada me decía 

-Mierda Adam vete ya¡- 

-¿Estas loca? no dejaré que ese tipo te haga daño-

Supuse que su padre escucho bulla adentro y se quedó callado después de golpear a la madre de Rita, entonces fue cuando corrió a abrir la puerta del cuarto y empezar a gritarla, no podía meterme ni para decirle algo al padre, solo ocasionaría más problemas de los que ya habían, por suerte paro rápido y se fue dejándo en llantos a Rita, y volviendo con la pelea que estaba dejando afuera.

-Rita lo siento mucho, enserio no fue mi intención hacerte esto- dije abrazándola y secándole las lagrimas que tenía en los ojos.

-No te preocupes, supongo que era interesante ver como maltrataban a la chica tonta de la escuela- dijo silenciosamente y llorando.

-Dios Rita, solo quería protegerte- la abrazé muy fuerte y ella solo empezó a llorar aún más.

-Tranquila, estoy aquí, me quedaré toda la noche debajo de tu cama para cuidarte,¿Está bien?-

-Gracias Adam- dijo lloriqueando.

Me fui apenas salió el sol, y le deje mi chaqueta puesto que se la había puesto para abrigarla más y duerma tranquila.

Pero por lo que veían mis ojos ahora supuse que pasó algo aún peor. 

-Rita, puedes venir a mi casa a la salida y podemos estar juntos para que la pases un poco mejor, pero por ahora hay que estar tranquilos- 

-Esta bien-dijo secándose las lagrimas y acostándose sobre la carpeta de trabajo.

Yo solo la dejé ahí y cuidaba que el profesor no se diera cuenta de que estaba mal, sabía que él era capaz de hacerla sentirse aun peor.

Cuando terminó la clase del profesor y entró otro diferente aproveché el cambio para hablar con Rita, pero ella no me respondía solo se movía dándome la espalda siempre.

Estuvo así todo lo que faltaba por terminar la clase, ignorándome. Pero al terminar y esperar que se parara le agarré del brazo haciendo fallido su intento de escapar corriendo.

-¿Vienes conmigo? o prefieres que el profesor te paré afuera para conversar contigo- dije tratándo de ser lo más delicado posible.

-Está bien, solo espero no ser molestia para ti también- dijo aún triste.

-No lo serás, ahora salgamos de este estúpido lugar de una buena vez-

Corrimos afuera pasando desapercibidos por el profesor que había quedado en verse con Rita en la salida y tomamos un taxi que nos llevó a mi casa en solo 5 minutos.