I'm yours #SMMC2.

No.

Like I only got one time

Oía una melodía.. 

To tell you all the things that you've done

Era preciosa, hacía que mis sentidos se apagaran y el tiempo se congelase completamente..

That make me fall so in love with you

Quería abrir mis ojos y tocar aquellas preciosas notas con mis dedos, parecían suaves y delicadas..

And it's a feeling I could never undo

¿Y si pudiera levantarme y acariciar el sol? ¿Llegaría a ver quién canta con esa ligera y delicada voz que adormece mis sentidos?

So baby, I'ma sing this to you

¿Y si pudiera..?

Like this was my last song  

Abrí mis ojos en el mismo momento en el que la melodía acabó, casi como si un interruptor conectase mis sentidos con el dueño de esa canción. Tardé en acostumbrarme a la luz, aunque esta fuese muy tenue y suave. 

Lo primero que vi fue el blanco techo con varias manchas de humedad y alguna que otra grieta, dándole un aspecto viejo y a punto de ser derrumbado. 

Después, lo único que podía hacer era intentar incorporarme para poder descifrar en donde estaba. ¿Qué me había pasado? Lo único que recuerdo era que estábamos preparando la cena para Jin y Elly, hasta que el timbre sonó, pero después, solo lo veo negro y oscuro.

Estar atormentándome con eso solo me levantaba dolor de cabeza y mucha migraña, así que decidí apartarlo por un momento y en poder descubrir en donde narices estaba y en dónde estaban los demás.

Busqué con mi mirada algún sentido a todo eso, y solo pude ver que estaba como.. en una especie de salón de bodas, una especie de escenario con varios instrumentos y un micrófono en medio, varias mesas que hacían un círculo en el centro de la sala, como si fuese una pista de baile. Miré el techo y pude ver que tenía varios focos de luces y una bola de discoteca. Estos focos apuntaban hacia un lado de la habitación en concreto; un piano.

Tallé mis ojos con ambas manos, intentando encontrarle un claro sentido a lo que estaba pasando, pero mi mente se nubló completamente cuando me di cuenta de que llevaba puesto el mismo vestido de boda que había llevado en la mía. Rápidamente me puse de pie, alertándome.

—¿Qué cojones..? —susurré para mi, frunciendo el ceño y tocando la sedosa tela del pulcro vestido blanco con algunas decoraciones en plateado.

De nuevo, la misma melodía volvió a sonar, y hacia donde primero se me ocurrió mirar fue hacia el piano, en donde pude ver una espalda masculina que tocaba suavemente las teclas, como si volase entre ellas. Entrecerré mis ojos, acercándome algo más en un intento de descifrar a aquella persona.

—Veo que ya despertaste, mi amor. 

Un fuerte escalofrío traspasó mi cuerpo como una onda expansiva, haciendo que este se quedase congelado en el sitio, sin saber como reaccionar a la presencia de él.

Daniel.

—¿Q-qué haces.. tu aquí? —logré decir a duras penas, parecía que un nudo se había agenciado mi voz, y por eso no salía. Coloqué la palma de mi mano sobre mi clavícula, en busca del aire que me empezaba a faltar.